Título original: Longlegs.
Año: 2024.
Duración: 101 minutos.
País: Estados Unidos.
Dirección: Oz Perkins.
Guion: Oz Perkins.
Fotografía: Andrés Arochi.
Música: Elvis Perkins.
Reparto: Maika Monroe, Nicolas Cage, Alicia Witt y Blair Underwood.
Productoras: C2 Motion Picture Group, Saturn Films, NEON y Range Media Partners.
Género: Thriller / Terror.
Ficha completa en FilmAffinity
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Desde hace varios años, se ha hablado muchísimo de como las películas y series de superhéroes se han «cargado» el cine como lo conocemos, llenando las salas y haciendo que los espectadores vayan únicamente a este tipo de películas (ya sean estas de Marvel o DC).
Aquí no hablaremos de si esto es o no una realidad, ni de las consecuencias que esto puede tener, pero sí es interesante coger esta idea y preguntarse: ¿No ocurre lo mismo con las películas de terror?
Si hacemos una rápida comparativa, el número de estrenos de películas de terror es muchísimo más alto que el de superhéroes, podría decirse que hay una película de terror a la semana como mínimo. A su vez, estas cintas acostumbran a tener un presupuesto bajo que da como resultado que rápidamente se recupere lo invertido.
¿Por qué? Porque dejando de lado si las críticas profesionales (e incluso no profesionales) son positivas, la gente va a verlas. Esto provoca que la producción de películas de terror no descanse en ningún momento.
De entre todas estas cintas de terror, una de ellas ha sido aclamada por crítica y publico en todo el mundo (algo que no acostumbra a ocurrir), Longlegs. Esta ha sido nombrada la película más terrorífica del año y ha roto récords en la taquilla americana. ¿Estamos delante de uno de los mejores títulos del año?
Menos es más
Imagínate que en la ciudad en la que vives hay una ola de crímenes violentos, todos ellos con el mismo patrón, pero sin ningún rastro de quien los ha orquestado. Es decir, las pruebas forenses de los crímenes indican que estos son independiente de ellos, mientras que la investigación policial indica lo contrario.
Es ahí donde aparece Maika Monroe y Nicolas Cage. Monroe es la agente del FBI que tiene la misión de resolver el caso y Cage es el principal sospechoso. Esa es la premisa de Longlegs.
Se ha nombrado mucho a la cinta de Oz Perkins como «El silencio de los corderos y Seven con toques sobrenaturales». Para bien y para mal, es una idea bastante acertada.
Por un lado, la película brilla cuando abraza esa atmosfera policial más cruda, sucia y exasperante que nos recuerda a las cintas de Jonathan Demme y David Fincher. Si esto es así, es gracias a Maika Monroe y a su montaje.
A Monroe ya la habíamos visto pasarlo mal en otras cintas del género como It Follows o Watcher, pero aquí va más allá. En Longlegs se mimetiza al completo con la agente Harker, ya que hace una construcción de personaje sobresaliente: Sus miedos internos, sus «tics», su habla, sus limitaciones,… Se transforma completamente.
Lo común en una película de terror es que cuando tú ves la película, sientas miedo porque «tú» (como espectador) vas a recibir un «susto»; pero en el caso de Longlegs, «tú» no tienes miedo por ti mismo, sino por lo que le puede ocurrir a la protagonista de la cinta. Es una diferencia muy, muy sutil; pero es justo esta fina línea lo que diferencia una película de terror de otra.
A su vez, y como se mencionaba previamente, esto tampoco sería posible si no fuera por su montaje. El trabajo de Greg Ng y Graham Fortin en la edición de Longlegs va muy acorde con la actuación de la protagonista: no se centra en prepararte la escena para el jumpscare fácil, todo el montaje está pensado para que tú seas partícipe de la historia.
Va más allá de generarte un susto o una mal momento, te va hacer sentir por lo que pasa la protagonista. Es realmente brillante.
Por otro lado, la película deja de funcionar cuando todos los aspectos paranormales cogen mayor fuerza e importancia en la trama.
Desde el primer minuto, la cinta contiene elementos sobrenaturales, sí, pero estos tienen un peso narrativo mucho menor que en su tramo final. Al inicio de la película funcionan como recursos narrativos para hacer evolucionar la trama, para generar tensión en el relato y para poder generar una incógnita mayor a la investigación.
Es una herramienta que se utiliza de manera proporcionada y que se compagina a la perfección con el thriller policial.
Pero a medida que va avanzando la historia, y en concreto, en su tercio final, la película abandona completamente la investigación policial para adentrarse completamente en un escenario de fantasía. De esta manera, el recurso de lo paranormal ya no es una variable que acompaña a la historia, es la historia en su totalidad, y eso le pasa factura.
Primero, porque se carga todo el relato construido anteriormente, y, segundo, porque sus giros, explicaciones o resoluciones (por llamarlo de una manera) se sienten muy gratuitos.
Es decir, todo el misterio y toda la tensión que generaba la película queda resulta de la manera menos coherente posible y hace que el espectador se pregunte si todo lo visto anteriormente (por bueno que fuese) valía la pena.
Otro aspecto a comentar es Cage… Probablemente sea el mayor atractivo de la cinta, poder ver a un actor tan exagerado e histriónico (en el mejor de los sentidos) como Cage, haciendo de «asesino en serie». La verdad es que él está realmente bien, pero las decisiones creativas del proyecto se cargan ese trabajo.
A lo larga de la promoción se ha mantenido en secreto el rostro de Cage, bueno, el rostro y casi la totalidad de su presencia. No será esta crítica la que desgarre como es esta; pero es justo decir que, de la misma manera que la voz de Cage como Longlegs es terrorífica, el trabajo de maquillaje y peluquería es desastroso, se carga todo el trabajo del actor.
Conclusión
Longlegs tiene un arranque prometedor, es aterradora en muchos momentos y Monroe está genial; pero la película pierde fuerza a medida que lo sobrenatural coge protagonismo y abandona el thriller.