Título original: Pig
Año: 2021
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Michael Sarnoski
Guion: Vanessa Block, Michael Sarnoski
Música: Alexis Grapsas, Philip Klein
Fotografía: Patrick Scola
Reparto: Nicolas Cage, Alex Wolff, Adam Arkin, Nina Belforte, Gretchen Corbett, Dalene Young, Julia Bray, Darius Pierce, Elijah Ungvary, Brian Sutherland, David Knell, Sean G. Tarjyoto, Tom Walton
Productora: Ai Film, Escape Artists, Pulse Films, Saturn Films, Sweet Tomato Films, Valparaiso Pictures, BlockBox Entertainment. Distribuidora: Neon
Género: Drama, Thriller
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Muchos nos preguntábamos qué había pasado con Nicolas Cage. El actor californiano llegó a ganar un Óscar y un Globo de Oro por su gran interpretación en Leaving Las Vegas (1995). El sobrino de Francis Ford Coppola, para el que actúo en La ley de la calle (1983), el que trabajó para los hermanos Coen, Brian de Palma y David Lynch. Sin embargo, finalmente, terminó haciendo un cine recomendado para ningún público. Se fue ganando un papel de “meme” dentro de la cultura estadounidense y, por tanto, en todo el mundo.
Tras convertirse en uno de los actores más rentables de Hollywood, hubo un momento en que su carrera se truncó. Algunos sitúan su decadencia en películas como Ghost Rider (2007). Pero si se atiende a su biografía, uno entiende los motivos por los que actor dejó de ser un personaje excéntrico para convertirse en una persona mentalmente inestable.
Todo ello coincidió con que, a finales de la primera década de este siglo, estuvo cerca de la banca rota y fue, además, cuando falleció su querido padre. La época en la que empezó a propagarse su versión más patética por Internet fue la misma en la que dejaron de llamarle para hacer películas del nivel al que había llegado. Desde entonces ha rodado muchas películas (la mayoría o malas o muy malas) en las que sus personajes eran a cada cual más ridículo. Son demasiados films para hacer esa afirmación, pero no he querido verme las 40 películas que ha rodado en 10 años, se puede ver a simple vista que no están a la altura de sus primeros trabajos. Según IMDB, en sus haberes cuenta con un total de 108 títulos y es descorazonador ver que ha trabajado con leyendas del cine y al mismo tiempo ha hecho películas como Prisioneros de Ghostland. Pero gracias a este “trabajo” ha podido saldar sus deudas. Ahora está liberado y dice querer volver a hacer buen cine. Y Pig es un muy buen comienzo.
La película empieza pereciéndose mucho a El Renacido. Parece que dejarse barba y rodearse de naturaleza es la receta perfecta para que actores como DiCaprio o Cage consigan reconocimiento. Y desde luego que Cage borda los papeles de gente desequilibrada mentalmente. La pérdida de un ser querido le ha convertido en un ermitaño, un Thoreau en su cabaña de Walden. Una cerdita trufera y un proveedor al que vende las trufas son su única compañía.
El giro dramático comienza cuando es asaltado una noche por unos ladrones que se llevan a su compañera. La película se desarrolla como un viaje de vuelta a la sociedad, a la gran ciudad. Lo hace acompañado por su proveedor, quien trata de ayudarle a recuperar a la cerdita. Pronto vemos que el huraño barbudo tiene un oscuro pasado en Portland y que su ascetismo tiene un objetivo redentor.
Toda la película está trufada de grandes conversaciones, de geniales interpretaciones, de hermosísimas imágenes y de una banda sonora de gran calidad. Y la historia, que te va llevando hacia un punto muy concreto, muy peliculero al estilo yanqui, termina, por el contrario, de una forma tan sosegada y sobria que te deja dudando de que acabas de ver una película del Nicolas Cage, el actor que había muerto y que ahora ha renacido.
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Lo mejor: volver a ver al Nicolas Cage de siempre.
Nota: 8/10.