Friends HBO

Por qué debemos redescubrir ‘Friends’ en 2020

Hace apenas unos días, Instagram reventó con la publicación de una foto: el elenco de Friends, a través de la cuenta de Jennifer Anniston, anunciaba que la serie volvería para un reencuentro. No se sabe nada más, ya que el texto que acompañaba a la bingeimagen era un sencillo “It’s happening” (“Va a pasar”).

Ahora bien, yo no soy el mayor fan de la serie. La vi entera hace unos años, la disfruté, pero no soy de esos que se saben el nombre de los capítulos, y me he olvidado de la mayoría de nombres de los personajes secundarios.

Friends HBO
David Schwimmer, Jennifer Anniston, Courteney Cox, Matthew Cherry, Lisa Kudrow y Matt LeBlanc, protagonistas de ‘Friends’

Sin embargo, un fenómeno concreto que caracteriza a Friends en mi vida, es que nací con ella existiendo. Ha sido una serie tan prominente en la sociedad desde que yo existo, básicamente, que no concibo un mundo sin ella. Ahora se nos olvida, porque el binge-watching nos ha malacostumbrado a consumir y olvidar tan rápido como sea posible. Pero ver una serie de más de 20 episodios por temporada, durante diez temporadas, estrenados semana a semana, y manteniendo niveles de audiencia rentables y estables, va a crear indudablemente una especia de marca en la sociedad.

Y así, por hacer un ejercicio de memoria, y porque hace falta ver algo para desconectar, he aprovechado para revisionar la primera temporada estos días. ¿Y sabéis qué? Me encanta. Es una serie estúpida, es una sitcom bastante rudimentaria que utiliza elementos que hoy en día casi seguro calificaríamos de rancios/pasados de moda. ¡Pero es que es una serie de los 90!

Friends HBO
Ay… los 90

Y, sí, Ross es Ross, y utilizaron el recurso del mono en la primera temporada, pero… en esa misma temporada hay una trama sobre acoso sexual que se resuelve de forma mucho más sencilla e igual de decente de lo que lo hacen muchas series de hoy en día; una pareja de lesbianas que viven juntas, tienen un hijo y, aunque hay cierta predisposición a antagonizarlas… son personas normales, otros personajes que se disfrutan como tal y no como un chiste o un símbolo.

Por eso estos días me he encontrado a gusto abrazando las mamarrachadas que ofrece la primera tanda de episodios de Friends. Es estúpida, los 25 años no se los quita nadie y las risas enlatadas a  estas alturas hacen más mal que bien. Pero cuando empieza el episodio, y durante un breve momentito cambio el audio a español para escuchar ese terrible, atroz y ridículo pero divertidísimo “¡Colegas!”, sé que voy a pasar 20 minutos arropado por una serie que me da justo lo que quiero.