‘La llorona’, el arte de crear terror sin sustos

Título original: La llorona

Año: 2019

Duración: 97 min.

País: Guatemala

Dirección: Jayro Bustamante

Guion: Jayro Bustamante

Música: Pascual Reyes

Fotografía: Nicolas Wong

Reparto: María Mercedes Coroy, Sabrina De La Hoz, Julio Diaz, Juan Pablo Olyslager, Ayla-Elea Hurtado, María Telón, Margarita Kénefic

Productora: Coproducción Guatemala-Francia; La Casa de Producción, Les Films du Volcan, El Ministerio de Cultura Y Deportes de Guatemala

Género: Terror. Drama

Ficha en Filmaffinity

En 2013, el exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt fue sometido a un proceso judicial en el que se le acusaba de genocidio -con más de 1700 ixíes asesinados– entre 1982 y 1983 en el país centroamericano.

Bajo esta premisa comienza La llorona, la nueva cinta de Jayro Bustamante que cierra después de Ixcanul (2015) y Temblores (2019) su tríptico de películas basado en tres insultos utilizados en Guatemala.

El director guatemalteco ha sido galardonado con el Oso de Plata especial ‘Alfred Bauer’ del festival internacional de cine de Berlín por su primer largometraje Ixcanul, además del premio de Mejor director de la Giornata degli Autor.

CRITICA-LA-LLORONA
Fotograma de ‘La llorona’

La llorona recrea justo el momento en el que este dictador -en la ficción el general Enrique Monteverde (Julio Díaz)- fue absuelto de todos sus crímenes y cómo el pueblo inició una serie de protestas ante este fallo. A partir de ahí, un espíritu en forma de mujer indígena llegará a la casa con el único propósito de conseguir venganza.

Nada -o poco- tiene que ver con la cinta estadounidense bajo el mismo título estrenada en 2019 en la que se desencadenaban sustos típicos de las películas de la saga Expediente Warren. Recordemos que el productor es James Wan.

El filme de Jayro Bustamante va más allá, y aunque la incluye dentro del género de terror, la realidad es otra distinta. Terror el que debió sentir la población indígena de Guatemala que ha sufrido durante muchos años maltrato y muerte.

En La llorona lo que se intenta plasmar es el afán por conseguir una justicia que les fue arrebatada sin piedad. Y es que es muy representativo, porque la familia del dictador -él incluido- se encuentra recluida en su residencia habitual porque el pueblo guatemalteco -enfadado ante la decisión del tribunal- aguarda en las inmediaciones de la casa.

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Fotograma de ‘La llorona’

A medida que avanza la película, el estruendo que provoca esta muchedumbre va aumentando progresivamente -muchas veces es complicado entender los diálogos de los personajes- hasta llegar el desenlace, así como el cerco entre el pueblo y los residentes se va estrechando hasta tal punto de invadir su propio espacio. Sentimiento que debieron experimentar los indígenas mayas ixíes durante su persecución y posterior matanza

Y es que, a pesar de tener pocas expectativas sobre cómo se afrontaría la trama en La llorona, prácticamente desde el comienzo se empieza a generar un halo de misticismo entorno a las tradiciones y ritos religiosos guatemaltecos que te embriaga hasta meterte dentro de ella.

Además, llega un punto en el que abandonas la idea de que se trata de una película de terror sobrenatural para centrarte en todo el dolor que se respira durante la hora y media del filme.

En definitiva, La llorona de Jayro Bustamante no busca que el espectador salte de la butaca a causa de sustos fantasmagóricos o sangre en cantidades industriales, sino que juega con él para generarle terror narrando un hecho histórico funesto para la historia de Guatemala.

Lo mejor: es capaz de generarte tensión y miedo sin el uso de elementos típicos del cine de terror más comercial.

Lo peor: el excesivo volumen de ciertos elementos hace un poco complicado entender algunos diálogos.

Nota: 7,5/10