‘Sin edulcorar’, la guerra de los cereales

Título original: Unfrosted: The Pop-Tart Story

Año: 2024

País: Estados Unidos

Dirección: Jerry Seinfeld

Guión: Jerry Seinfeld, Spike Feresten, Barry Marder, Andy Robin

Fotografía: Bill Pope

Reparto: Jerry Seinfeld, Melissa McCarthy, Jim Gaffigan, Amy Schumer, Max Greenfield, Hugh Grant, Adrián Martínez, Rachel Harris, Thomas Lennon, James Mardsen, Christian Slater

Productora: Netflix, Columbus Productions 81

Género: Comedia | Negocios

Ficha en Filmaffinity

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El monologuista convertido en actor Jerry Seinfeld, como tantos otros en la industria cinematográfica estadounidense, es el ideólogo de esta peculiar película. Guionista y protagonista para más señas de la exitosa serie tipo ‘sitcom’ de los noventa Seinfeld.

No es ni más ni menos que un relato costumbrista de los Estados Unidos de los años 1960, con la pretensión de revestirlo con humor y bastante nostalgia. Recurriendo a una ambientación colorida, emulando a la animación en sus diálogos y entonaciones.

No cabe duda de que para su creador es una especie de homenaje nostálgico, un viaje a la infancia, y un reflejo de toda una generación de ‘baby boomers’. Reivindicando su fascinación por el esplendor de esa época floreciente del marketing, del capitalismo y el consumismo. Con marcas y productos que conquistaron el mundo e impusieron un estilo de vida (‘american way of life‘). Éxito profesional, casa con jardín y universidad para los niños.

Es por ello que la temática de la película se centra en la guerra comercial de las Cinco Familias de los Cereales, principalmente entre las corporaciones Post y Kelloggs, en pleno corazón de la antaño industriosa Michigan. Unos años 1960 que «van muy deprisa», donde se hace prioritario para estas empresas dominar la mesa del desayuno de los estadounidenses. Es la plena eclosión de las técnicas de mercado, el marketing se convierte en ciencia en esos años.

Para Seinfeld, es una historia idílica en la que gracias a esa carrera desenfrenada se proporcionó una infancia feliz a miles de niños cada mañana. Según su visión, gracias al contenido de su cuenco o tazón de cereales. Entre los que se encontraría él mismo. El propio Seinfeld interpreta a una especie de director de marketing de la compañía Kelloggs entusiasmado y comprometido con el objetivo del desarrollo de producto: el desayuno perfecto. Un alumno aventajado de Philip Kotler, impulsor de las técnicas marketinianas.

Necesitaban un producto que fuese nutritivo, apetitoso y muy atractivo para madres y niños. En su afán enorme por aumentar las ventas con todo el ingenio y creatividad, recurre a ingenieros espaciales, inventores de todo tipo. En un entorno de laboratorio caricaturesco de innovación alimentaria. El espionaje industrial y algunas situaciones extravagantes animan la arriesgada propuesta.

El gran éxito de Kelloggs: el desayuno «perfecto» (Fotograma: Netflix)

Tras el reciente éxito de Barbie, y toda su controversia en torno a la implicación de Mattel en la misma, parece evidente que las historias de éxito empresarial siguen teniendo gancho comercial audiovisual. Air, Tetris o la propia El fundador son buena muestra de ello. Aquí Seinfeld parece ser simplemente un entusiasta del producto sin más connotaciones.

Es evidente que no va a ser una película apta para todos, su humor es algo simple pero resultón y divertido en buena parte de su metraje. Para aligerar la historia de atisbos muy comerciales se ha recurrido a gags humorísticos algo peculiares: un entierro en cereales, un ensayo nuclear con un pastelito, una huelga de mascotas de cereales… Arriesga también con su particular interpretación de hechos históricos como la Guerra Fría, el caso JFK, el asunto Marilyn Monroe o la influencia de la mafia y los ‘lobbies‘.

Para resultar más atractiva visualmente, además del efecto de esa animada fotografía, lógicamente ha jugado la baza del marketing audiovisual contando con importantes cameos. Toda la acción está repleta de apariciones estelares de grandes artistas: Hugh Grant, Christian Slater, James Mardsen… El golpe de efecto definitivo es la aparición de Don Drapper (Jon Hamm) y John Slattery emulando una de sus brillantes exposiciones de ideas publicitarias de la serie MadMen… Sin olvidarnos de la presencia en la acción de otras grandes marcas archirreconocidas como IBM, NASA, CBS o Holiday Inn.

Como decíamos al principio, hay que entenderla más como una veneración a un producto y a una época. A quien se la quiera tomar en serio puede que le disguste sobremanera, e incluso que se le puedan atragantar los kelloggs.

Nota de lectores2 Votos
4.3
Lo Mejor
Otro de esos "cuentos exitosos" del marketing
Lo Peor
Su humor peculiar, no apto para todos los gustos
6.5