Año: 2025
Duración: 100 min.
País: España
Directora: Eva Libertad
Guion: Eva Libertad
Fotografía: Gina Ferrer
Música: Aránzazu Calleja
Montaje: Marta Velasco
Reparto: Miriam Garlo, Álvaro Cervantes, Elena Irureta, Joaquín Notario
Compañías: Distinto Films, Nexus CreaFilms, A Contracorriente Films, RTVE
Distribuidora: A Contracorriente Films
Género: Drama
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Eva Libertad, tomando la premisa de su cortometraje Sorda (2021), debuta en el largometraje con un film homónimo que se estrena este viernes 4 de abril en cines. Precedido de grandes ovaciones en los festivales de Berlín y Málaga, Sorda promete a ser uno de los títulos más importantes del cine español del 2025. Libertad tiene una mirada audaz y sincera a la hora de construir una historia sobre una mujer sorda y su pareja oyente en un mundo capacitista —ya sea de forma voluntaria o involuntaria— que parece haber olvidado el significado del término «diversidad funcional». Pero la directora no toma un tono victimista o sentimentalista para crear una crítica social, todo lo contrario, sino que se sustenta de un guion sólido en donde la naturalidad y la veracidad engrandecen una película tan necesaria como bella.
Y aunque se pueda encontrar en La familia Bélier (2014), y en su adaptación hollywoodiense Coda (2021), dos referentes importantes, Libertad logra con Sorda un compromiso diferente, en forma y contenido, pocas veces relatado antes en cine con semejante maestría. Las relaciones de pareja, la maternidad, la naturaleza, la crítica social y la libertad propia y ajena se unifican en Sorda sin necesidad de alardes técnicos y secuencias vacuas. Jugando con la complejidad de las contradicciones humanas, Libertad también demuestra ser una gran directora de actores. Miriam Garlo y Álvaro Cervantes realizan unas interpretaciones sobresalientes. Personajes repletos de matices que resultan apabullantes en toda la secuencia del parto, o en la escenificación de la catarsis propia de los reproches acumulados en el tiempo. Arte en su estado más puro.
La estructura narrativa de Sorda es pausada y lineal que, pese a introducir ciertas elipsis, jamás se pierde en un bucle de situaciones irrelevantes. Sorda es una historia que conoce lo que expone y sabe cómo hacerlo. Y ahí está, ese acto final que se ha convertido en uno de los mejores ejercicios cinematográficos de lo que llevamos de año. Estamos hablando de cine vivo, real e imprescindible. Un cine que está en continuo crecimiento y que visibiliza realidades omitidas sin obviar los gritos de una sociedad que sigue sin querer aprender y comprender.
Libertad ahonda tanto en la maternidad como en el miedo a la falta de comunicación sin miedo a caer en tópicos porque tiene las herramientas idóneas para llegar al espectador sin pulso trémulo. Sorda frustra, emociona y te guía por un retrato intimista que llega para quedarse. Sorda es un baile de enamorados tras las notas de Neskaren Kanta de Verde Prato, pero también es la frustración del silencio de las personas oyentes. Sorda es un peluche en manos de una madre que busca comunicarse con su hija, pero también es un conjunto de sentimientos palpables. Y Sorda es el debut del año porque lo es todo sin pretender ser nada más que el sentimiento en sí mismo.
¿Qué nos quedaría? Agradecer a Libertad por dar vida a esta obra, a Garlo por su impecable y plausible interpretación y a Cervantes por habernos hecho partícipes del mejor trabajo de su carrera. ¡Nos vemos a partir del viernes en los cines con esta pequeña gran joya!