Título original: Benedetta
Año: 2021
Duración: 131 min.
País: Francia
Director: Paul Verhoeven
Guion: David Birke, Paul Verhoeven
Fotografía: Jeanne Lapoirie
Música: Anne Dudley
Reparto: Virginie Efira, Lambert Wilson, Daphne Patakia, Charlotte Rampling, Olivier Rabourdin, Clotilde Courau, Louise Chevillotte, Hervé Pierre, Alexia Chardard, Quentin D’Hainaut, Antoine Lelandais, Satya Dusaugey, Nicolas Gaspar, David Clavel, Nicolas Béguinot, Pero Radicic
Género: Thriller. Drama | Religión. Erótico. Homosexualidad. Siglo XVII
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Uno de los estrenos más esperados del año, o de los últimos dos años -pandemia de por medio-, es la última película de Paul Verhoeven. Tras su paso por el Festival de Cannes y su reciente aparición en la sección Perlas del Festival de San Sebastián, Benedetta -una historia sobre el amor y lujuria entre dos monjas del siglo XVII- se estrena el viernes 1 de octubre en España.
Lejos de ser algo intelectualmente elevado, la Benedetta que representa Verhoeven se parece más a lo que fue Showgirls (1995) que ha su última película. Despegado de ese aura que desprendía Elle (2017), ésta nos presenta el despertar sexual lésbico de una monja en el convento de Pescia, Italia.
Se trata de una adaptación de una novela de Judith C. Brown llamada «Immodest Acts: The Life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy». La película nos cuenta la historia de la caída y el ascenso de la Hermana Benedetta Carlini, una mujer poderosa de la Iglesia. Además, cabe destacar que el documento en el que se basa la película, es la documentación más antigua del lesbianismo en la historia occidental moderna.
Benedetta Calini fue una monja que vivió durante la Contrarreforma italiana y que se ha convertido en todo un icono de la espiritualidad femenina y el lesbianismo. A los 30 años fue nombrada abadesa del convento de Pescia y comenzó a tener una serie de visiones en las que hombres intentaban matarla. Esto llegó a oídos del papa y decidieron investigarla hasta darse cuenta de que Benedetta y otra de las monjas, Bartolomea, eran amantes. Según la historia, ambas experimentaban epifanías místicas durante el sexo.
Verhoeven coge este suceso y lo convierte en una especie de fábula que a veces coquetea con la parodia. No solo por sus imágenes excesivamente sugerentes, sino por el tono y las interpretaciones de sus personajes principales. Virginie Efira da vida a una exuberante Benedetta que lejos está de ser una mujer de la época, pero que funciona bien en clave de representación moderna. Efira es acompañada por Daphne Patakia -que interpreta a su amante Bartolomea- y Charlotte Rampling -la abadesa-.
Por otro lado, la película está en constante diálogo con la actualidad. La historia se ubica en la segunda plaga pandémica de la peste. Durante el siglo XVII se produjeron una serie de epidemias que se llevaron la vida de pueblos enteros. En la película, el pueblo, guiado por Benedetta, decide cerrar las puertas de la ciudad y así evitar la propagación del virus.
No es baladí que sea Paul Verhoeven el que haya hecho esta película sobre dos monjas lesbianas. A lo largo de su filmografía podemos ver como la sexualidad y el empoderamiento femenino están presentes de una forma casi postmodernista. Además, el veterano director, después del éxito comercial de Elle, siempre ha querido hacer una película sobre el mundo eclesiástico. Benedetta cumple con los patrones que sigue Verhoeven en su cine: provocación, humor, sexualidad, el pastiche. Es interesante como la historia va tejiendo una hilera de dudas entorno a si es real o no lo que dice su personaje principal. No lo tenemos claro al principio, pero tampoco al final.
La película ya ha creado controversia, y la que le queda todavía. En su estreno en Nueva York, un grupo de personas protestan sobre la película por relacionar el lesbianismo con la iglesia católica. En la rueda de prensa de Cannes, Verhoeven dijo: «No entiendo porque me acusan de blasfemar sobre algo que sucedió. No se puede cambiar la historia de un hecho. Se puede juzgar si estuvo mal o no, pero no cambiarlo. Creo que es una estupidez llamar a esto blasfemia».
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Lo mejor: No se avergüenza de las provocaciones que hace
Lo peor: las protestas entorno a la película
Nota: 8,5/10
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