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Adiós a Irrfan Khan, el rostro del cine hindi en occidente

El pasado 29 de marzo amaneció con la noticia del fallecimiento del actor Irrfan Khan. Aunque en 2018 el intérprete anunció que padecía de cáncer, la optimista nata que hay en mí me obligaba a desterrar la posibilidad de que Irrfan se fuera antes de tiempo.

Desde el mismo instante en el que me enteré, me quedé sin palabras. Los humanos no somos capaces de comprender la muerte, y por eso nos asusta. Y yo, pues no iba a ser una excepción.

Mentiría si dijera que recuerdo cuál fue la primera vez que vi a Irrfan Khan. Su extensísima carrera, tanto en cine como en televisión, incluye títulos notables a nivel internacional como Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008) o Jurassic World (Colin Trevorrow, 2015). Pero, para mí, siempre será el mejor actor de Bollywood que he tenido la suerte de conocer. La fotogenia de hombre hosco y serio del artista le permitía componer personajes negativos con absoluta credibilidad.

 Irrfan Khan
Irrfan Khan en ‘Gunday’

Mi prototipo de personaje favorito es el de “policía de ambigüedad moral, ligeramente corrupto, pero de buen fondo”. Personajes como el comisario Sarkar de Gunday (2014), el capitán Kumar de Talvar (2015), o el inspector Yohan de Jazbaa (2015). Y esto citando tan solo unos pocos ejemplos. Irrfan Khan es el mejor antagonista que cualquier superproducción podría desear.

Podríamos decir que su debut fue en la película de 1988 Salaam Bombay!, de la cineasta Mira Nair, aunque gran parte de su personaje fue recortado en el metraje final. Irrfan no se desalentó pese a este contratiempo. Después de esto, inició su carrera en la pequeña pantalla, además de participar en producciones con las que ganó el favor de la crítica. Con Maqbool (2003), adaptación de Macbeth, Irrfan cosechó el cariño del público. A lo largo de su carrera, el actor ha destacado en producciones comerciales e independientes.

Es increíble el apego que consigue crear el cine con ciertos actores que nos han acompañado en algún momento u otro de nuestra vida. Yo, desafortunadamente, no conocí a Irrfan personalmente, pero el mundo sin él me parece un poco más triste. Pero parte de la magia es que él me va a acompañar cuando le necesite. Puedo seguir disfrutando una y otra vez de sus impecables interpretaciones en muchas de mis películas predilectas.

Irrfan Khan siempre será un embajador de la industria cinematográfica de la India. Su enorme talento, además del carisma y la inteligencia emocional que demostraba en cada una de sus apariciones, lo convirtieron en una superestrella cuyo legado permanecerá vivo para la eternidad.