Este viernes 2 de octubre se ha estrenado en salas españolas Explota Explota, el debut cinematográfico de Nacho Álvarez que hará bailar a toda España al ritmo de Raffaella Carrà.
La película cuenta la historia de María (Ingrid García-Jonsson), una joven madrileña que acaba de dejar a su novio italiano plantado en el altar y vuelve a Madrid. En el aeropuerto conoce a Amparo (Verónica Echegui) y se hacen íntimas amigas. Juntas intentarán que María consiga su sueño de bailar en televisión. El filme de Álvarez hace retrata la España de los años 70, cuando todavía había mucha censura en la televisión y realiza una comedia a través de las canciones de Carrà.
Con motivo de su estreno hemos entrevistado a su director, Nacho Álvarez, para que nos cuente todo sobre su primera y nueva película.
P: Explota Explota se trata de tu primera película ¿Cómo ha sido el salto hacia la pantalla grande? ¿Qué era lo que más miedo te daba?
R: Lo que más miedo me daba realmente no era hacer una película musical, porque vengo de dirigir en Uruguay publicidad y moda. Entonces sentía que podía entrar en una película musical ya que lo que había hecho previamente era como un videoclip en el que también había mucha música. El mayor miedo que tuve era defraudar a los productores, que habían depositado la confianza en alguien que nunca había trabajado en el cine. Hasta que no la terminé y me dijeron que les gustó, estuve bastante nervioso.
P: ¿Y por qué decidiste empezar esta aventura en Madrid?
R: Yo vivía en Uruguay con mi pareja y los dos estábamos muy aburridos, porque Uruguay es un país muy pequeño y el techo es muy bajo. Como mi abuelo era español (de Asturias) yo tenía nacionalidad española y tenía también pasaporte español, por lo que veía bastante sencillo viajar a Madrid. Al final vinimos los dos y a los 15 días de estar aquí pensé en hacer una película.
Mi hermano, Fede Álvarez (No respires, Posesión infernal), es director en Estados Unidos y le dije que si conocía alguna productora en España y me puso en contacto con Mariela Besuievsky, que también es uruguaya, pero vive en España. Ella trabajaba en Tornasol y entonces nos reunimos con la productora y yo no tenía ni idea de qué era Tornasol ni que habían ganado un Oscar por El secreto de sus ojos. Entonces les comenté que me gustaría hacer una película musical y me dijeron que nunca habían producido un musical, así que se lanzaron conmigo.
P: ¿Cómo construisteis una historia musical en Madrid a partir de las canciones de Raffaella Carrà?
R: Lo primero que hicimos fue poner todas las canciones de Raffaella sobre la mesa, que son 90 canciones en español, e íbamos sacando palabras clave de cada canción. Estas canciones estaban contando algo y teníamos que descubrir qué era. Vimos que muchas canciones hablaban de bailar, en primera persona.
La mayoría hablaban de amor, así que sabíamos que tenía que ser una historia de amor. También descubrimos una canción que hablaba de censura, que no está en la película, pero ya nos guio hacia ese punto. De ahí empezamos a buscar en internet “España censura” y apareció que había un censor oficial de Televisión Española que se llamaba Francisco Ortiz Muñoz y era una persona que había escrito una serie de reglas para el cine y la televisión. Había una en particular que decía “Están prohibidos los bailes en los que se despegan los pies del suelo porque de esa forma el baile pierde su calidad gimnástica para ganar la erótica”. Cuando vimos esa ley dijimos que había una historia para la película. Nos preguntamos por qué no hacer una historia de una bailarina que se enamora de un futuro censor oficial.
P: En muchos de tus trabajos incluyes coreografías. La danza está muy presente. ¿Por qué te gusta tanto trabajar sobre ello?
R: La danza siempre me encantó. En Uruguay hacía mucho video-danza, video-arte, fashion films… Me encanta. El mundo del ballet también siempre me ha gustado y por eso nunca he tenido miedo en hacer un musical. Lo más divertido para mí fue la preproducción de la película porque nos pasábamos el día con el coreógrafo, Toni Espinosa viendo como iba la coreografía con las actrices.
P: A día de hoy, a no ser que tengas el control absoluto dentro de una película, existe una censura indirecta por parte de los productores o de las grandes empresas. ¿Cómo relacionas esto con la temática de la película?
R: En Estados Unidos, desde que creas el guión hasta que pasa por la distribuidora y después la película como tal, hay muchas manos y mucha gente que opina porque hay mucho dinero en juego. Yo, por suerte, aquí en España con Explota Explota, no me ha sucedido.
El otro día en la conferencia de prensa del Festival de San Sebastián compartía mesa con Cesc Gay y con el equipo de Sentimental y a mi izquierda tenía a Televisión Española. Yo les agradecí mucho su confianza en mí, porque decimos muchas cosas subidas de tono en la película sobre la cadena. Me parece muy bien que se rían de sí mismos como representante de una empresa y darnos dinero para que contemos una historia que dice cosas negativas de esa empresa. En la mesa también estaba Javier Cámara y me interrumpió para decir que lo que le gustaba de Televisión Española es que no se meten en el proceso de guión. No solo te apoyan económicamente, sino que te dan libertad. Es increíble que tengan ese valor. En otro país como Estados Unidos no pasaría.
P: A la hora de elegir a los actores, ¿cuál fue el proceso de casting? ¿Teníais ya en mente a García-Jonsson?
R: El proceso de casting fue difícil porque no conocía a nadie. Conozco muy pocos actores españoles y de las nuevas generaciones, menos, porque en Latinoamérica no llega todo el cine español. Las películas que llegan son las que rompieron taquilla en España, como Ocho Apellidos Vascos o Campeones. La directora de casting Juana Martínez fue fundamental para este casting porque estuvo desde el día uno, cuando todavía estábamos buscando financiación. A Pedro Casablanc le conocía de imagen y me daba bastante el pego para el personaje que quería. Otro que también conocía era a Fernando Tejero. Le había visto en El penalti más largo del mundo y en Tornasol tenían un poster de la película. Todos los días le veía ahí en el póster, pero no sabía que era una persona tan conocida en España.
Por otro lado, el personaje de María dependía mucho del casting, sobre todo por los personajes de Pablo y Amparo. Tenían que conectar mucho para que se viese bien. María fue el personaje más difícil de elegir. Estábamos buscando una actriz 360, que supiera cantar y bailar y que tuviera el ángel que tiene el personaje. Al final, el casting se cerró muy loco porque íbamos a rodar en noviembre y la preproducción la empezábamos en agosto y en julio todavía no teníamos casting. La agenda de todos los actores estaba cerradísima. Pero me hablaron de Ingrid, que yo solo la conocía de haber presentado los Premios Feroz y me encantó porque daba muy bien el perfil. Sí es verdad que ella no era bailarina, solo había bailado muy de joven, pero el personaje está escrito como si no fuese una bailarina profesional.
P: Natalia Millán es todo un icono para cualquier persona amante del musical en España ¿También teníais pensado desde el principio contar con ella?
El personaje de Rosa era uno de los más difíciles porque estábamos buscando un personaje que debía estar en la televisión desde hace años y tuve muchos nombres en la cabeza. La primera persona en la que pensamos era Ana Belén, porque mis padres la escuchaban en casa. Pero al final me dijeron de Natalia Millán, que yo no la conocía porque en Uruguay no llegaba ese tipo de información, y nos invitó a verla en Billy Elliott. Después hablamos con ella en la salida. Natalia estaba obsesionada con el guión y me dijo que lo que más le gustaba era que se quedase enmarcado para siempre lo que ella hacía, porque eso en el teatro no pasa. No se queda grabado en un negativo.
P: Si tuvieses que elegir un musical, ¿cuál sería?
R: Cuando vi Mamma Mia! en 2008 me quedé fascinado. Me acuerdo de verla y decir: “¡Qué divertida!” porque, por ejemplo, Hairspray es una película mucho más seria al tocar el tema de los derechos de los negros en Estados Unidos. Mamma Mia! es una feel-good movie total. Otro musical que me apasionó y la vi con toda mi familia fue Chicago. Tenía 14 años y me enloqueció. Tengo las imágenes grabadas en mi cabeza porque fue el primer musical que vi.
P: ¿Tienes algún nuevo proyecto en marcha? ¿Pretendes quedarte en la gran pantalla?
R: A mí me gusta mucho el cine, pero me están proponiendo hacer alguna serie. El problema es que me gustan mucho los proyectos originales y es difícil porque quiero hacer una idea propia mía que sea divertida. Me gusta mucho la comedia y no me veo haciendo cosas más serias. No quiero hacer ningún drama porque, por mi forma de ser, siempre lo convierto todo en un chiste. Estamos barajando cosas.
P: ¿Cómo animarías nuestros lectores para que vayan al cine?
R: El cine y la cultura es un sitio muy seguro. Explota Explota es una película de casi dos horas que te desconecta de lo que pasa fuera de la sala. La tenéis en muchísimas salas, con muchos horarios así que no hay escusa. Es la película ideal para ahora. Una comedia que tiene musicoterapia y te ayuda a relajarte.