Título original: Mank
Año: 2020
Duración: 132 min
País: Estados Unidos
Dirección: David Fincher
Guión: Jack Fincher
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Fotografía: Erik Messerschmidt (B&W)
Reparto: Gary Oldman, Amanda Seyfried, Arliss Howard, Charles Dance, Tom Burke, Lily Collins, Tuppence Middleton, Tom Pelphrey, Ferdinand Kingsley, Jamie McShane, Joseph Cross, Sam Troughton, Toby Leonard Moore, Leven Rambin, Madison West, Adam Shapiro, Monika Gossmann, Paul Fox, Jessie Cohen, Amie Farrell, Alex Leontev, Stewart Skelton, Craig Robert Young, Derek Petropolis, Jaclyn Bethany, Arlo Mertz
Género: Drama | Biográfico. Cine dentro del cine
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El director de La red social (2010), regresa para recordarnos la esencia del cine con Mank. Película firme candidata al Oscar de la mano de Netflix.
David Fincher es un tipo que trabaja con sus propias reglas pero bebiendo de otras. Un estilo propio que, sin faltar el respeto a directores míticos de la talla de Orson Welles, hace alusiones estéticas, narrativas y de montaje como homenaje a todos aquellos autores que hicieron a Fincher posible.
En cada película construye un nuevo estilo visual, cada plano funciona como metáfora o símbolo de la narrativa. Cada estilo en sus películas intenta marcar a toda una generación; como ejemplo cabe citar El club de la lucha (1999).
Como buen autor, Fincher crea con esta producción, una odisea en la mente del guionista de una de las obras cumbres de la historia del cine, Herman J. Mankiewicz. Ciudadano Kane (Welles, 1941) es el contexto en el que Fincher juega con los tiempos en el montaje para retratar la degradación psicológica del guionista mejor pagado de Hollywood en aquel entonces.
Interpretado por un Gary Oldman que huele a Oscar, el personaje y su historia nos enseña los entresijos de una Hollywood que funcionaba mediante un sistema de estudios con sus luces y sombras. Propio esto de un cine negro creciente en días de Segunda Guerra Mundial.
David Fincher también hace homenaje a su padre Jack Fincher, guionista de esta película que glorifica a los creadores, a los que tienen esa idea que luego los magnates de Hollywood se encargan de convertir en dinero.
Con un estilo moderno de lo clásico, de aquella época dorada de Hollywood, Fincher hijo cumple con una estructura en el montaje que nos hace entender lo que ocurre detrás de una gran producción, en este caso la RKO, la cual apostó por un director joven sin experiencia para salvarlos de la banca rota.
Un cine arriesgado con ideas muy claras de lo que se quiere contar y un guión cuya temática no está carente de polémica. Suena todo tan actual, que resulta difícil creer que esto se hizo en tiempos de musicales simplones y dictadores alemanes gritones.
Un estilo exquisito, una música que suena a aquellos años cuarenta, unas interpretaciones pulidas y casi perfectas en mil tomas repetidas por un director maniático por la perfección.
Y sobre todo un Gary Oldman con su mejor interpretación hasta ahora.
En tiempos donde la rapidez y el color son aspectos básicos en el cine actual, Fincher logra encajar esta producción en blanco y negro premiando a la verdadera esencia del cine, las grandes interpretaciones de los actores y un guión magistral.
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Nota: 8’5
Lo mejor: Gary Oldman, la estética noir y la escena del encuentro con Orson Welles.
Lo peor: El espectador que no conozca Ciudadano Kane, podría desconectar de la película.