El género de terror en el cine (IV): El terror estadounidense (Sobrenatural)

En sesiones anteriores, donde analizamos el cine de terror, vimos como el cine estadounidense se divide por varias vertientes. Una vez analizados los slasher y el thriller, es el momento de hablar de lo sobrenatural, del cine de fantasmas.

El catálogo de películas de este género en Estados Unidos es enorme. Pero la cantidad no indica la calidad, ya que la gran mayoría siguen un mismo patrón que las hace malísimas. Quitando que muchas son de presupuesto reducido y con actores un tanto desconocidos, el problema de estas películas no tan agraciadas, reside en el guion.

El terror que usan no tiene una leyenda que hiela tu sangre. Tampoco hablan de una maldición que quiere dar una lección social. El terror de este tipo de películas lo que busca es el susto fácil, así que invierten la mayor parte del presupuesto en maquillaje para los fantasmas. Sin decir que todo el «merito» de los sustos se lo llevan  los screamers y sonidos estridentes.

Podría hablar de estos malos títulos pero, si os soy sincera, no puedo. Son tan arquetípicos y básicos que ni soy capaz de recordar sus títulos, y eso es lo peor que le puede ocurrir a una obra: el olvido. De lo que sí que quiero hablar es del cine que hay que destacar, ya sea por comercial (bueno) o porque de verdad es terror de calidad.

No puedo hablar de terror sobrenatural estadounidense sin mencionar las famosas sagas que todos conocemos. Y no solo que ya conocemos, sino  que han se creado un propio nicho de historias terroríficas.

Para comenzar, tenemos la saga Insidious (James Wan y Leigh Whannell), que cuenta con cinco títulos. La historia de estas películas comienzan con un extraño suceso con los Lambert, quien tiene un espíritu pegado a uno de los miembros de la familia. Película a película van revelando secretos sobre estos espíritus y el origen de todos los eventos que se hablan en cada título.

Insidious juega con el misterio y las incógnitas, no busca el susto fácil, aunque los tiene, ya que busca mantener la curiosidad, más que el evitar que se mire a la pantalla. Aun así, aunque narrativamente tiene elementos interesantes, tiene ciertas escenas que, a la hora de ejecutarlas, acaba tirando del cliché.

Otra saga mítica de terror sobrenatural es Expediente Warren. Tenemos otra vez contenido con participación de Wan, y normal, para algo el público lo considera el director por antonomasia del buen terror.

Expediente Warren nos presenta al matrimonio hominino, basados en una pareja real, cuyo trabajo consistió en resolver los eventos paranormales más sonados de Norteamérica. Película tras película de esta saga, nos narran posesiones reales que tuvieron que gestionar como labor de investigadores de lo paranormal.

Terror sobrenatural
Escena escalofriante de Expediente Warren (Foto: Warner)

En general, toda la saga bebe mucho de la narrativa estadounidense que busca la espectacularidad. Tiene momentos en los que dejan lucir el trabajo del equipo de maquillaje y sonido. Vamos, que ponen sus sustitos con bichos muy feos que gritan. Aun así, sigue sin ser tan cliché y muestran cosas muy interesantes. Al estar basada en hechos reales, más allá de la espectacularidad del cine, se representan hechos que han ocurrido y eso siempre nos deja con la piel helada.

De esta saga de película nacen una serie de títulos alternativos basados en el universo. Y bueno, estos dos casos son para darles de comer aparte. Hablo de La Monja y Annabelle, a cuál más mala. ¿Recordáis lo que hablaba al principio del sinsentido narrativo que lleva al borde del aburrimiento y los sustos sin venir a cuento? Estas dos películas pecan de ello. Para nada se parecen a su saga original.

Continuando con las sagas, vamos a dar cierre con Paranormal Activity (Oren Peli). En su momento, esta saga fue un pelotazo. Se sentía como un viento de aire fresco, novedoso y tenso. La película se sintió tan real que hizo que todos tuviésemos miedo de qué podía ocurrir si nos íbamos a dormir. Pero como todo lo que tiene éxito, explotaron a la gallina de los huevos de oro y cayeron en decadencia.

Afortunadamente, con esta saga, y gracias al Proyecto de la Bruja de Blair, que hablaremos más adelante, se han consolidado las películas de metraje encontrado, uno de los subgéneros de terror que más interesantes y con un lenguaje que puede dar mucho más de si.

Para continuar, vamos a hacer una breve mención a las adaptaciones a la gran pantalla de las obras de Stephen King. Mucho lo llaman el rey del terror escrito, y como para no hacerlo, su biblioteca de publicaciones es tan amplia y extensa que costaría media vida de un individuo leer todas esas entregas. Y también es larga la lista de esos títulos que han sido adaptados al cine. Unos son un tanto desastrosos y otros, son unas obras de arte que siempre estarán en nuestra memoria.

Tenemos It con ese payaso tan bien caracterizado que sabe erizarnos todos los vellos de nuestro cuerpo. Aunque no se puede decir lo mismo de la película original. También contamos con la mítica Carrie, cuyo baile de fin de curso ha sido tan icónicos que, a día de hoy, se sigue recreando para ciertos eventos narrativos.

Terror sobrenatural
La famosa escena de ‘Carrie’ donde le tiran sangre de cerdo.

Entre esos míticos títulos, tenemos El resplandor que, a pesar de tomarse ciertas licencias creativas, es uno de los títulos más recordados. Además, hace poco, se estrenó la secuela de la historia original Doctor Sueño, donde Ewan McGregor se adentra de nuevo en el Hotel Overlook.

Dejando de lado el buen terror comercial o las adaptaciones de maestro del terror, quiero hablar sobre la reinvención del terror, que va de la mano de ciertos títulos. Para empezar, quiero hablar de la figura de Ari Aster. Desde sus inicios ha sido un cineasta controversial, ya con su primer cortometraje dejaba entrever que iba a romper con la norma. En cuanto a largometrajes, destacamos Hereditary, Midsommar y la recién estrenada Beau is afraid. Son títulos complejos de entender. Se podría decir que es un cine más purista, o al menos así lo denominan muchos, pero lo consideran purista porque se sale de lo cotidiano. No hay screamers con fantasmas feísimos, ni nada por el estilo. Sus películas tienen un lenguaje visual cercano, casi humano, intentando romper con lo sobrenatural para enseñarnos la crueldad  y el terror desde una perspectiva diferente.

Siguiendo la línea de terror donde se busca salir de las reglas marcadas, tenemos el ya mencionado Proyecto de la bruja de Blair. En este proyecto no solo se juega con el misterio ni con las incógnitas, sino con el espectador. Fue algo que marcó a la gente, les hizo creer que de verdad los eventos mostrados en el metraje eran ciertos y que los actores habían desaparecido. Tal fue la inmersión que se intentó llegar con este proyecto, que hasta los actores fueron a grabar sin saber qué se iban a encontrar, creyendo ellos mismos que se iban a encontrar con la supuesta bruja.

Esta ruptura con el concepto del terror fue aclamada por un nicho de público, mientras que fue rechazada por otros. Las opiniones siguen siendo dispares, pero yo nunca me bajaré del carro que piensa que es una obra novedosa, impresionante y que que se merece todo el reconocimiento que tiene.

Otra ruptura con los conceptos del terror o, más bien, darle la vuelta a esos conceptos, tenemos el caso de La cabaña en el bosque. La película comienza como la típica americanada de terror donde unos chavales se reúnen en una cabaña en el bosque y comienzan a ocurrir eventos sobrenaturales. Una vez presencias una amplia cantidad de clichés, comienzas a descubrir que lo que tienes delante no es cierto y que hay mucho más detrás, consiguiendo enseñar la otra cara de la moneda de ese tipo de películas. De los mejores giros narrativos que he visto en mi vida.

Con tanta mención de títulos y rupturas del concepto, se nos ha olvidado hablar de los protagonistas de este artículo, los seres sobrenaturales. Es cierto que en todos los títulos ya mencionados, aparecen de una forma u otra, pero ninguno de ellos son como los siguientes:

En la gran mayoría de películas, tenemos que los fantasmas, monstruos, seres que nos acechan, son entidades malignas con un aspecto terrorífico. ¿Y si además de ser seres sobrenaturales representan algo? En casos como la película Babadook, el ser sobrenatural que persigue a la protagonista no es ese bicho con el sombrero, no. A ver, visualmente sí, pero ese “Babadook” no es solamente un fantasma. “Babadook” es la representación de la depresión de esa madre.

Terror sobrenatural
La protagonista de Babadook enfrentándose al ser.

Desde el minuto 1 se nos muestra cómo la protagonista está en una posición derrotista, entristecida por el aniversario de la muerte de su marido. Como añadido, debe lidiar con su hijo conflictivo, lo que hace que el día a día se le haga más complejo. Y es ahí cuando aparece este ser sobrenatural, y no será capaz de derrotarlo hasta que la protagonista no se vea con la capacidad suficiente para tomar de nuevo las riendas de su vida.

Otro caso en el que el ente sobrenatural representa un estado, es It Follows. La premisa en sí es cuanto menos curiosa, ya que nos presenta a un ser sobrenatural que busca a sus víctimas mediante un patrón: el sexo. Y no busca a las personas que practican el sexo como en los Slasher, lo que busca es esa cadena de personas con quien ha tenido sexo la persona afectada. Y solamente la persona perseguida es capaz de ver al ente que va a asesinarla. Hace una alegoría a esas enfermedades contagiosas y al estigma que eso puede provocar. El ser sobrenatural a veces pasa a segundo plano, dejándole el protagonismo a la historia de esa víctima, y el cómo ciertas decisiones pueden tener consecuencias devastadoras. La ejecución tiene sus cosas, ya que es lenta, pero tiene un mensaje y un contenido digno de ser analizado.

Otro ser sobrenatural que persigue y ataca a solo las víctimas que marca, es el de la película Smile. Una terapeuta tiene una sesión con una muchacha que está siendo atormentada por un ser que nadie ha visto. Durante la sesión, se quita la vida frente a la psicóloga, pasando el testigo de ese ser sobrenatural a ella. Sigue un poco el patrón de It Follows, con la diferencia de la intención del ser. En el caso de Smile, el ser busca el trauma de sus víctimas, por eso les hace suicidarse delante de otros. El desarrollo de esta película es tenso, pero disfrutable, planteando una serie de incógnitas que nos derivan a un climax que podría haber sido más satisfactorio, pero también más difícil de cerrar.

El género del terror es amplio y rico en contenido. El problema es que muchos lo ven como algo comercial y que todo sirve en ese género. Y un buen efecto especial con un monstruo no te salva la película. Hay que saber escribir buenos guiones, saber cómo se deben contar las historias y escapar de los clichés. Ojalá EEUU siga sacando títulos tan nuevos y frescos como los que acabamos de hablar.