El género de terror en el cine (III): El terror estadounidense (Thriller)

Un mes más volvemos con el género de terror en el cine. Para esta sesión hablaremos del thriller estadounidense y veremos como a veces la vida real da más miedo que cualquier fantasma con la cara desencajada.

El thriller se basa en la generación de suspense, o sea, se representa como expectativa o curiosidad llena de ansiedad por parte del espectador por saber qué ocurrirá en la trama a continuación. Más allá del miedo a lo sobrenatural que podemos tener en otros casos, en el thriller lo que buscamos es la tensión hacia la incertidumbre. Se busca mantener al espectador pegado en la silla a la espera de averiguar quién es el asesino o culpable de todos esos sucesos.

Desde la perspectiva narrativa y de contenido, el thriller en Estados Unidos tiene dos grandes vertientes: el thriller de asesinos y el psicológico.

La vida es altamente cruel, vayas donde vayas hay desgracias. No es de extrañar que un guionista vaya a utilizar esos eventos como fuente de inspiración. Es por eso que hay tantos thrillers basados en hechos reales. Y esos hechos reales suelen ir de la mano de asesinos sangrientos y crueles, como de asesinos en serie.

Es duro y cruel hablar sobre alguien que ha quitado tantas vidas, pero hay algo en nuestro interior como espectadores que nos encanta. Tenemos un morbo interno en conocer como funciona la mente de un maníaco y un asesino. Hace que no seamos capaces de quitar la vista de la televisión hasta que se resuelven todas las incógnitas.

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Fotograma de «Memento».

Otro pilar importante que sostiene el thriller de asesinos son los policías, es por eso que muchas veces se les denominan como “thriller” policiacos. En estas películas, se intenta acrecentar el respeto hacia estas figuras.

En 2001, en EEUU ocurrió un evento que hizo historia: el 11-S. No solo fue un palo para los habitantes de ese país, sino que también se convirtió en un punto de inflexión a la hora de realizar thrillers policíacos. Antes no se le daba tanta importancia al patriotismo, al menos al nivel de ahora, se centraba más en la resolución de los casos. Pero, tras esa tragedia, la población estadounidense no se sentía segura y no confiaba en las autoridades. Desde entonces, todo el cine que se hace con ese contexto policiaco/militar, se hace con la intención de ensalzar esa labor que generó tanta desconfianza.

Durante varios años, el concepto policiaco se convirtió en un tanto cliché, ya que las estructuras narrativas eran muy similares. La gente, sobre todo la que estaba fuera de EEUU, sentía el contenido muy repetitivo y aburrido.

A pesar de esa reiteración de eventos narrativos, nos encontramos con algunos thrillers policiacos (algunos enfocados a asesinos en serie) que harán que esas dinámicas de contenido se sientan que han desaparecido:

Un gran ejemplo es la magnífica película El silencio de los corderos (Jonathan Demme) donde Clarice, una agente del FBI deberá aliarse con el asesino en serie y caníbal, Hannibal, para meterse en la mente de otro asesino en serie. La tensión y la curiosidad está en todo momento a flor de piel.

Con la desaparición de una asesina Mark Ruffalo y Leonardo DiCaprio se adentran en Shutter Island (Martin Scorsese), una isla con un hospital psiquiátrico donde deberán investigar lo ocurrido. La narrativa policial termina viéndose oculta tras el thriller psicológico, donde a cada escena una nueva incógnita aparece.

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Escena mítica de «Shutter Island».

Continuando con títulos policiacos, tenemos el caso de Seven y Zodiac, dirigidas por David Fincher. Ambas películas rodean la figura de los asesinos en serie, además son asesinos que siguen un patrón concreto: Uno se inspira en los siete pecados capitales y, el otro, además de estar basado en hechos reales, utilizan el horóscopo, de hecho se le denomina al asesino como el asesino del Zodiaco.

Mencionando más directores, reyes del thriller policiaco, tenemos a Christopher Nolan. Su filmografía es amplia, pero quiero hablar mencionar y destacar dos títulos: Memento y Origen. Estos dos títulos podría haberlos desarrollado perfectamente en el otro tipo de thriller predominante, ya que juega y engaña al espectador, haciéndole dudar todo el rato, pero dada la predominancia de esas investigaciones, se quedan en este apartado.  Es increíble el desarrollo narrativo de ambas, cómo nos mantienen pegados a la silla y cómo nos hace cuestionarnos todos y cada uno de los eventos.

Finalmente, quiero cerrar mis menciones especiales sobre este subgénero con una película mítica: Psicosis, del ilustrado rey del cine de terror Alfred Hitchcock. Psicosis es una maravillosa aventura de incógnitas, donde en ningún momento sabemos con certeza qué está ocurriendo. Este título nos lleva a uno de los momentos más míticos del cine y con uno de los giros finales de guion digno de thriller de asesinos.

Como bien comentábamos antes, el thriller en Estados Unidos se enfoca desde lo policiaco y la figura de los asesinos, al igual que desde la psicología.

Al principio del artículo definíamos qué era el thriller, y qué no es el suspense que aquello que juega con nuestra mente. El thriller psicológico nos hace dudar, nos hace sorprendernos con unos giros de guion, hace que la mandíbula inferior caiga por su propio peso, asombrándonos.

A mi parecer, España hace mejor cine psicológico, ya que siento que el estadounidense tiende a ser cliché. Pero también hay que reconocer que hay una serie de títulos que, si no lo habéis visto, los recomiendo con creces. No solo juegan con la mente del jugador, haciéndole dudar todo el tiempo, sino que sus giros o “plot twist” finales, son historia.

Rescatando lo mencionado sobre David Fincher, hay que destacar otro título en el que podemos ver esa predominancia de la psicología y la duda. Es con el título The Game, donde Michael Douglas deberá enfrentarse a unas series de juegos de acción que le obliga a participar su hermano, llevándolo a unos terrenos de moralidad dudosa.

Con un tono similar, tenemos El escondite (John Polson), donde Robert de Niro junto con una muy joven Dakota Fanning se mudan a una casa en el bosque para superar el trauma del suicidio de la madre y esposa de ambos. Tras esta mudanza, la niña hablará sobre un amigo imaginario que nos planteará más de una incógnita.

Seguimos con el maravilloso Cisne negro (Darren Aronofsky) donde nos meteremos en la piel de una bailarina con miedos y altas expectativas sobre su trabajo. Hace una increíble reflexión sobre cómo puede llegar a afectar el mundo del espectáculo a la mente de una persona, llegando a perderse el límite entre lo que creemos real y lo que creemos ficticio.

Para finalizar, hay dos directores que siento que son los reyes de las incógnitas y suspense. 

El primer nombre que siento obligatorio mencionar es el de M. Night Shyamalan, cuya lista de películas da para un artículo solo, pero quiero destacar dos. Para empezar, quiero hablar de El Sexto Sentido. Es cierto que la película habla de fantasmas, solo hay que recordar la frase que define a esta película “En ocasiones veo muertos”. Pero la película no busca que pasemos miedo ante una entidad de otro plano. En este película lo que se busca es plantearle incógnitas al espectador, hacer que le de vueltas a la cabeza sobre lo que está sucediendo con este pequeño niño y su psicólogo.

Otro título que debo destacar y, sobre todo, recomendar es El bosque (The Village). Nos sitúa en una aldea apartada de la civilización. Se dice que está maldita por unos seres que rodean los límites de la misma, impidiendo a sus habitantes salir de ella. Ante esta premisa, podemos pensar que no cuadra en este tipo de género. Pero sí que entra, narrativamente comparte muchos rasgos de este tipo de películas, el suspense lo mantiene constantemente y el giro final… Es alucinante.

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Fragmento de la película «El bosque».

El otro director que quiero destacar como un mago del suspense y de la tensión, a la vez que aprovecha otras predominancias narrativas del género del terror, es Jordan Peele. Es cierto que Candyman, Nosotros, Déjame salir y ¡Nop! tienen mucho de Slasher, pero también saben jugar con lo psicológico y las incógnitas de qué está pasando.

El thriller es un concepto muy amplio para ser definido. Aunque no hay que negar que se puede definir mediante patrones, como hemos visto. A fin de cuentas, con este tipo de películas, por mucho que los giros cambien y los arquetipos sean diferentes, siempre se intenta apelar a lo mismo: que el espectador se cuestione cada acción de los personajes y que dude de cada evento que está sucediendo.

No hay mayor satisfacción que resolver una incógnita que te persigue durante un tiempo. ¡Qué mejor que te la resuelvan de buena forma en menos de 2 horas!