Del 22 al 27 Septiembre 2025 desde 35 milímetros asistimos a la 73ª edición del Festival de Cine Internacional de San Sebastián en la que pudimos ver hasta 25 películas, varias de ellas siendo las más importantes del año, durante las dos semanas posteriores hemos escrito nuestras opiniones de ellas para poder compartirla con vosotros.
Esta crónica se divide en dos partes, siendo esta la de las secciones alternativas como Perlak u Horizontes Latinos y luego teneis la de la sección oficial que estuvieron tanto en la competición como fuera de la misma.
PERLAK
- LA GRAZIA – Álvaro García-Baquero
La nueva película de Paolo Sorrentino, apenas un año de haber sacado su más reciente obra, trata sobre políticos, pero no se trata de ellos, no va ni de corrupciones ni escándalos ni adoctrinamientos, va sobre como se acerca el fin del poder y cómo es que en la vida aparte de estar guiado los recuerdos por el amor, pero siempre quedarán dudas en el aire, esas que no dejan descansar a la mente, nos perturba y nos deprime, pero la vida es eso al fin y al cabo, el intento de culturizarse y conocer en una realidad demasiado grande.
Los personajes son muy humanos en la película, sobre todo un Toni Servillo, cuya presencia apodera y cuyo personaje emociona y conmueve, moviéndoselo entre la duda y el amor perdido, es testigo de los cambios culturales y generacionales, las cuáles desáfian unas políticas, que sinceramente ya le empiezan a dar igual a este punto, la propia decisión de indultar a dos criminales por la eutanasia, así de como la propia ley es un tema que no deja de ser insistido por los personajes hacia el protagonista, presidente ya en decadencia y con un deseo de volver a ser humanista.
La película a pesar de estos temas profundos, es sorprendentemente accesible al público general, a parte de los grandes personajes que tiene, también esta apoyado por un humor encantador que sabe cuando meterse en la historia, gracias a la escritura y las actuaciones llenas de corazón que abundan la obra, también contiene alguna de las escenas más hermosas de lo que se lleva del año, destacando sobre todo el principio y el plano final antes de la escena post-créditos, emocionante y original.
La música también es clave, se mezcla diferentes estilos musicales, incluyendo el electrónico, muy importante para representar el avance actual de la vida, y cuyo protagonista empieza a escuchar rap, y a diferencia de ‘Challengers’, la música no llega a estorbar la historia y no se siente repetitiva, hay variedad y un sentido narrativo.
Sin embargo, es verdad que aunque la película es muy disfrutable, se llega a extender bastante en el final, el cuál contiene varias líneas y planos maravillosos y conmovedores pero sí que puede llegar a sentirse como sobre-explicado, y sí que es verdad que hay un par de escenas cómicas con interpretación, que se sienten fuera de tono con la historia y no añaden mucho sinceramente, aunque es solo ese par ya que el resto de la comedia y el drama funciona muy bien.
Una línea de la película define ‘La Grazia’ como la belleza de la duda, y así es como se podría resumir la nueva obra de Sorrentino, una de las más accesibles al público general debido a su encanto pero sin perder la profundidad ni su firma en una de las películas más interesantes y emocionantes del año.
Nota: 8/10

- BUGONIA – Álvaro García-Baquero
Yorgos Lanthimos presenta su nueva cita anual junto a Emma stone (¿Y también Jesse Plemons?) en este remake de la película sur-coreana “Save the Green Planet!”, una comedia negra muy turbia, la cuál personalmente me gustaría poder haber visto con anterioridad, aunque compañeros me han comentado que Lanthimos se toma unas cuantas libertades que la varía de la original.
Aquí nos volemos a encontrar con el Lanthimos más nihilista, tirando más por la divisiva “KINDS OF KINDNESS” que por la aclamada pero comercial “Pobres Criaturas”, Lanthimos se siente cómodo con su estilo de dirección tanto artística como actoral, sabe como crear una atmósfera bizarra e incomoda y no le teme nada a los temas tabú ni al humor negro más amargo, pero sabe variar, no repite ni trama ni esquema como Wes Anderson, creó que se debe a que el griego no escribe desde “El sacrificio del cuervo sagrado” sus propios guiones con la excepción de su película anterior.
El reparto pero destacando a Jesse Plemons, esta increíble, se recrea esa atmósfera tan característica y propia, y los temas que plantean son interesantes de por sí como la denuncia a la industrialización o la destrucción de la naturaleza, ahora bien, a quien no sea fan del director no se la recomiendo, y es que aunque para mí sea una alegría al ser fan, no resulta tan extrema como “KINDS OF KINDNESS” si es una fabula muy oscura que engancha y es divertida pero entiendo que incomode, el único pero que le daría sería al final que aunque el giro es un buen remate y el final plantea una reflexión muy desesperanzadora pero interesante sí que se llega a alargar y hubiera sido más interesante el dejar abierta la interpretación.
Se ame o se odie, Lanthimos ha conseguido lo que pocos directores consiguen y es marcarse un territorio totalmente libre cuyas películas no dejan de fascinar ni de entretener ni de divertir ni de perturbar profundamente.
Nota: 8/10

- THE STRANGER (EL EXTRAÑO) – Carlos Mera
«The Stranger» (El extranjero), publicada en 1942, es una de las obras más importantes del escritor y filósofo francés Albert Camus, figura central del pensamiento existencialista y del absurdismo. Escrita durante los años de la Segunda Guerra Mundial, la novela refleja la visión de Camus sobre la absurdidad de la vida y la imposibilidad de encontrar un sentido racional en un mundo indiferente. La publicación de The Stranger supuso una revolución literaria y filosófica, al presentar un personaje que encarna la alienación del individuo moderno y la confrontación con lo absurdo. La novela consolidó a Camus como una de las voces más originales del siglo XX y abrió el camino a una nueva forma de entender la literatura como reflexión sobre la existencia, la libertad y el sentido de la vida.
Más de ochenta años después de su publicación llega la adaptación cinematográfica, que nos posiciona en Argelia, años 30. El apático francés Meursault muestra una total indiferencia ante la vida por resultarle absurda e inabordable, por lo que se siente un extranjero en su propio entorno. Después de un pequeño “accidente” Meursault deberá abstenerse de la consecuencias de sus actos mientras lucha por superar la pérdida de su madre, los problemas con su vecino y su recién comenzada relación.
La película me ha sorprendido profundamente, desde el comienzo, se siente que tiene un estilo muy propio, una identidad visual y narrativa que la distingue de cualquier otra. Su estética es impecable, cuidada en cada detalle, con una belleza que no busca deslumbrar, sino envolver al espectador en su atmósfera. Gracias a la puesta en escena y su dirección, que hace que nos sintamos un personajes más dentro de la historia. Estos mismos personajes están perfectamente equilibrados, cada uno con su peso justo en la historia y una humanidad que los hace fáciles de comprender y, sobre todo, de sentir cerca.
El ritmo pausado puede parecer lento al principio, pero resulta esencial para desarrollar una historia que necesita respirar, para permitir que cada mirada, cada silencio y cada gesto tengan significado. Es un relato lleno de intriga y fascinación, donde nada es gratuito y todo parece estar ahí por una razón. En conjunto, la película logra algo difícil: mantenernos atentos, curiosos y emocionalmente conectados hasta el final, dejando una sensación de sorpresa y admiración que perdura.
Por supuesto que tiene cosas que no funcionan del todo, en ocasiones llega a volverse demasiado absurda o sobre todo el hecho de conectar con el protagonista debido a su pasividad a la hora de afrontar los problemas. Camus siempre tiene ese estilo característico y personales, pero en ocasiones cruza esa línea de volverse algo pedante y excesivo, y esta adaptación sufre en por momentos de este problema. Aún así es una gran película, con un estilo cuidado y un sello personal, único y de lo más interesante.
Nota: 7/10

- EL AGENTE SECRETO – Álvaro García-Baquero
La nueva película del cineasta brasileño Kleber Mendonça Filho fue una de las más celebradas en el pasado festival de Cannes, alzándoselos con los premios de Mejor Director, Mejor Actor y el premio FRIPRESCI, al igual que el aplauso de la critica internacional quien ya la pone como una de las mejores películas del año, por lo que le esperará una trayectoria comercial interesante.
El prologo, es sin duda lo mejor de la película, una mezcla entre humor negro y suspense pero tratado con un realismo y crudeza brutal, causa intriga sobre cuál es la historia que nos va a contar y la primera parte sigue reflejando eso, introduciendo unos personajes que se ganan fácilmente la simpatía del espectador y una trama policial que se desarrolla de manera interesante.
Sin embargo el momento en el que la película se dispara en el propio pie sería en cuanto aparecen unos flashfowards al presente con unas estudiantes, con una calidad que no tiene nada que ver con lo que se nos había presentado y tras empezar la parte dos, empiezan a aparecer problemas.
Se siguen introduciendo personajes y tramas que solo alargan la historia más de lo necesario y puede llegar a caer en lo repetitivo por lo que la tensión se pierde y esto no sería tan grave si el final hubiese sido satisfactorio, aunque la tercera parte empieza con buena tensión y acción, la mayoría de los muchos personajes que tanto se habían introducido en los dos primeros actos desaparecen completamente el conflicto principal se resuelve fuera de pantalla de una manera insultantemente anti-climática con un horrible epilogo.
El epilogo te expone con dialogo una reflexión vaga sobre la dictadura y sus valores de producción dejan bastante que desear tanto en el dialogo, como en las actuaciones y hasta la dirección y el ritmo, ademas de que alarga demasiado una historia que quiere ser o podría haber sido épica pero no se le da el trato justo.
La actuación de Moura e buena y la dirección de Mendonça Filho es bastante decente a excepción de las escenas del presente, pero resulta incomprensible cómo es que gano premios tan grandes en esa categoría en el festival de cine más grande e importante y resulta una pena que una película que empezó tan bien, tenía potencial y podría haber dado una reflexión interesante sobre la dictadura militar de Brasil, acabé siendo un desastre de tono y ritmo que acaba alargándose y pasa del interés a la decepción.
Nota: 5,5/10

- VALOR SENTIMENTAL – Álvaro García-Baquero
La nueva película del noruego Joachim Trier, quién con cada película que saca se va haciendo cada vez más reconocido, conmovió en esta pasada edición del festival de Cannes, quedándoselos muy cerca de ganar la prestigiosa Palma de Oro, alzándose con el Grand Prix, y es una apuesta muy fuerte para los premios de este año, puede que incluso Trier se acabe llevando a casa su osado Oscar.
Justo después de la amarga decepción que supuso “El Agente Secreto”, esperábamos encontrarnos con una obra superior y aunque tiene puntos muy fuertes que hacen que podamos entender la conmoción del público frente a esta película, personalmente a nosotros nos ha parecido algo superficial e inconsistente.
La película inicia con un montaje espantoso, con un ritmo muy acelerado y demasiada información escupida al espectador en dos minutos y de ahí pasamos al presente y comienza una historia sobre la redención personal mediante el arte y su integridad artística, los traumas familiares y la depresión…y muchísimo más.
Trier plantea algo interesante en su decisión de grabar la parte principal con cámara en mano, le da un estilo distintivo, el problema es que queda totalmente desaprovechado, al ser utilizado en gran parte del metraje, la novedad se convierte en lo cotidiano y a la hora de los momentos emocionales o de estrés, no se puede empatizar tanto debido a que tiene el mismo tono que el resto de escenas, llega a resultar al final bastante monótono y la novedad que rompe con la estética se encuentra en los flashbacks que están horriblemente montados y con una narración muy acelerada y precipitada.
Se nota que el director consiguió que los actores se metieran muy bien en sus papeles, sus actuaciones son muy sinceras a pesar del guion y es sin lugar a dudas lo mejor de la película, creando momentos emotivos y lo que probablemente haya conmovido a critica y público en festivales, pero narrativamente aunque haya un tema principal, la cuál es la redención familiar mediante el arte, decide meter otros temas como es la depresión o hasta el holocausto, los cuáles se tratan de manera superficial y se siente más manipulador, las actuaciones convencen pero no se le da la misma importancia a unos personajes que tienen intención de ser complejos pero acaban siendo el mismo arquetipo melodramatico.
Lo que podría haber sido una reflexión interesante sobre el cine y el arte como terapia emocional y familiar acaba sintiéndose tan superficialmente tratado y dirigido de manera tan monótona que acaba creando un tono inconsistente, que al final se siente menos como un drama profundo e intimista y más como un drama barato que ponen en Antena 3, una pena enorme ver tanto potencial desaprovechado y sobre todo que demasiada gente haya picado en el anzuelo, al menos hay un par de chiste meta-referenciales muy buenos.
Nota: 5/10

- JAY KELLY – Álvaro García-Baquero
La nueva comedia dramática de Noah Baumbach producida por Netflix, protagonizada por George Clooney, Adam Sandler, Laura Dern y muchísimos más en un reparto estelar no sonaba como la gran cosa y sin embargo acaba sorprendiendo en una historia meta-cinematográfica sobre la cultura de la fama y la soledad disfrazada de comedia dramática.
Este es un ejemplo de todo lo que Joachim Trier intentó hacer en Sentimental Value y lo poco que acabo diciendo con sus temas limitándosela al sentimentalismo, Baumbach recae en un sentimentalismo también pero a parte del corazón que le pone a sus personajes, también se le da una profundidad interesante.
La dirección se siente más ambiciosa que en otras obras del director con travellings y planos secuencias preciosos sobre todo en un principio magistralmente dirigido que te presenta de manera impecable a los personajes y el entorno, al igual que las preciosas secuencias de flashbacks, nada que ver con las de Sentimental Value que son de vergüenza en comparación, y se usa para profundizar en la psicología del geocéntrico pero interesante y empático protagonista titular interpretado por Clooney consiguiendo entregar varios momentos muy emocionales y fuertes, difuminando la línea entre la realidad y la ficción del cine, la cuál a veces se siente más real.
Clooney también hace uso de esta película para reflexionar sobre su carrera, sobre todo en un final meta-referencial que afortunadamente no da cringe y lo utiliza del mismo modo que Murray hizo con Lost in Translation o Adam Sandler en Hazme Reír, quien también co-protagoniza la película y entrega varios de los momentos más emotivos en la película.
Todos los personajes poseen una gracia y una humanidad impecable con un exquisito guion que es gracioso, profundo y emotivo a la vez, se siente cercana a la vez que personal para el equipo, una película preciosa que reflexiona sobre el precio de la fama en las relaciones personales y los recuerdos que se crean a través del rodaje, una inesperada y bella sorpresa.
Nota: 8/10

PREMIO DONOSTIA
- DIE MY LOVE – Álvaro García-Baquero
Martin Scorsese sabe encontrar oro oculto y profundo, y la novela en la que se basa la película no es excepción al igual que su sabia decisión de recomendársela a hacer a la autora Lynne Ramsay y a una Jennifer Lawrence, que hace tiempo que no se sentía tan potente como cuando inició su carrera.
Después de dos decepciones seguidas de Cannes, las cuáles llegaban a caer en lo fácil y obvio, Ramsay crea una fabula simbólica, perturbadora a la vez que melancólica y muy original para representar la depresión post-parto, todo a través de una perspectiva completamente emocional en la que te obliga a entrar y empatizar con el personaje para escuchar la historia.
Se pueden sacar varias interpretaciones, respecto al uso de la naturaleza cómo estado emocional y humanista, digno de Tarkovsky o el comportamiento animal que la protagonista suele hacer para representar sus impulsos sexuales y emocionales, así como el color negro del caballo o el amante como medio de escape en la oscuridad, una relación intensa que se ve muerta por la madurez, el paso del tiempo y sobre todo, el bebé.
Una constante negación por el dejar morir, el vivir salvajemente para siempre, por supuesto que se encuentra un sentimiento maternal muy fuerte, aunque debe ser porque es lo único que le quedaría ahora, al ver como su salvaje juventud se va apagando, su humanidad se va viendo más restringida a las normas acordé a la sociedad adulta y la llama que daba fuego al amor se va apagando, y la llama se intenta volver a encender a lo largo de la historia pero la naturaleza se ha muerto, ya no hay espacio para la vivida pasión de aquella inocente y salvaje juventud.
Lynne Ramsay hace un uso muy inteligente de la música, alternando entre géneros más relajantes a intensos, y en su intenso montaje para trasladarnos unas emociones complejas y la dupla Lawrence y Pattinson lo dan tono en sus actuaciones para unos personajes que a pesar de ser imperfectos o locos, se ganan fácilmente la simpatía del espectador en una experiencia intensa, simbólica y puramente emocional.
Nota: 8/10

HORIZONTES LATINOS
- UN CABO SUELTO – Álvaro García-Baquero
En la sección “Horizontes Latinos”, nos encontramos con el debut de Daniel Heller, cuya historia llamó la atención a los inversores en la pasada edición y que se hizo con la mención especial, y resulta fácil entender sus razones, ya que la película en papel es un concepto muy arriesgado mezclando diferentes géneros y tonos que podrían funcionar.
Se nota en la dirección que el cineasta le puso pasión a esta historia, la cuál para mi hace ecos a ‘Pickpocket’ de Robert Bresson, ya que ambas obras comparten a un protagonista que actuándosela por mero impulso, para poder sobrevivir, sin embargo a diferencia de la obra de Bresson, Heller no llega a profundizar lo suficiente en el personaje y lo que podría ser un estudio de personaje interesante acaba sintiéndose como algo mundano y cíclico en cuanto a la narrativa, y ya si eso le añadimos el final anticlimático que deja.
También como comedia, algunos chistes funcionan, otros tiene potencial y varios simplemente te dejan frío ni ofenden, además de un romance que pretende ser tierno en su incomodidad, como en ‘Fallen Leaves’ de Kaurismäki, pero que una vez más se acaba quedando en la superficie por no profundizar demasiado, tiene demasiadas ideas y conceptos en busca de un estilo propio, que no le da tiempo a desarrollarse en tan solo 95 minutos, aun así animo al director en sus siguientes obras a encontrar su estilo definidido, algo hay.
Nota: 5/10

PROYECCIONES RTVE
- LA CENA – Carlos Mera
La representación de Franco en el cine español ha sido escasa y muy cambiante a lo largo del tiempo. Durante la dictadura, su figura apenas aparecía en pantalla y, cuando lo hacía, era en noticiarios o documentales propagandísticos que buscaban exaltar su imagen y legitimar el régimen. Tras su muerte en 1975 y con la llegada de la democracia, el cine comenzó a abordar su figura de manera más crítica, aunque con cautela. Durante la Transición se prefería hablar del franquismo como contexto histórico más que del dictador en sí, utilizando metáforas o situando la acción en la posguerra y en la vida cotidiana de los ciudadanos. A partir de los años 90 y 2000, con el auge del cine histórico y la recuperación de la memoria, aparecieron más películas que trataban el franquismo de forma directa y crítica, aunque la figura de Franco en sí seguía siendo más un trasfondo que un personaje central. Hasta que ha llegado el cineasta Manuel Gómez Pereira dispuesto a presentarnos la versión del caudillo más enfocado hacia la crítica, la memoria y, en ocasiones, la ironía.
“La cena” cuenta como dos semanas después de acabar la Guerra Civil, Franco solicita una cena de celebración en el Hotel Palace. Un joven teniente, un maître meticuloso y un grupo de prisioneros republicanos expertos en cocina, deben preparar un banquete impecable en tiempo récord. Todo parece ir sobre ruedas, pero en la cocina se trama algo más que un menú. La fuga está servida.
La principal motivación para querer ver esta película sin duda viene presidida por el elenco, estando encabezado por una dupla protagonista como son Mario Casas y Alberto San Juan, ambos actores dramáticos pero que en este caso se unen a la comedia para crear un dúo divertido y que es acompañado por unos grandes secundarios, sin embargo, lo que no esperaba era encontrarme con una propuesta tan divertida y, sobre todo, tan entretenida. En general, incluso podría decir que fue más interesante de lo que imaginaba, desde el principio la historia consigue atraparte con un ritmo ligero y situaciones que, aunque sencillas, resultan efectivas. Acompañados con una gran puesta en escena y la forma en que se desarrollan las interacciones entre los personajes. Hay una química muy palpable que hace que todo fluya con naturalidad, logrando que el espectador se sienta parte de ese universo. Se nota que hay un esfuerzo por darle frescura a cada diálogo y a cada situación cotidiana, lo que le da a la película un encanto especial.
Ahora bien, eso no significa que todo sea perfecto. La película también peca en varios aspectos que resultan menos atractivos. Algunos pasajes se sienten algo repetitivos y ciertos recursos narrativos no terminan de explotar al máximo. Además, la dirección, si bien cumple con su cometido, tiene un tono algo neutro que le resta personalidad al conjunto. No llega a arruinar la experiencia, pero sí deja la sensación de que con un poco más de atrevimiento y creatividad podría haber sido una obra mucho más redonda.
En conclusión, no se trata ni de lejos de una gran película, pero sí de una propuesta encantadora y agradable. De esas que, sin revolucionar nada, logran dejarte de buen humor y hacerte pasar un rato muy ameno. Una cinta sencilla, con carisma, que demuestra que a veces no hace falta ser extraordinario para resultar memorable.
Nota: 6.5/10

- LA TREGUA – Carlos Mera
España no participó oficialmente en la Segunda Guerra Mundial, pero el conflicto tuvo un fuerte impacto en el país. Tras la devastadora Guerra Civil (1936–1939), España estaba arruinada, con una economía colapsada, hambre, represión política y una dictadura recién consolidada bajo Francisco Franco. España adoptó una postura ambigua: permitió el envío de voluntarios a combatir junto a los nazis en la División Azul y ofreció cierta ayuda logística al Eje, aunque sin comprometerse plenamente. A medida que la guerra se inclinó a favor de los Aliados, Franco volvió a una neutralidad estricta para proteger su régimen. Las consecuencias fueron duras: al finalizar la guerra, España quedó aislada internacionalmente, señalada como un Estado cercano al fascismo y excluida de la ONU en 1945. Haciendo que la Segunda Guerra Mundial la condenara a años de hambre, aislamiento y atraso, al mismo tiempo que garantizó la supervivencia de la dictadura franquista.
“La tregua” habla de una de las etapas que afectó a España ya que durante la II Guerra Mundial, la gélida estepa de Kazajistán albergó Spassk 99, un gulag soviético donde la URSS hacinaba a los enemigos del pueblo. Entre ellos los dos bandos de españoles: soldados republicanos formados por la URSS, que fueron condenados al querer salir de Rusia cuando acabó la guerra en España, y voluntarios de la División Azul, capturados tras luchar junto a los nazis en Leningrado. Enemigos naturales que deberán dejar a un lado sus ideologías y unirse.
El cineasta Miguel Ángel Vivas se ha consolidado como un director capaz de retratar la violencia y la intensidad con un estilo muy personal, que no rehúye mostrar lo más crudo y perturbador de la condición humana. En películas como “Secuestrados”, “Tu hijo” y “Asedio” ha dejado clara su inclinación por construir atmósferas opresivas, donde la tensión no da respiro y la violencia se convierte en un elemento narrativo esencial, no solo como recurso visual, sino como motor dramático que revela las debilidades y contradicciones de sus personajes. Esa puesta en escena tan dura y a menudo desagradable es lo que le ha dado identidad y lo ha distinguido dentro del panorama del cine español contemporáneo. Ahora, con “La tregua”, Vivas amplía ese camino al adentrarse en el terreno del drama bélico, aunque lo hace incorporando también códigos del cine carcelario. Presentando así una de las propuestas más interesantes que hemos tenido este año.
Una película intensa, dura y de un realismo que golpea de frente, capaz de transmitir la crudeza de la guerra sin edulcorar ni caer en recursos fáciles. Es cierto que en algunos pasajes puede volverse algo pedante o incluso confusa, ya sea por su ritmo irregular o por la manera en que se estructura el relato, pero aun así se sostiene como un auténtico ejercicio de cine bélico moderno, con una puesta en escena que busca incomodar y al mismo tiempo conmover. En la película se crea una dualidad entre los dos personajes protagonistas interpretados por Arón Piper y Miguel Herrán, mostrando con detalle la evolución de su relación y cómo se construye a lo largo de la historia, en medio de circunstancias extremas que ponen a prueba su humanidad y sus límites. Su fuerza no solo reside en las secuencias de acción o en la recreación del conflicto, sino también en la manera en que se acercan los personajes, mostrando sus miedos, contradicciones y vulnerabilidades. Con personajes y secuencias, tratados con una sensibilidad notable, consiguiendo dejar una huella emocional, y el cuidado en el desarrollo de los protagonistas aporta un grado de humanidad que enriquece la narración.
En conjunto, es una obra que apuesta por un retrato desgarrador pero también reflexivo, reafirmando la capacidad del cine bélico para ir más allá del espectáculo y convertirse en una experiencia profundamente emotiva, donde la construcción de relaciones humanas es tan importante como la tensión de la guerra.
Nota: 7/10
GAIZKA URRESTI
- ELOY DE LA IGLESIA, ADICTO AL CINE – Carlos Mera
“Eloy de la Iglesia, Adicto al cine”, documental hecho por y para amantes del cineasta.
Eloy de la Iglesia es uno de los cineastas más importantes de nuestro país, conocido por su cine comprometido y provocador, centrado en temas como la marginación, la homosexualidad, la violencia, la drogadicción y la crítica social. Fue uno de los primeros directores españoles abiertamente homosexuales y destacó por su estilo realista y directo, con películas emblemáticas como “El pico”, “Navajeros” o “Los placeres ocultos”. Su obra se desarrolló durante el final del franquismo y la Transición, una etapa en la que el cine español experimentó un cambio profundo, pasando de la censura y la represión ideológica a una mayor libertad creativa. En ese contexto, surgió un cine que abordaba abiertamente los problemas sociales y políticos de la época, reflejando las tensiones de una España en transformación. Eloy de la Iglesia se convirtió así en una voz crítica y singular dentro del panorama cinematográfico español.
Han pasado casi veinte años desde el fallecimiento de Eloy de la Iglesia, y ahora llega este documental que nos invita a redescubrir su figura desde una mirada íntima y profunda. En esta obra no solo se relatan sus vivencias como cineasta, sino también su compleja vida personal: los obstáculos que tuvo que enfrentar, las heridas que marcaron su camino y la forma en que su visión del cine transformó la manera de entender la realidad en la gran pantalla. Se trata, sin duda, de uno de los documentales más honestos y emotivos del año, un viaje por la vida de Eloy y por las personas que dejaron huella en su historia, revelando una existencia tan trágica como apasionante. Además de acercarnos al hombre detrás de la cámara, el documental nos sumerge en el contexto del cine español de su época: un periodo de cambios políticos, sociales y culturales donde el arte cinematográfico se convirtió en una herramienta de expresión, denuncia y libertad. A través de su historia comprendemos no sólo cómo se hacía cine en aquellos años, sino también cómo este influía en la sociedad, en la política y, sobre todo, en la cultura de un país que buscaba su identidad tras décadas de represión.
Como conclusión, estamos ante uno de los documentales más relevantes y necesarios del cine español contemporáneo. Una obra que no solo rinde homenaje a la figura de Eloy de la Iglesia, sino que también representa un símbolo de cambio, de protesta y de rebelión frente a los límites impuestos por la sociedad y la censura de su tiempo. Este documental nos recuerda la fuerza del cine como medio de expresión y como espejo de la realidad, reivindicando la valentía de quienes, como Eloy, utilizaron la cámara para cuestionar, denunciar y transformar.
Nota: 7/10

ZABALTEGI TABKALERA
- TWO SEASONS, TWO STRANGERS – Álvaro García-Baquero
Ganadora del festival de Locarno, esta película japonesa de Sho Miyake, la cual adapta un manga cuenta dos historias simples compartidas en una misma narrativa con pocos recursos pero utilizados sabiamente.
La historia se siente referente a la de varias películas del cineasta surcoreano Hong Sang-soo y lo digo en el buen sentido, no solo por ser la historia de una guionista surcoreana solitaria que reside en Japón sino también por compartir el tema de extraños que se conocen y afrontan juntos la dificultad de la comunicación en terrenos lejanos y apartados, aunque aquí se hace un hincapié muy importante a la naturaleza.
A pesar del ritmo lento es utilizado sabiamente, los planos largos con cierto aire poético que aportan significado y sirven para acercarte o alejarte más de los personajes, la primera historia es un cuento adolescente romántico que se siente desolador mientras que la segunda que es más apartada se siente cómo algo más esperanzador sin perder la coherencia y hay un giro muy interesante a mitad que sabe traicionar muy bien ambas.
La reflexión que Miyake hace con sus personajes es sobre la asolación y el intento de encontrar una paz interna en una sociedad cada vez más poblada pero más individualista, en ese sentido comparte el pesimismo de la urbanización frente a la naturaleza, solo que aquí es donde incluso extraños pueden formar conexiones de una manera u otra o sentir La paz.
El ritmo es lento pero no cansino, sabe tener la duración justa para que funcioné y a pesar de la melancolía presentada al inició, también se puede encontrar cierta esperanza y paz, un alegato al arte y la comunicación necesaria en tiempos como estos. Una de las sorpresas más agradables del festival que demuestra que en lo simple se puede hallar sabiduría y profundidad.
Nota: 8/10

OTRAS ACTIVIDADES
- VERANO TRIPPIN – Carlos Mera
En el cine de comedia, las drogas suelen utilizarse como recurso narrativo y humorístico más que como un reflejo realista de su consumo. Muchas películas recurren a situaciones absurdas o exageradas provocadas por el uso de marihuana, alucinógenos o alcohol para generar risa a través de malentendidos, comportamientos ridículos o aventuras descontroladas. Este recurso se apoya en la transgresión: lo prohibido o tabú se convierte en motor de situaciones cómicas, a menudo ridiculizando los estereotipos de consumidores o parodiando el miedo social hacia las drogas. En ese sentido, el uso de las drogas en la comedia cinematográfica funciona más como un detonante de caos y risas que como un comentario profundo sobre la sociedad o la salud.
“Verano Trippin” es la nueva comedia argentina que cuenta como en un pueblo de la Patagonia, dos amigas adolescentes buscan escapar de la monotonía del verano. Deciden embarcarse en una aventura para explorar el mundo, pero su viaje las lleva por un camino inesperado. Lo que comienza como una escapada emocionante se transforma en una situación peligrosa marcada por traiciones que pone a prueba su amistad.
Sin duda, “Verano Trippin” se consolida como un refrescante soplo de aire dentro del panorama actual de la comedia, lejos de buscar trascender con grandes pretensiones o mensajes profundos, la película apuesta por algo mucho más simple y honesto: ser una experiencia divertida y ligera, ideal para desconectar del día a día y dejarse llevar por el humor y la espontaneidad de sus protagonistas. Esta misma destaca especialmente por la química entre su dupla principal, dos amigas cuya complicidad y carisma logran sostener gran parte del relato. Juntas emprenden un viaje tan disparatado como entrañable en busca de un sueño que, aunque no siempre las lleva por el camino correcto, termina convirtiéndose en una aventura llena de momentos impredecibles, risas y lecciones disfrazadas de caos. Una película que no pretende reinventar el género, pero sí recordarnos la importancia de disfrutar el trayecto, incluso cuando las decisiones son erráticas o las circunstancias absurdas. Es una comedia que brilla por su ritmo ágil, su energía veraniega y ese toque de locura que la convierte en una propuesta ideal para quienes solo quieren pasar un buen rato frente a la pantalla.
Nota: 6/10

PELÍCULA SORPRESA
- FRANKENSTEIN DE GUILLERMO DEL TORO – Carlos Mera
«Frankenstein o el moderno Prometeo», escrita por Mary Shelley en 1818, cuenta la historia de Víctor Frankenstein, un científico que crea una criatura con restos humanos y, al rechazarla por su aspecto, provoca una tragedia marcada por la soledad y la venganza. La novela reflexiona sobre los límites de la ciencia y la responsabilidad del ser humano ante sus actos. Con el paso del tiempo, Frankenstein se convirtió en un símbolo del cine de terror y ciencia ficción, con adaptaciones que comenzaron en los años 30 y numerosas reinterpretaciones posteriores. Su figura ha evolucionado desde el monstruo clásico hasta una metáfora moderna sobre la creación, la ética y el miedo a lo desconocido.
El ya reconocido cineasta Guillermo del Toro, cumple uno de sus sueños pudiendo adaptar no solo una de sus películas favoritas, si no en general una historia que lo marcó como cineasta. La película cuenta la historia del doctor Frankenstein, un científico brillante, pero egoísta, que dará vida a una criatura en un experimento monstruoso que eventualmente lleva a la ruina de ambos, el creador y la creación. Después de darlo por muerto, esta criatura buscará a su creador durante años.
La película sorpresa del festival no podía ser otra que la que ya se perfila como una de las mejores del año: la versión de Guillermo del Toro de este clásico de la literatura; una película que rebosa estilo, sensibilidad y un cuidado extremo por la puesta en escena, logrando que el espectador sea transportado directamente al corazón de la historia, como si estuviera viviendo cada momento junto a los personajes. Del Toro logra algo muy difícil: mantener la fidelidad a la novela original, respetando el espíritu del relato de Mary Shelley, pero al mismo tiempo imprimiendo su sello único. Una mezcla de magia, oscuridad y humanidad que convierte la historia en un experimento. Desde el primer instante, la película atrapa, permitiéndonos entender las motivaciones de cada personaje, explorar su locura y sus contradicciones, y sobre todo, generar una empatía profunda hacia el monstruo, muchas veces más humana que la que sentimos hacia los propios seres humanos de la historia. La narrativa se mueve entre la violencia y la crudeza de los acontecimientos, pero nunca pierde de vista la tristeza y la melancolía que atraviesan cada escena, haciendo que el horror no sea sólo físico, sino también emocional.
El elenco está encabezado por estrellas como Oscar Isaac, Mia Goth, Christoph Waltz o David Bradley, entre muchos otros, pero sin duda la palma se la lleva Jacob Elordi, interpretando a la versión del monstruo más humana que hemos tenido hasta la fecha. Empatizas con él, con su ámbito por vivir y por amar, una muestra de que los seres más humanos son los de corazón más puro y que incluso en los peores momentos hay un pequeño rayo de esperanza.
Como conclusión, es una película que combina belleza visual, fidelidad literaria y fuerza narrativa, capaz de conmover y fascinar, recordándonos por qué la historia del monstruo sigue siendo tan potente y relevante, y por qué Guillermo del Toro se confirma como un maestro a la hora de mezclar literatura, cine y emoción.
Nota: 9/10



