Crítica – The Boy and the Beast

el_nino_y_la_bestia_43288

Título original: Bakemono no Ko (The Boy and the Beast)
Año: 2015
Duración: 119 min.
País: Japón
Director: Mamoru Hosoda
Guión: Mamoru Hosoda
Música: Masakatsu Takagi
Productora: Studio Chizu / NTV
Género: Animación, maravilloso.

Mamoru Hosoda retoma con The Boy and the Beast la temática del viaje de aprendizaje que ya abordó hace tres años en la inolvidable Wolf Children (2009). En esta ocasión, muy en la línea de El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2002) el protagonista, un niño solitario al que llamarán Kyuta, se encontrará un día por las calles de Tokyo con un misterioso hombre con aspecto de oso armado con una katana. El chico lo seguirá y acabará en el mundo de las bestias, donde los extraños son los humanos. Allí se verá obligado a convertirse en el pupilo de Kumatetsu, el hombre-oso. Desde este momento comienza un viaje vital lleno de obstáculos, pero esencial para el autoconocimiento y la evolución de los dos protagonistas. Y es que, esta película recuerda a las novelas de aprendizaje como La isla del tesoro o, incluso, a las picarescas como El Lazarillo de Tormes, pero no retrata una relación maestro-pupilo unidireccional, sino una relación recíproca que marcará profundamente tanto al joven Kyuta como al irreverente Kumatetsu.

La imperfección del holgazán, egoísta y prepotente Kumatetsu no serán un obstáculo para que Kyuta se convierta en un joven disciplinado, educado e inteligente, aunque, claro, por el camino el nefasto maestro habrá aprendido de su pupilo. Hosoda nos recuerda que las personas que han hecho de nosotros lo que somos hoy no son perfectas, pero que su imperfecto cariño y preocupación por nosotros siempre nos acompañará. Es un mensaje emocionante que, aunque no seáis de lágrima fácil, hará que saquéis el pañuelo más de una vez. Pero, ¿qué tiene esta historia de maestro-pupilo que tantas veces y de tantas formas ha sido contada? Sí, es el eterno tema desde que a Lázaro de Tormes les dio por contarnos su vida. Los temas y los motivos son limitados en el arte, pero lo importante es cómo se cuentan, y aquí es donde Hosoda saca sus armas de narrador simple, pero elegante y efectista. Lo que más me gusta de los guiones del director japonés son sus diálogos. Son diálogos llenos de significación, con mensajes trascendentales; abandona las conversaciones manidas y vacías y toca la fibra sensible del espectador.

Mamoru Hosoda, aunque poco conocido en nuestro país, no es ningún novato. Puede que, sin saberlo, ya hayáis visto alguno de sus trabajos, pues antes de dirigir sus propias películas, se encargó de dar vida a algunos capítulos y películas de Digimon y se le encomendó la comprometida tarea de dirigir una temporada y dos películas de uno de los animes más importantes de los últimos años: One Piece. Es posible que gracias a la experiencia a cargo de esta producción haya sacado su espíritu más shonenun género de anime y manga en el que predominan las luchas con espadas. A los que habéis crecido como yo viendo series de anime, esta película os transportará a vuestra infancia, pero no os equivoquéis, The Boy and the Beast no se basa únicamente en peleas de espadachines (aunque nos encanten). Sin embargo, estas espectaculares escenas demuestran la evolución en la dirección de Mamoru Hosoda desde Wolf Children, su anterior película, que, aunque narrada con sutileza, delicadeza y elegancia y visualmente hermosa y sublime, no puede compararse al espectáculo visual que se nos presenta en el nuevo filme. Si quitásemos el sonido y solo viéramos las imágenes nos impactaría igual.

603606
The Boy and the Beast es un regalo para la vista.

He dicho que sin sonido la película nos seguiría impactando. Bueno, sin duda, visualmente es sobrecogedora, pero el hecho de que durante dos horas sintamos tensión, suspense, melancolía, tristeza, alegría, miedo y furia no es mérito únicamente del trabajo de unas imágenes preciosas y una dirección inteligente, el efecto lo completa la música, que se integra en la acción y en la narración y forma un todo.

Recopilando información sobre Masakatsu Takagi, el encargado de la banda sonora, me he dado cuenta de que ésta es la segunda vez que colabora en una producción de Hosoda. La primera fue en Wolf Children (2012), donde ya se notaba esta conexión entre imagen, texto y sonido. Quizás me esté pillando los dedos, pero creo que estas dos películas me han transmitido más que La chica que saltaba a través del tiempo (2006)  gracias al tándem Masakatsu-Hosoda. Esto me recuerda a la gran pareja que formaban el director Hayao Miyazaki y el compositor Joe Hisaishi (os animo a que veáis el concierto en Budokan con motivo de los 25 años de Studio Ghibli) , que nos hacían sentir mundos maravillosos.

Echáis de menos a Miyazaki, ¿verdad? Sí, yo también. Su retirada ha supuesto un golpe duro para el ya delicado mercado del cine de animación japonés. Solo hay que observar lo mucho que tardan estas producciones en llegar a las carteleras europeas, si llegan. Sin embargo, en la edición 2015 del Festival de San SebastiánThe Boy and the Beast dio un golpe sobre la mesa. Fue presentada en la sección oficial y recibió las alabanzas de público y crítica especializada. Mamoru Hosoda quiere hacerse escuchar y yo, si fuera vosotros, haría caso a su llamada. The Boy and the Beast ha sido su última gota de magia, pero espero que quiera compartir con nosotros muchas más en el futuro.

P.D: No llegará a España hasta el 29 de abril. No os olvidéis de apuntar esa fecha en vuestros calendarios y agendas.

Nota: 9/10

Lo mejor: Saber que, tras la retirada de Miyazaki, alguien toma la responsabilidad de mantener viva la magia del cine de animación japonés.

Lo peor: Mamoru Hosoda todavía no ha llegado a la altura del maestro Hayao Miyazaki. Aunque, viéndolo con perspectiva, me encantaría ver el camino que la promesa de la animación japonesa recorre hasta convertirse en el mejor. Como esos profesores que no nos ponen el 10 porque quieren sacar más de nosotros, no le pongo la máxima nota a The Boy and the Beast porque quiero que Hosoda siga regalándonos espectáculos visuales e historias tan bien narradas como esta.