Mucho ojo, al parecer hoy en día serie buena tiene que durar más de 45 minutos y ser un drama
Todo empezó hace unas cuantas semanas cuando un chaval que no sé quién es realmente, típico que lo ves un par de veces en un mes que es amigo de un amigo de un amigo, que para intentar coger confianza quiso hablar de algo que a lo mejor consideró banal. Tuvo mala suerte el pobre porque eligió que esa conversación trivial fuese sobre series de televisión.
Llegado a un punto, me dijo «oye, recomiéndame una serie que te estés viendo ahora, ¿no?». Entonces, ilusionado, vi una nueva ocasión de atraer a un nuevo seguidor para cualquiera de las sectas a las que pertenezco. Mi primera propuesta fue Galavant, de la que ya hablé aquí. Al comentar que era una comedia-musical puso esa expresión de «ugh, un musical». Venga vale, lo entiendo, no todo el mundo está hecho para los musicales. La segunda propuesta, que desembocaría en el desastre, fue Brooklyn 99, que aunque no esté en su mejor momento sigue siendo bastante recomendable.
Ahora os reproduzco el diálogo que causó este artículo:
– ¿Esa no es la de los policías tontos estos?
– Bueno, a ver, es muy divertida y…
– Pero no te estoy diciendo comedias, te digo series buenas.
Si habéis visto ya Batman v Superman: el amanecer de la justicia me convertí en Doomsday en ese momento, para que os orientéis.
Series buenas señores, series buenas. Está claro, hacer reír (porque parece es el único objetivo de la comedia, ¿no? Hacer reír y ya está) es fácil. Parece que cuando yo digo comedia la gente piensa The Big Bang Theory. Las series buenas solo pueden ser Breaking Bad, Mad Men, Los Soprano y demás. Pero por dios, ¿cómo va a ser buena una comedia?
Pues fíjate tú, lo son.
Que lo que veas sea divertido no significa que no sea muchas cosas más. The Office no solo es la historia de David Brent, un pringado al que nadie aguanta. The Last Man on Earth no es simplemente el único que ha sobrevivido en todo el planeta y hace cosas bastante estúpidas. Galavant no trata solo de canciones divertidas en la Edad Media. Rick & Morty no son solo dibujitos animados (en serio, echadle un ojo a esto). Y por dios, Wilfred no es solo un tío viendo a otro tío disfrazado de perro.
Que sí, que estos años estamos siendo testigos de algunos de los mejores dramas de la historia de la televisión, como los que he nombrado antes. Pero una serie no necesita durar más de 45 minutos y mostrar a gente sufriendo para que sea buena y tenga trasfondo. Para poneros un ejemplo, las series de Shonda Rhimes (Anatomía de Grey o Scandal) duran unos 45 minutos y, dios mío, como sufren todos. Pues a nivel de trasfondo son auténticos pestiños.
Es más, me la voy a jugar un poco y voy a decir que cuando una serie quiere transmitirte sufrimiento, cuando quiere incomodarte o quiere hacer que te comas la cabeza tiene mucho más trabajo si lo hace disfrazando el resto con humor (no estoy diciendo para nada que las comedias que he nombrado sean mejores o peores que los Breaking Bad, Mad Men, Los Soprano y demás, que os veo venir).
Así que ya sabéis, si no queréis que os recomienden comedias decidlo, pero nunca digáis «recomiéndame una serie buena» porque ahí puede entrar cualquier cosa.