La semana pasada se cumplía el primer aniversario de una noche histórica para el cine. Hace poco más de 365 días, Bong Joon-ho arrasó en la 92ª ceremonia de los Óscar con Parásitos, una película cuyo éxito es aún tema de estudio y de debate a día de hoy, y lo seguirá siendo durante mucho tiempo.
El director surcoreano fue el principal protagonista de la gran noche del cine de 2020 haciéndose con cuatro estatuillas (Mejor Película, Mejor Película Extranjera, Mejor Guión Original y Mejor Director). Venía de realizar una declaración en la ceremonia de los Globos de Oro, pocos días antes, que dio mucho que hablar en su momento y que da que pensar pasado un año. «Una vez superada la barrera de los subtítulos, descubrirán películas maravillosas», esta fue la cita que ganó empaque tras los premios de la Academia y que, tras un año tan particular como el que hemos vivido desde entonces, da lugar a la reflexión.
Analizando la lista de ‘taquillazos‘ en el mundo occidental de la última década, se hacía complicado ver una película triunfando que no contuviera al menos dos de lo elementos de la siguiente ecuación: Director consagrado + Superproducción + Estrellas de Hollywood + Inglés como idioma principal = Éxito. En 2020 y comienzos de 2021, el panorama parece haber dado un ligero giro. Sea por esas declaraciones de Bong Joon-ho o no, algo ha cambiado.
Durante este año, marcado al 100% por la pandemia del coronavirus, hemos podido observar cómo la española El Hoyo se colaba entre las listas de éxitos en Netflix en EEUU en su semana de estreno en la plataforma. También hemos visto a la maravillosa Minari causando sensación, primero en Sundance y luego a nivel internacional, y tomando el testigo a Parásitos como abanderada del boom del cine asiático en América y en todo el mundo.
Podemos encontrar otros ejemplos como Verano del 85, obra francesa con una gran acogida a nivel crítico dentro y fuera de Francia. Y sin ir más lejos, ¿alguien podría vaticinar hace años que una serie como Unorthodox, desarrollada en gran medida en un idioma tan poco popular como el yidis, tendría el éxito que tuvo?
Debemos dar las gracias a todos los que apoyan y dan a conocer los cines y las series de países de todo el globo. La diversidad y el multiculturalismo deben estar más y más presentes en nuestro día a día, para acabar formando parte de nuestra cotidianeidad a la hora de consumir productos audiovisuales. Será culpa de Bong Joon-ho o no, pero está claro que el panorama está cambiando, y este cambio viene para quedarse y hacerse notar.