Fotograma de La trama fenicia
Fotograma de La trama fenicia

‘La trama fenicia’, lucha por mejorarse

 

Título original: The Phoenician Scheme (La trama fenicia)

Año: 2025

Duración: 101 min

País: Estados Unidos

Dirección: Wes Anderson

Guion: Wes Anderson. Historia: Wes Anderson, Roman Coppola

Reparto: Benicio del Toro, Mia Threapleton, Michael Cera, Tom Hanks, Scarlett Johansson, Benedict Cumberbatch, Jeffrey Wright, Richard Ayoade, Rupert Friend, Hope Davis, Bill Murray, Bryan Cranston, Riz Ahmed

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Bruno Delbonnel

Compañías: Coproducción Estados Unidos-Alemania; Indian Paintbrush, American Empirical Pictures, Studio Babelsberg. Distribuidora: Focus Features

Género: Comedia. Intriga. Drama | Espionaje. Monjas

Ficha completa en Filmaffinity


‘En el término medio está la virtud‘. Este refrán puede aplicarse a muchas cosas en la vida, y tal vez el cine de Wes Anderson sea una de ellas. El estreno de su última obra el pasado 30 de mayo, La trama fenicia, parece ser un equilibrado cóctel entre la tradicional dosis de elementos andersonianos y la innovación que pedíamos a sus últimas dos películas.

La economía y la ambición inundan la trama encarnándose en Zsa Zsa Korda (Benicio del Toro), un rico empresario que echará un pulso a sus enemigos para construir su último gran proyecto de la mano de su hija Liesl (Mia Threapleton) y su tutor de insectos (Michael Cera).

Al igual que Los Tenenbaums. Una familia de genios (2001) o Fantástico Mr Fox (2009), la familia es uno de los ejes centrales de la película, cuya historia fue concebida junto a Roman Coppola. El encuentro de Zsa Zsa con la muerte despierta en él la necesidad de reparar la relación con su primera hija, monja a punto de tomar los hábitos. La actitud de Zsa Zsa, que al principio parece atender a la necesidad de dejar su fortuna a alguien conocido, comienza lentamente a transformarse. El despiadado empresario es capaz de amar, escuchar y ceder. Incluso se deja guiar espiritualmente por Liesl, hecho que coexiste con planos paralelos en blanco y negro de lo que parecen ser múltiples hipotéticos juicios finales del protagonista. La religión se alza, además de como un nuevo elemento en la obra del director, como una puerta de acceso al mundo interno de uno de sus personajes.

Fotograma de la película La trama fenicia
Fotograma de la película ‘La trama fenicia’

Personajes que, en la mayor parte de la filmografía de Wes Anderson, han sido poco accesibles emocionalmente. Limitados por su escasísima expresión no verbal, hieratismo y diálogos excesivos y frenéticos, en ocasiones parece más sencillo empatizar con sus personajes de animación, como en Isla de Perros (2018) o Fantastic Mr Fox, precisamente porque sus expresiones faciales son más humanas que las de los actores de carne y hueso. Tras dos películas de conexión especialmente difícil con los personajes principales (Asteroid City, 2023; y La crónica francesa, 2021), La trama fenicia consigue humanizar a partir del toque de ternura parental y las dudas que asaltan a los protagonistas. Así, Zsa Zsa, Liesl y el tutor de insectos no son simples piezas de ajedrez que tratan de mover el juego de su director, sino entidades en sí mismas que merece la pena conocer.

Si bien los personajes tratan de huir del materialismo propio del director, no es así con la fotografía, que parece alcanzar el cúlmen de su estilo. Los planos fijos y las panorámicas siguen estando presentes. Los objetos detallan hasta la última esquina de cada escena y el color es prácticamente un protagonista más, a la altura de películas como Amelie (Jean Pierre Jeunet, 2001) o La Balada de Buster Scruggs (Joel Coen, Ethan Coen, 2018) que, de hecho, comparten a Bruno Delbonnel como director de fotografía con La trama fenicia.

Teniendo en cuenta todo esto, no es de extrañar que Wes Anderson haya optado por cuarta vez a la Palma de Oro en Cannes. Las otras películas nominadas fueron Asteroid City, La crónica francesa y Moonrise Kingdom (2012). De todas ellas, La trama fenicia parece recoger todo lo bueno de la estética de sus predecesoras y toda la frescura del corto La maravillosa historia de Henry Sugar, otra historia de Roald Dahl hecha cine que se llevaba el Óscar en 2024.

Ahora que ya sabemos definir perfectamente la estética de Wes por su meticulosa fotografía, personajes rígidos y parlanchines, tramas complejas a ritmos vertiginosos y su predilección por Roald Dahl, solo nos queda conocer su reinvención como director. Esto podría ser posible con La trama fenicia como punto de inflexión, aunque para ello deberá dar su brazo a torcer. Si quiere sorprender a su público (por otra parte, un público especialmente exigente), deberá empezar a sacrificar parte de esa hermética identidad que ha ido construyendo para ofrecer algo nuevo. Y es que, como decía Wilde, ‘definir es limitar’. Al estilo del refranero español: ‘tetas y sopa no caben en la boca’.

 

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Lo mejor: un perfecto equilibrio entre los elementos propios del director e innovación
Lo peor: los conceptos de economía pueden resultar poco accesibles al espectador
7.5