Título original: Exam
Año: 2009
Duración: 101 min.
País: Reino Unido
Director: Stuart Hazeldine
Guión: Stuart Hazeldine (Historia: Simon Garrity)
Música: Stephen Barton, Matthew Cracknell
Fotografía: Tim Wooster
Reparto: Luke Mably, Adar Beck, Chris Carey, Gemma Chan, Nathalie Cox, John Lloyd Fillingham, Chukwudi Iwuji, Pollyanna McIntosh, Jimi Mistry, Colin Salmon
Productora: Bedlam Productions / Hazeldine Films
Género: Thriller. Drama | Thriller psicológico. Drama psicológico. Trabajo/empleo
‘Exam’ es el título del largometraje más conocido de Stuart Hazeldine. Ocho candidatos, sin ninguna relación aparente, optan a un trabajo para una prestigiosa multinacional. Tienen ochenta minutos para demostrar que son los idóneos para el puesto. Para ello, solo deben contestar a una pregunta. Pero, ¿cuál es la pregunta?
Desde luego, es una historia que engancha desde los títulos de crédito. En un único escenario y con unas normas sumamente estrictas, se va desarrollando este thriller psicológico que tratará de mostrarnos de lo que es capaz el ser humano para conseguir sus objetivos.
Sin embargo, basta con investigar un poco para descubrir que la idea no es tan original como se quiere hacer creer. En el caso español, en 2005 ya se realizó un largometraje que lleva el título de “El método” cuya sinopsis es bastante parecida y los temas que se tratan en él también nos recuerdan en gran medida al que nos acontece. A su vez, esta está basada en una obra de teatro algo anterior, ‘El método Gronholm’, que narra también una historia similar.
Es difícil juzgar cuál de las tres obras es mejor. Quizás, la falta de escenarios hace que sea perfecta para una representación teatral. Además, la situación de los personajes se vuelve más real y, de hecho, incluso la propia compañía hacía participe al público de la historia contribuyendo, así, a crear una atmósfera envolvente aunque también agobiante.
Por su parte, la producción española cuidó bastante la personalidad de cada personaje dándole una gran importancia a la psicología de cada uno. Algo que se echa un poco en falta en ‘Exam’, en la que básicamente las diferencias son físicas (al menos hasta la mitad de la película). Sin embargo, el ritmo del largometraje de Stuart Hazeldine es bastante más rápido y ameno y logra enganchar más al espectador. Como todo, es una cuestión de gustos así que es tarea del espectador decidir con cuál de ellas quedarse, si es que decide que alguna merece la pena.
Es una película que tiene grandes pretensiones y, en parte, el espectador puede quedar satisfecho tras el primer visionado.
El metraje trata de explicar cómo funciona la mente humana y como interactúa con las demás. A medida que avanza la historia, e intentando no hacer spoiler, vemos como parece que el comportamiento es sumamente predecible, puesto que la sala está preparada para responder a las acciones que esperan que vayan a llevar a cabo. Nos demuestran además unos seres humanos que buscan la complejidad para intentar encontrar el sentido, la coherencia a la prueba. El examen se convierte en un test de supervivencia en el momento que los candidatos se adentran en él y se marcan el éxito como un objetivo.
Ese afán de protagonismo que se manifiesta mediante el egoísmo, la arrogancia y el egocentrismo de algunos de ellos se contrapone al intento de cooperación predominante en otros. ¿Vencerán como un grupo o es necesario el individualismo? ¿Conseguirá alguno de los presentes responder correctamente a la pregunta? Pero lo más importante, ¿averiguarán cuál es la pregunta?
Lo mejor: Te hace pensar y jugar con ellos. Se plantean ciertos aspectos de la psicología humana muy interesantes.
Lo peor: La idea no es demasiado similar y si has visto alguna de las anteriores mencionadas o de temática parecida puede parecerte algo repetitiva.
Nota: 7/10