Fotograma de la película 'Si yo pudiera hibernar'
Fotograma de la película 'Si yo pudiera hibernar'

‘Si yo pudiera hibernar’, un tiempo para todo

Título original: Baavgai Bolohsonaka (Si yo pudiera hibernar)

Año: 2023

Duración: 99 min

País: Mongolia

Dirección: Zoljargal Purevdash

Guion: Zoljargal Purevdash

Reparto: Battsooj Uurtsaikh, Tuguldur Batsaikhan, Nominjiguur Tsend, Batmandakh Batchuluun, Ganchimeg Sandagdorj, Batsaikhan Battulga, Urnukhbayar Battogtokh, Purevdulam Natsagbadam, Davaasamba Sharaw, Sukhee Lodonchuluun, Batzorig Sukhbaatar, Khuslen Naranbaatar, Munkhjargal Nyamdavaa, Taivanbat Alexandar, Bavuudorj Radnaa, Altangerel Dorj

Música: Johanni Curtet

Fotografía: Davaanyam Delgerjargal

Compañías: Amygdala Films, New Mongol Academy, The Swiss Agency for Development & Cooperation, Urban Factory

Género: drama, familia

Ficha completa en FilmAffinity


Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” dice el Libro del Eclesiastés. Esta afirmación, tal vez demasiado determinista, es sin embargo un gran aviso para los que vivimos con prisa o esperando. Nos da calma cuando las cosas se frustran. Hace que nos resignemos al ritmo del mundo cuando exigimos inmediatez. Promete que la balanza se compensará en el futuro, y este precisamente es el mensaje que parece gritar la película Si yo pudiera hibernar (Hasta que todo pase).

En este drama familiar, la directora Zoljargal Purevdash (Mongolia, 1990) nos presenta a Ulzii (Battsooj Uurtsaikh), un brillante joven cuyo futuro académico se ve dificultado por una situación familiar inundada en pobreza, alcoholismo y orgullo.

El equilibrio que  augura el libro sapienzal es el que reflejan los elementos de la película en pantalla. Ulzii y sus hermanos pequeños (interpretados por Nominjiguur Tsend, Tuguldur Batsaikhan y Batmandakh Batchuluun) fuente de ternura y miseria por igual, muestran una feroz resiliencia. En una situación en que todo constantemente parece desbordarse, los personajes, plenamente conocedores de su desdicha, baten de nuevo hacia una estabilidad que les permita avanzar. Al igual que a su creadora, su perseverancia les impide darse a la derrota, y este hecho consigue conquistar al espectador.

Fotograma de la película 'Si yo pudiera hibernar'
Fotograma de la película ‘Si yo pudiera hibernar’

Purevdash pone mucho de ella en su película. La dualidad a la que se enfrentó ella misma durante su juventud en Mongolia se refleja indirectamente en la historia: de un lado, una vida en el campo ahogada en carencias; de otro, la necesidad de salir a la ciudad en busca de nuevas oportunidades. Tal vez sea esta huella personal la clave del éxito de su primer largometraje, en el que, además de como directora, debuta también como guionista.

El invierno en en campo mongolo ofrece un precioso paisaje nevado que transportará inevitablemente al espectador a El mal no existe (Hamaguchi, 2023).  Pero la obra no sólo transita por blancos y grises, sino que trata de balancearse a otras esquinas de la paleta. Y lo consigue exitosamente, haciendo de la fotografía uno de los puntos más aclamados del film. Los amarillos son amarillos. Los azules, azules. Si mencionamos la banda sonora, la describimos como una sencilla y amena melodía que remata cada escena. La pureza de los elementos técnicos se iguala a la de los niños protagonistas.

Teniendo en cuenta que uno de los objetivos de Purevdash era visibilizar que la educación es una salvación a muchos problemas sociales de su país, podemos considerar el recibimiento de Si yo pudiera hibernar como una pequeña conquista. Y es que la suya fue la primera película mongola que se presentó en Cannes (categoría Un Certain Regard, 2023). Tras ello, llegó a la sección Rampa del Festival de Cine Europeo de Sevilla. La siguiente aparición en España será directamente en salas, a partir del 30 de mayo, de la mano de Surtsey Films.

Lanzar una película al mundo también es hacer una promesa al futuro. Un futuro que, como el presente, estará lleno de tiempos contrastados: ‘tiempo de llorar y tiempo de reír; (…) tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz’. Nada es para siempre. Y al igual que el niño Ulzii tendrá un momento para respirar, su directora vive ahora el tiempo de hablar. Y tiene muchas cosas que decir.

 

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Lo mejor: es sencillo conectar con los personajes. Lo peor: la sucesión de desgracias puede llegar a ser excesiva.
8