Desde hace tiempo, Alejandro ha estado acumulando guiones, conceptos y visiones cinematográficas, esperando el momento adecuado para materializarlos. Una oportunidad que se le presentó cuando se topó con el certamen Audi Future Stories.
Impulsado por su deseo de contar historias, Alejandro Pereira se inscribió y presentó su proyecto Huir. El libreto destacó entre el resto de proyectos presentados por su creatividad y, gracias a su talento, fue elegido ganador el pasado mes de junio. El más joven de las cuatro ediciones celebradas del certamen hasta la fecha.
Huir relata la historia de Bruno, un artista obsesionado con su obra que abandona su hogar tras una discusión con su pareja, Paula. Sin embargo, lo que parecía ser una breve escapada se convierte en un misterio cuando Bruno recibe una llamada angustiada de Paula: “¿Bruno, dónde estás? Llevas 3 días desaparecido”. Una premisa que refleja algunas de las preocupaciones de una sociedad moderna que valora la realización profesional a niveles a menudo conflictivos.
Gracias al certamen, Alejandro ha tenido la oportunidad de contar su historia. Con codirección del realizador Kike Maíllo (Cosmética del enemigo) y un elenco formado por los actores Álvaro Cervantes (El árbol de la sangre) y Elena Rivera (la serie Cuéntame) Huir ha terminado recientemente su rodaje en Barcelona con vistas de presentarse a público y prensa en septiembre, en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
En esta entrevista, Alejandro Pereira nos desvela los detalles de su su participación en el concurso, las motivaciones detrás de su obra y de que forma ha podido rodar y llevar su guion a la gran pantalla. Su aventura en el mundo del cine tan solo ha comenzado.
PREGUNTA: ¿Qué motivos te empujaron a participar en el certamen de Audi Future Stories?
ALEJANDRO PEREIRA: Era comienzos de año y me encontraba cursando el Máster en Dirección de Cine y Series de TV en la Escuela TAI. Como cualquier otro día acudí con tiempo de sobra a las clases. Mientras esperaba a que el profesor abriera la clase me fijé en el tablón de anuncios. Me llamó la atención el cartel del certamen, le saqué una foto y al llegar a casa me estudié las bases y lo presenté.
Creo que Audi Future Stories es un concurso con una recompensa muy suculenta. No solo el reconocimiento de que tu guion ha impresionado a un jurado conformado por profesionales, sino también la posibilidad de producir y rodar la historia. Y por si no fuera poco, el Festival de San Sebastián será el primer lugar donde se proyectará. Creo que no hay escaparate mejor. Con todo esto en mente y la necesidad de rodar y dirigir las ideas que tengo en la cabeza no dudé en lanzarme a la aventura.
Creo que cuando quieres hacer cine hay algo dentro de ti que arde, que ansía poder levantar proyectos y conseguir que el público los disfrute. Creo que esa es la gasolina que me impulsa a participar en un montón de certámenes, laboratorios o festivales. Al fin y al cabo el cine es un lenguaje, una forma de comunicación y es la forma que yo mejor encuentro para proyectar inquietudes, preguntas complejas y pulsiones artísticas.
P: ¿Qué nos puedes contar sobre la historia de Huir? ¿De qué manera le diste forma al guion? ¿Qué te inspiró para escribirlo?
AP: El guion llevaba un par de años en un cajón. Lo escribí durante la pandemia. Fue una idea que llevaba rondándome mucho tiempo y que encontró salida en un momento en el que o mejor que podía hacer para pasar el rato era escribir. Cuando lo terminé casi ni lo revisé, di por hecho que un cortometraje de este calibre (con un coche, efectos especiales y secuencias técnicamente complejas) sería imposible llega a rodarlo con los medios con los que cuenta un estudiante. Sin embargo, siempre soñaba con algún día poder hacerlo realidad. Y así fue.
El punto de partida de la historia es claro. Compaginar una vida profesional al máximo nivel con la vida personal es algo que perturba a mucha gente. Es un dilema donde entra en juego las aspiraciones de cada uno, tanto en el terreno profesional como en el personal. La generosidad y el egoísmo salen a relucir y el conflicto tiene, en la mayoría de los casos difícil solución.
Aparte de este tema hay algunos otros que atraviesan la historia como el miedo al compromiso, la necesidad de vivir una “vida plena” antes de formar una familia, la presión de una sociedad que considera la etapa joven como la más preciada… Y seguramente otros tantos significados que los espectadores le darán cuando vean la pieza.
Creo que eso es lo bonito del cine, lo mágico, ver como algo que sale de una habitación, una persona y un ordenador, se transforma durante todo el proceso de producción y al final del camino es de los espectadores la responsabilidad de hacer con ella lo que les apetezca.
P: ¿Qué retos te ha impuesto Huir a la hora de redactarlo?
AP: El principal reto de la historia fue combinar diferentes géneros. Creo que el cortometraje es como un cuadro, mientras lo observas vas transitando por diferentes estados emocionales que te dejan un poco en shock, poco a poco lo vas asentando y adquiriendo la riqueza de cada color, cada trazo, cada símbolo. A la hora de escribir el guion tenía claro que quería que el espectador acompañase al protagonista en el asiento del copiloto. Eso significa que debe sentir cosas muy parecidas a las que él está experimentando y eso, que suena tan bien, no es tan fácil de llevar a la realidad.
P: ¿Cuáles son tus guiones, o guionistas, de referencia?
AP: Creo que a nivel nacional las historias que más me atrapan y consiguen que, tras disfrutarlas, me quede pensando en ellas son las de Isabel Peña. Además el tándem que forma con Rodrigo Sorogoyen es espectacular. Por un lado tienes la afilada escritura de Isabel y al otro la intuición estética y audiovisual del grandísimo Sorogoyen. Luego hay nombres como Rafael Cobos, Fernando Navarro o Fernando León de Aranoa cuyos guiones siempre me parecen estimulantes.
A nivel internacional me surgen muchos nombres: Aron Sorkin, Rian Johnson, Alex Garland, Jordan Peele… Siempre plantean ideas interesantes y tienen una forma de escribir muy atractiva. Me llaman mucho la atención los guionistas que luego tienen la oportunidad de dirigir lo que escriben. Porque si bien el reto de darle forma audiovisual a algo que ha escrito otra persona es curioso, dirigir tu propio guion es potenciar una historia que corre por tus venas. No habrá nadie mejor para el puesto.
P: ¿Sientes predilección por algún género en particular cuando escribes historias?
AP: Últimamente siempre escribo historias de género. Creo que el terror es uno de los géneros hegemónicos en la última década y donde más libertad creativa se está viendo. El terror abre muchas posibilidades, se pueden tratar todo tipo de temas enmascarados en una historia de misterio o que juega con una de las emociones primigenias del ser humano: el miedo (a lo desconocido). A nivel visual también es un género que permite explorar las dimensiones de la imagen con un desapego por lo verosímil que da rienda suelta a la imaginación. No obstante me atraen géneros como el thriller o el suspense.
P: ¿Qué ha significado para ti que Kike Maíllo, Álvaro Cervantes y Elena Rivera hayan formado parte del proyecto?
AP: Un sueño hecho realidad. Cuando me vi en el set rodeado de Álvaro y Elena no me lo podía creer. Durante el rodaje tenían un nivel de concentración alto y me centré mucho en que las cosas funcionasen. Sin embargo, cuando había algún descanso o durante las horas de comer, me quedaba paralizado escuchando anécdotas y curiosidades de sus últimos trabajos. Son dos profesionales, de lo mejor que tenemos actualmente. Fue un gusto trabajar a su lado, creo que he aprendido mucho de ellos y espero que ellos se llevasen la misma impresión.
Con Kike Maíllo tengo una muy buena relación. Desde la preproducción supo apretar las tuercas del guion para exprimir todas su posibilidades. Ha sido sin lugar a dudas una fuente constante de aprendizaje. Me sentí muy arropado, siempre defendía mis decisiones e íbamos hasta las últimas consecuencias con ellas. También me gustaría hacer mención al equipo de profesionales que hicieron que el rodaje saliese adelante, sin ellos no hubiese sido posible.
P: ¿Cuáles son tus expectativas para el estreno de Huir en el Festival de San Sebastián? ¿Cómo esperas que reaccione el público?
AP: Mis expectativas pasan por disfrutar de la experiencia. Muchos sueñan con poder presentar algún trabajo en uno de los festivales de cine más prestigiosos de nuestro país. Yo voy a tener la suerte de poder hacerlo esta edición y no puedo estar más emocionado. Creo que será una oportunidad única para acercarme a la industria y quien sabe si tocar alguna puerta. Lo más importante es que el público la disfrute y se emocione. Con eso yo ya me iría satisfecho. Pienso que el cine sin espectadores no tiene sentido. Son ellos los que terminan las obras.
P: Una vez termine el rodaje, ¿a qué otros proyectos vas a dedicar tu tiempo? ¿En que tienes puesta la mente ahora?
AP: Quiero seguir rodando, tengo unos cuantos guiones en cajones y otros tantos en proceso. Me seguiré presentando a ayudas, laboratorios y certámenes (única manera de levantar proyectos sólidos hoy en día). Espero no tardar mucho en rodar lo siguiente. También tengo una novela escrita y me gustaría poder publicarla antes de que acabe el año. Tengo claro que lo que quiero es dirigir y escribir.
P: ¿Qué consejo le podrías dar a algún@ joven que, como tú, esté dando sus primeros pasos en el mundo audiovisual?
AP: Creo que a mis 24 años no soy quien de dar consejos, más bien, me gusta recibirlos. Creo que la mejor forma de aprender (se que es un tópico) es equivocándote. Todo es un constante prueba y error donde al final lo que importa es hacer lo que te permita disfrutar del proceso, que es lo más importante. Cuanto antes te pongas a sembrar, antes podrás recoger el fruto y si sale malo, sabrás cómo no hacerlo la próxima.
Con la mirada puesta en el futuro, Alejandro Pereira sueña con seguir rodando y trasladando sus ideas a la gran pantalla, confiando en que la pasión y el trabajo duro abrirán las puertas necesarias para triunfar en la industria del cine de nuestro país.