Bombay Talkies fue uno de los estudios clave para el desarrollo del cine hindi. Sus años en activo abarcan desde su creación en 1934 hasta 1953, año en el que la empresa se disolvió. Al frente de la productora estaba Devika Rani, la mujer que consiguió que el estudio viviera su época dorada durante los años 40. Películas como Om Shanti Om (2007) o la propia Bombay Talkies (2012) rinden homenaje al importante trabajo de esta casa en el auge de Bollywood.
El cine sonoro irrumpió en la India en el año 1931, con la película Alam Ara. Desde entonces, el país se ha convertido en una de las principales potencias cinematográficas a nivel mundial. Bollywood, nombre con el que se conoce popularmente al cine producido por los grandes estudios de Mumbai (Bombay) no es la única industria del séptimo arte en este país. En India hay un total de 24 idiomas oficiales. Por ello, cada estado tiene su propia producción fílmica, con su idioma y tradición correspondiente.
Devika Rani nace en 1908, en el seno de una familia acomodada. Era descendiente del escritor bengalí Rabindranath Tagore, premio Nobel de Literatura en 1913. Criada en Inglaterra, Rani estudió en la Real Academia de Arte Dramático de Londres. En 1928 conoce a Himanshu Rai, inmerso en la producción de su próxima película, A Throw of Dice. Asombrado por el talento de Devika, Rai delega en la joven tareas de diseño de arte y vestuario. La pareja se traslada a Berlín para la postproducción del filme, y allí la joven continúa su formación en el estudio berlinés Universum Film AG.
Ya casados, regresan a la India. En 1933 se estrena Karma, el debut cinematográfico de Devika Rani como protagonista. Karma es reconocida como la primera película sonora en inglés producida por un indio. Además, contiene la primera canción en inglés de Bollywood, cantada por la propia actriz. La cinta obtuvo un gran recibimiento en Europa, y Rani se convirtió en una “estrella en potencia” para la crítica.
Gracias a los contactos que habían hecho en Europa, la pareja funda la productora Bombay Talkies en 1934. Este estudio supone toda una revolución en el panorama hindi: introduce novedades técnicas, contrata técnicos especializados europeos y se atreve a hacer películas con temáticas controversiales en la época. Fue el trampolín de estrellas de la talla de Raj Kapoor, Madhubala, Dilip Kumar o Ashok Kumar, además de la propia Devika Rani.
Sin embargo, Bombay Talkies se enfrenta a su primera gran crisis tras el fallecimiento de Himanshu Rai en 1940. Devika Rani pasa a estar a cargo de la compañía. La actriz consigue adaptarse a la nueva situación con gran éxito, manteniendo el dominio de la productora sobre su competencia. El estudio estrena en 1943 el thiller Kismet, que se convierte en la película más taquillera hasta el momento. También Mahal (1949), protagonizada por Madhubala, adquiere la categoría de blockbuster.
La mayoría de las películas de Bombay Talkies eran romances trágicos, género predilecto del público de la época, pero incluían temáticas de índole social. La primera cinta en mostrar una relación amorosa entre distintas castas fue Achhut Kanya (1936), protagonizada por la propia Rani en el rol de una mujer ‘intocable’. El estudio apostó por las historias centradas en la mujer, con una Devika Rani que eclipsaba a sus compañeros masculinos cada vez que aparecía en pantalla.
En un mundo dominado por hombres, Devika Rani peleó con uñas y dientes para sacar adelante su productora. Además de ser la primera gran diva de la India, Devika Rani se perfila como un personaje vital en el desarrollo de Bollywood. Sin su contribución, el cine hindi hubiese quedado tecnológicamente atrasado con respecto a occidente, y quizá hoy no sería el titán de la producción cinematográfica que conocemos.
Namaste, amigos.