Se acerca la Navidad y así lo anuncian los supermercados y la mayoría de capítulos especiales tan esperados de nuestras ficciones favoritas.
No obstante, con la llegada del invierno hay que renovar el material audiovisual que tenemos en esas interminables listas llenas de películas y series. Y en esa línea en la que el seriéfilo profesional, como el papel, lo aguanta todo, en esta publicación se recomendarán tres nuevos fichajes para pasar una temporada pre-navideña de fábula.
- Why Women Kill
La serie estadounidense está firmada por Marc Cherry, aquel señor que nos enseñó lo que era un buen drama rosa en las calles de Wisteria Lane. Efectivamente, Cherry es el creador de Mujeres Desesperadas, así que ya la serie promete.
Pero eso no es todo, la tragicomedia se centra en la vida de tres mujeres que viven en distintas décadas: un ama de casa en los años 60 (Ginnifer Goodwin), una celebridad en los 80, la mismísima Lucy Liu, y una abogada en el 2019 (Kirby Howell-Baptiste), que viven a lo largo de sus épocas en la misma casa. Todas acaban mudándose porque en ella se produce un asesinato, quién muere es la gran incógnita, sin embargo, Why Women Kill es mucho más que el misterio, es color, es ingenio y se suma una fotografía y un juego temporal al que no se le puede reprochar nada.
Además, el contexto social de cada historia es muy interesante, desde la mujer sumisa que busca sus ratos de libertad en un matrimonio condenado del siglo XX hasta un matrimonio poliamoroso y bisexual que vive en California en el año 2019.
La recomendación es ver sus diez episodios con las mismas expectativas con la que se veía Mujeres Desesperadas, unirse al ritmo frenético de estas tres mujeres es una excelente opción para un atracón seriéfilo pre-navideño.
- Dickinson
Mucho se había hablado de la nueva historia de Apple TV+, una serie en la que se narra la vida de la escritora Emily Dickinson con aires modernos es atractiva solo con leer las últimas 5 palabras; si a esto le añadimos a Hailee Steinfeld como protagonista la cosa mejora.
Las expectativas sobre este drama biográfico del siglo XIX eran muchísimas, sobre todo, porque su directora es una gran desconocida, Alena Smith, y hay que reconocer que el gran ejército de fans que tiene Steinfeld tiene sus bases en su trayectoria como cantante y heredera de las Bellas de Barden en Dando la nota.
En esta ocasión, la balanza que apuntaba a que podría ser una decepción se dio la vuelta a los 15 minutos del primer episodio. La ficción explora los conflictos sociales, familiares y de género que sufrió Dickinson en su época con un tono muy fresco, innovador y con unos personajes jóvenes y atrevidos. Los giros esperados en cualquier biopic de época son olvidados, y en lugar de giros el espectador podrá disfrutar de una revolución, en cuanto a la trama y vida de los personajes, que son una revolución textual, audiovisual, moral y sexual, por qué no decirlo.
Y es que Steinfeld nos muestra los demonios de Emily y nos deja abrazaros y enamorarnos de ellos, nos muestra su alma y su forma de entender la vida con una sensibilidad abrumadora, en la que, sin quererlo, nos traspasa con la química con la que nos envuelve en su historia de amor con Sue Gilbert (Ella Hunt) o nos baña con una jarra de agua congelada cuando su padre (Toby Huss) intenta someterla a las normas morales de “lo que se espera de una señorita”.
Y aunque Emily Dickinson es el gran personaje y ninguno, ni de lejos, se aproxima a su potencial en cuanto a trama y guion, hay dos figuras curiosas por las que vale la pena la serie: Austin Dickinson, su hermano y prometido de su mejor amiga Sue, y su madre, encarnada por Jane Krakowski. Ambos son un reflejo injustamente divertido de la realidad, que con la poca malicia que demuestran hacen que una ficción centrada en una poeta como Dickinson y en la intensidad de su poesía y de su forma de ver el mundo, hacen respirar la media hora que dura capítulo.
- Secret Bridesmaids’ Business
Una miniserie australiana que para que engañarnos, la única razón por la que un 80% de la población la conoció es porque, tras Supergirl, era la única receta para disfrutar de la irlandesa Katie McGrath, más conocida en la serie de DC como Lena Luthor.
Secret Bridesmaids’ Business nos lleva a la boda de Olivia Cotterill (Georgina Haig), y al momento en el que esta se convierte en algo inesperado después de que una de sus damas de honor, sin saberlo, invite a un extraño a sus vidas, lo que desencadena una reacción en cadena mortal que abre un mundo oculto de secretos.
Sin duda, para los amantes del drama y el thriller esta opción es la más apetecible. Un sinfín de emociones y de giros, muchos de ellos esperados, que combinan con un etalonaje y una dirección de fotografía espléndida.
Aunque con un sabor a telefilm, la serie cuenta una historia original con tres personajes muy diferentes, las tres protagonistas, a Olivia se suman Saskia de Merindol (Katie McGrath) y Melanie Heyward (Abbie Cornish): amistad y exceso de subtramas como cocktail pre-navideño.