una buena persona

‘Una buena persona’, buenas intenciones que no calan

Título original: A good person

Año: 2023

Duración: 129 min.

País:  Estados Unidos

Dirección: Zach Braff

Guion: Zach Braff

Música: Bryce Dessner

Fotografía: Mauro Fiore

Reparto: Florence Pugh, Morgan Freeman, Zoe Lister Jones, Molly Shannon, Celeste O’Connor, Chizana Uche.

Productoras: Killer Films, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Elevation Films, Elevation Pictures.

Género: drama

Ficha completa en FilmAffinity

Las luces de un tren iluminan los raíles vacíos en una ciudad diminuta, concretamente a escala 1:87. Daniel -aficionado a las maquetas- se alza como un Dios omnipotente para presentarnos su particular universo de creación propia. Un cosmos escondido en un sótano en el que reina el orden y la simetría. Sin embargo, el mundo real -caprichoso y azaroso- dista mucho de ser así. Un simple golpe de mala suerte puede cambiar nuestro destino para siempre. Bien lo sabe Allison, la protagonista de Una buena persona, la nueva cinta de Zach Braff.

Puede que muchos lo recordéis como J.D. en la serie norteamericana Scrubs (2001-2010), pero ya hace años que Zach Braff abandonó el trabajo ante las cámaras para focalizar sus esfuerzos como cineasta en el ambiente hollywoodiense. Con Algo en común (2004) y Ojalá estuviera aquí (2014) consiguió hacerse un hueco entre el cine independiente norteamericano y continuó con el blockbuster Un golpe con estilo (2017). Ahora, con Una buena persona, Braff retorna con una historia más personal e íntima que transita temas como la adicción, el duelo y las segundas oportunidades.

La cinta toma como protagonista a Allison (Florence Pugh), una joven con un futuro prometedor y el perfecto novio -a punto de convertirse en marido- a su lado. Sin embargo, la vida a veces se alza como una fuerza despiada y Allison se ve envuelta en un trágico accidente de coche del que sobrevive casi ilesa, pero en el que mueren sus cuñados. Allison pronto se recupera de las secuelas físicas del accidente, aunque el verdadero reto comienza con el impacto emocional que le ha provocado el suceso. A ello se suma una enorme adicción a los opioides que le impide recuperar las riendas de su vida.

Ante este desalentador provenir será la figura de Daniel (Morgan Freeman) la que irrumpa en la vida de Allison. En una simple coincidencia, el padre del que iba a ser su prometido se reencuentra con la protagonista en una asociación que lucha contra las adicciones. Entre ambos nace una peculiar amistad que se abre paso hacia el perdón y la lucha contra los propios demonios de cada uno.

una buena persona
Florence Pugh y Morgan Freeman en un fotograma de ‘Una buena persona’. (Foto: Youplanet – Caramel Films)

Pugh vuelve a conseguirlo y regala con este nuevo proyecto una actuación que desborda talento y fragilidad. No es la primera vez que su presencia consigue destacar por encima del resto de elementos de una cinta, como ya vimos en la desastrosa Don’t worry Darling (2022). En este caso, la actriz inglesa realiza la difícil tarea de ponerse en la piel de esta joven que lucha por mantenerse cuerda en un mundo que se lo pone muy difícil. Junto a ella forma dupla un Freeman que hace las veces de guía y villano para una joven perdida. Ambos consiguen emocionar al espectador, especialmente en los monólogos que les regala Braff, pero se desvanece la fuerza de sus actuaciones con un guion lleno de flaquezas.

Parece que Braff se esfuerza por mimar con cuidado el trabajo de sus protagonistas, pero se olvida de pulir una historia redonda. Aunque la materia prima de la que parte es buena, esta queda emborronada por un guion demasiado enrevesado. El director estira y estira un chicle que termina quedándose sin sabor. Hay momentos en los que incluso el director y guionista se olvida de su protagonista y profundiza en aspectos de otros personajes que resultan repetitivos y pierden el foco de su historia principal. Braff abarca demasiado y debilita con ello a una historia que tenía intenciones muy nobles.

La imagen edulcorada que se ha estado exportando de Estados Unidos durante décadas comienza a romperse con los relatos actuales. De hecho, Una buena persona consigue ahondar sobre una problemática muy preocupante en el país: las adicciones al alcohol y los opiáceos. Tanto Allison como Daniel comparten los mismos demonios y ofrecen un mensaje esperanzador en su lucha por vencerlos.

Braff ofrece su mirada particular, aunque roza ligeramente el sentimentalismo fácil y peca de moralista con diálogos contundentes en boca de sus protagonistas. La película se articula bajo parámetros algo trillados y aunque trata con sensibilidad el tema, no ofrece nada que no se haya visto antes. De hecho, recuerda mucho a Beautiful Boy (2019) de Felix Van Groeningen. Un drama que también consigue explorar la sordidez de las adicciones bajo una historia mejor articulada y actuaciones también brillantes.

A pesar de todo ello, está claro que Una buena persona tiene buenas intenciones a la hora de rendir un homenaje a la lucha por la superación del duelo y las adicciones. Quizá la luz que lanza sobre los vínculos humanos como fuerza sanadora sea lo que la salve y termine dejando un buen sabor de boca en los espectadores. Para todos aquellos que lo quieran comprobar, el filme ha llegado a las salas españolas el 19 de mayo de la mano de Youplanet y Caramel Films.

Lo mejor: Las contundentes actuaciones de Florence Pugh y Morgan Freeman.

Lo peor: un guion pesado y repetitivo que no consigue calar.

Nota: 5/10