Título original: A Quiet Place: Day One
Año: 2024
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: Michael Sarnoski
Guion: Michael Sarnoski. Historia: John Krasinski, Michael Sarnoski. Personajes: Scott Beck, Bryan Woods
Fotografía: Patrick Scola
Música: Alexis Grapsas
Montaje: Andrew Mondshein, Gregory Plotkin
Reparto: Lupita Nyong’o, Joseph Quinn, Alex Wolff, Djimon Hounsou, Elijah Ungvary, Thea Butler, Jennifer Woodward, Sunjay Midda, Zay Domo Artist, Cain Aiden, Malik Jubal, Alexander John, Káit Feeney
Compañías: Paramount Pictures, Platinum Dunes, Sunday Night
Distribuidora en España: Paramount Pictures Spain
Género: Terror. Thriller. Drama. Intriga. Fantástico
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Krasinski revitalizó con la espectacular Un lugar tranquilo (2018) el subgénero monster movie. Y mientras Monstruoso (2008) de Matt Reeves se centraba en mostrar la ciudad de Nueva York sumida en el caos provocado por un monstruo como Godzilla después de hacer fitness, Krasinski profundizaba en la supervivencia de una familia abatida tras un mundo apocalíptico. Por lo tanto, Un lugar tranquilo siempre ha tenido un estudio psicológico más profundo de sus personajes, convirtiendo así a Evelyn Abbott (Emily Blunt) en una especie de Ellen Ripley del siglo XXI. Y tras el incontestable éxito de la primera entrega, cuatro años después, se estrenó una digna secuela, pero sin la maestría de su antecesora. Aun así, la calidad es superior si se compara con aquella copia barata bautizada como The Silence (2019).
Y como no hay dos sin tres, esta vez es el director Michael Sarnosk quien toma las riendas para dirigir una tercera parte que completa y complementa una trilogía no exenta de creatividad. Sarnosk, con apenas unas cuantas pinceladas, logra que el público empatice con Sam (Lupita Nyong’o), una joven que deberá enfrentarse a dos tipos de supervivencia: el cáncer y la llegada de unos extraterrestres de fino oído y monstruosa violencia. Un lugar tranquilo: Día 1, como el propio título indica, es una precuela que utiliza y reutiliza el material expuesto sin perder calidad. La enfermedad de Sam está presente sin caer nunca en la pornografía sentimental, porque a lo largo del metraje el espectador irá descubriendo como Lupita Nyong’o encarna al personaje mejor construido e interpretado de toda la trilogía.
Sam, siempre acompañada de un gato que actúa mejor que la media de intérpretes actuales, se adentrará en un conjunto de espectaculares escenas repletas de tensión. Como consecuencia de un apartado técnico impecable, la primera parte hace gala de un alarde visual apabullante que no deja que el ritmo decaiga en ningún momento. En ese vaivén de emociones volveremos a ver a Henri (papel clave de Djimon Hounsou en la segunda parte), pero el argumento esta vez irá por otro lado, porque Sam decidirá iniciar una huida en solitario. En el camino hacia su propósito, del cual es mejor no mencionar, la presencia de Eric (Joseph Quinn) será una de las claves más importantes en la narrativa. Entre ambos interpretes nace una química tan especial que, junto al gato, los tres cambiarán de manera súbita el tono por completo de los cánones habituales del cine de entretenimiento.
Y aquí está un error un tanto complejo de analizar. No se puede decir que Un lugar tranquilo: Día 1 sea dos películas en una, sin embargo, el survival horror se dirige hacia un final demasiado sentimental. Es como si Alien: el octavo pasajero (1979) terminase por convertirse en una mejorada versión de Otoño en Nueva York (2000). Sarnosk intenta unir dos géneros que suelen ser tan difíciles de mezclar como el agua y el aceite, no obstante, la introducción de ambos elementos solamente funciona en el bello y emocionante plano final. Cuando, por ejemplo, en la versión sueca de Déjame entrar (2008) las lágrimas daban cierto significado dramático a toda la sangre derramada.
Esta nueva entrega supera con creces a la segunda y empata en muchos aspectos con la primera (la escena de Blunt en la bañera, en cuestión a terror, es difícil de superar). No hay duda de que Sarnosk alcanzaría el sobresaliente si dejase a un lado la banda sonora para mostrar la angustia del silencio por sí misma (Feeling Good de Nina Simone es suficiente), y si el dramatismo sobreviviese a la emulsión de un guion cargado de buenas intenciones. Eso sí, Un lugar tranquilo: Día 1 es la opción idónea para disfrutar en pantalla grande. Por cierto, el 3×1 en pizzas siempre mejor a la salida del cine.