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‘The Batman’, «Puede ser cruel, poética o ciega»

Título original: The Batman

Año: 2022

Duración: 175 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Matt Reeves

Guion: Matt Reeves, Peter Craig.

Música: Michael Giacchino

Fotografía: Greig Fraser

Reparto: Robert Pattinson, Zöe Kravitz, Paul Dano, Andy Serkis, Colin Farrell, Jeffrey Wright, Peter Sarsgaard, John Turturro, Jayme Lawson, Con O’Neill, Barry Keoghan, Gil Perez-Abraham, Peter McDonald.

Oscura, deprimente y detectivesca. Así es la nueva producción del Hombre Murciélago dirigida por Matt Reeves (La guerra del planeta de los simios, 2017) que puede originar disparidad en las opiniones de los más críticos.

La película no es perfecta, ni mucho menos, pero sí logra mantener tu atención durante tres horas. Aspecto con el que se arriesga el director en una época de cine de superhéroes para toda la familia. Cine de algoritmo para plataformas, donde el ritmo debe ser trepidante, dinámico y con secuencias que no te hagan pensar.

Esta nueva versión es detallista, cuidadosa en todo lo que propone, sobre todo en una estética sublime gracias al trabajo de fotografía de Greig Fraser, que saca toda su artillería en planos metafóricos donde la sombra es el mismo Batman.

Gracias al trabajo de diseño e iluminación, Gotham es más Gotham que nunca. Aquí nos olvidamos de la Chicago de Nolan o la versión tan personal de Tim Burton. Aquí se respira la esencia de la ciudad como un personaje más tan vista en los cómics.

La banda sonora hace un trabajo espectacular con latemotivs de personajes que recuerdan al cine de terror psicológico. Gracias a esto, la sombra de Michelle Pfeiffer recorre por momentos a la Catwoman de Zoe Kravitz, la cual tiene guiños también a la versión de Frank Miller en el cómic Batman: Año Uno.

Todo se siente orgánico, todo fluye de manera natural en un ambiente deprimente, oscuro, con una eterna lluvia que nos ahoga en la tensión de los crímenes propuestos por Enigma (Paul Dano), el cual hace una interpretación para el recuerdo a la altura del Joker de Heath Ledger, otra sombra que recorre varias escenas de este film (momento interrogatorio ya es para la historia del cine).

La película pone tanta atención a la estética y su forma, que se olvida de la emoción. Las interpretaciones parecen estar contenidas, sobre todo el Bruce Wayne/Batman de Robert Pattinson. Da miedo, es misterioso, es la versión más detectivesca que hemos visto, sí, pero no me ha emocionado.

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Zoe Kravitz y Robert Pattinson en una escena de ‘The Batman’ (Foto: Warner)

La emoción en esta cinta va por otros derroteros. La tensión y la incertidumbre de qué está pasando propio de una historia de crímenes, es lo que tendremos. Pero, me ha faltado empatía con los personajes. ¡Ojo!, están muy bien. Pero todo suena a que es el inicio de algo. Parece no estar completo y eso influye en las interpretaciones.

Sales del cine con la sensación de que ha faltado algo más, y desde mi punto de vista, ha faltado el lado más sentimental. Cuando Reeves tiene la oportunidad de serlo, no logra conseguirlo (conversación de Bruce Wayne con Alfred después de un hecho dramático o las varias conversaciones que hay entre Catwoman y Batman). Éstas últimas llegan a rozar lo cursi.

Al igual que ha faltado credibilidad en la resolución de algunos acertijos. Parecen forzados por momentos, por mucha tecnología e inteligencia que tuviera Batman. El momento moqueta me ha parecido hasta estúpido.

Todo está tan contenido, que dan ganas que explote. Y espero que en una secuela así sea. Y que mejor personaje que Joker, para que la anarquía reine en una ciudad que tiene mucho que contar.

Este Batman hace justicia a un personaje tantas veces interpretado, con la sensación que esta es la versión más fiel, más justa para El Hombre Murciélago más oscuro, traumatizado y detective.

«Es cruel, poética y ciega, y a veces hasta violenta»
La justicia. La respuesta es la justicia.

Lo mejor: La fotografía y la banda sonora elevan a Batman a un nivel nunca visto antes.

Lo peor: Un guión que falla en la resolución de algunos acertijos y en el lado más emocional de las interpretaciones.

Nota: 8/10