Título: Roohi
Año: 2021
Duración: 145 min
País: India
Dirección: Hardik Mehta
Guión: Mrighdeep Singh Lamba, Gautam Mehra
Música: Sachin Sanghvi, Jigar Saraiya
Fotografía: Chaudhary Amalendu
Reparto: Rajkummar Rao, Janhvi Kapoor, Varun Sharma, Alexx O’Nell, Sumit Gulati, Rajesh Jais, Abhinav Chaturvedi, Manav Vij, Sarita Joshi
Productora: Jio Studios, Maddock Films
Género: Comedia, terror
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¿Qué ocurriría si mezclamos una posesión demoníaca con un triángulo amoroso? Eso mismo debieron preguntarse los creadores de Roohi, un híbrido entre película de terror y la comedia más disparatada. Estrenada en India el pasado 11 de marzo, ha sido la única película de Bollywood capaz de resucitar las salas de cine desde su reapertura. Ahora se encuentra disponible de manera internacional en el catálogo de Netflix. Aunque Roohi ha sido todo un éxito de taquilla, la crítica no ha sido tan benévola con ella.
En el pueblo de Bagadpur es tradición el denominado rapto de la novia. Bhawra (Rajkummar Rao) y Kattani (Varun Sharma) trabajan en una empresa especializada en este tipo de prácticas. Un día, les encargan la misión de capturar a Roohi (Janhvi Kapoor). Sin embargo, tras el fallecimiento de un familiar del novio, deben mantener a la mujer secuestrada hasta que se celebre la boda. Bhawra es el primero en darse cuenta de que Roohi está poseída por un espíritu demoníaco.

El concepto tras Roohi resulta muy interesante. Parodia el modelo romántico imperante en la industria con unos gags divertidos. Bhawra se enamorará de Roohi, mientras que Kattani encontrará irresistible a la espeluznante Afza, la parte demoníaca que habitan en la chica. No obstante, hacia la segunda mitad parece que la película se empieza a tomar demasiado en serio a sí misma, y la comedia paródica se pierde en un mar caótico de subtramas y casualidades sin sentido.
El principal problema de esta película es que no mantiene una coherencia interna. Tratan de hacer un comentario social con lectura feminista, pero Roohi permanece en todo momento en un segundo plano tras los tejemanejes de los hombres de la película. Janhvi Kapoor no destaca en ningún momento. Aunque su doble papel es el centro de la trama, no aporta nada a la misma hasta el clímax. Como de costumbre, Bollywood coloca el foco en el hombre a la hora de hablar sobre la mujer.
En definitiva, Roohi tiene buenas intenciones, pero la torpeza de su ejecución distrae del mensaje final que pretende dar. También resulta curioso no encontrar una sola mujer en los equipos de dirección, producción y guion. Es inevitable comparar esta cinta con Bulbbul, estrenada en Netflix en 2020, ya que ambas utilizan la misma figura demoníaca para hablar sobre feminismo. Y la primera no sale nada bien parada.
Namaste, amigos.
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Lo mejor: Las escenas que parodian clichés románticos
Lo peor: Es demasiado caótica, no existe una coherencia interna
Nota: 5/10