Tras conocer a Ishaan Khatter en A Suitable Boy, me apetecía ver algo más del hermano de Shahid Kapoor. No porque yo sea especialmente fan de Kapoor, sino porque tengo una vena cotilla muy fuerte. Me suscita mucho interés ver de lo que son capaces aquellos artistas que, podría decirse, lo han tenido más fácil para conseguir un papel protagonista en una gran producción. Es este el caso de Dhadak, una comedia romántica estrenada en 2018 bajo el manto de Dharma Productions. Y es que Khatter no es el único “niño bien” al que se nos presenta por primera vez en Dhadak, sino que también es el esperadísimo debut de Janhvi Kapoor, hija del director Boney Kapoor y la superestrella Sridevi. He de confesar que el protagonismo de Janhvi es el verdadero motivo por el que esta película me llamaba la atención en un primer momento.
Y, después de haberla visto, puedo confirmar con todas las letras que no la recomiendo. Me ha parecido tan mala que este artículo va a contener spoilers, porque no se me ocurre un buen motivo por el que alguien dedicaría dos horas y media de su vida en ver esto. Así que, si tienes curiosidad por ver Dhadak y no quieres que mi opinión te arruine la experiencia, este no es tu artículo.
Aunque no es muy difícil intuir el argumento de Dhadak por sus imágenes promocionales, empecé la cinta sin saber nada sobre la trama. Las comedias románticas, por lo general, suelen ser previsibles y presentar a personajes estereotipados. Y esta en concreto no iba a ser la excepción: desde el principio sentía que esta película ya la había visto antes. No porque realmente la hubiese visto, sino porque se parece demasiado a la dilogía compuesta por Humpty Sharma Ki Dulhania y Badrinath Ki Dulhania. Casualmente, ambas están dirigidas por Shashank Khaitan, quien también firma Dhadak. Sé que un buen director debe tener un estilo propio que le diferencie y blablablá. Pero ¿hasta el nivel de que todas sus películas sean exactamente iguales?
Madhu, interpretado por Ishaan Khatter, es un joven de clase media enamorado de Parthavi, una niña rica a la que da vida Janhvi Kapoor. Bueno, no sé hasta qué punto el término “dar vida” se ajusta a este caso, porque a Kapoor el personaje le va un poco grande. Pero no os preocupéis, que a Parthavi se le “curará” el carácter tan fuerte que la define. Su personaje está tan mal desarrollado que no tiene continuidad ninguna, no hay evolución que justifique su total cambio de actitud hacia la mitad de la película. Ellos se tienen que fugar para evitar que la familia de ella mate a Madhu, y entonces Parthavi pasa de ser la que hasta el momento controlaba la relación a quedar supeditada a sus órdenes.
Y todo esto sin meternos en que la trama gira OTRA vez en una historia de amor adolescente imposible por las convicciones sociales. ¡Qué aburrimiento! Aunque los crímenes de honor son una problemática bastante grave en la India, en Dhadak no termina de estar muy bien justificada. Ah, se me olvidaba contaros que, al final de la película, la familia de Parthavi asesina a Madhu y al bebé de ambos, tirándolos por el balcón. No pretendo sonar insensible, porque es un epílogo trágico, pero me parece terriblemente fuera de lugar. La secuencia resulta cómica, incluso, de lo mal planteada que está. Me parece totalmente lícito que se estrenen 200 películas de Bollywood con esta trama, pero que varíen el enfoque de vez en cuando. A lo mejor ayudaría presentar referentes que normalicen los matrimonios entre personas de distintas castas, o provenientes de diferentes ambientes socioeconómicos. Presentar constantemente este tipo de uniones bajo una luz trágica, es aburrido y bastante pesimista.
Por último, y no menos importante, el alivio cómico de la cinta es un hombre que “hace gracia” porque padece de enanismo. Shridhar Watsar interpreta al compinche del protagonista, que simplemente aparece por ahí para hacerle quedar bien. También le ridiculizan constantemente por su baja estatura (como si eso fuera algo que se elige). No se han molestado en darle mayor profundidad, pese a que Watsar posiblemente sea el mejor actor de Dhadak. El cómico ha hablado públicamente sobre la falta de tacto en el tratamiento de personajes con este tipo de particularidades físicas. Aunque esto no es exclusivo en Bollywood, ya que en occidente tampoco es que existan muchos referentes no normativos.
En definitiva, el guion es una sucesión de sinsentidos. No se termina de entender cómo se enamoran, o por qué van pasando las cosas. Ella en un primer momento no aparenta especial interés en él pero dos minutos más tarde sí que lo tiene. Pero, lo más desconcertante de todo, es el cambio radical del tono en el segundo acto. De repente, lo que parecía ser una comedia romántica juvenil, se transforma en un dramón telenovelesco. Posiblemente esto sea lo único interesante de la cinta, pero no me parece que esto se integre de una manera orgánica en la historia. Dhadak es caótica, aburrida y poco original, si os atrevéis a verla no digáis que no os avisé.
Namaste, amigos.