‘Los Anillos de Poder’, aunque ande vagando, perdido no estoy

Título original: Lord of the Rings: The Rings of Power

Año: 2022

Duración: 60 min (8 episodios)

País: Estados Unidos

Director: Patrick McKay, John D. Payne, J.A. Bayona, Wayne Yip, Charlotte Brändström

Guion: John D. Payne, Patrick McKay, Stephany Folsom, Justin Doble, Jason Cahill, Gennifer Hutchison, Glenise Mullins, Bryan Cogman, Helen Shang. Libros: J.R.R. Tolkien

Música: Bear McCreary, Howard Shore

Fotografía: Aaron Morton, Óscar Faura, Alex Disenhof

Reparto: Morfydd Clark, Robert Aramayo, Markella Kavenagh, Ismael Cruz Cordova, Charlie Vickers, Daniel Weyman, Lloyd Owen, Maxim Baldry, Owain Arthur, Tyroe Muhafidin, Megan Richards

Productora: New Line Cinema, Warner Bros. Television, Amazon Studios, Harper Collins Publishers

Distribuidora: Amazon Studios

Género: Serie de TV. Fantástico. Aventuras

Ficha en Filmaffinitty

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El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder es una serie que, admitámoslo, lo tenía muy difícil para triunfar. Por un lado, porque inmersos como estamos en un contexto en el que la cultura pop no hace más que universificar proyectos por encima de sus posibilidades y en el que la nostalgia es, muchas veces, el primer clavo del ataúd, los antecedentes apocalípticos que tuvimos este mismo año de otras series o películas de franquicias conocidas parecía indicar que, bueno, la hostia podía ser de órdago. Al fin y al cabo, la trilogía de Peter Jackson es una de las más queridas y aclamadas de la historia del cine, y estar a su altura es algo que no concebimos como posible.

Por el otro lado, claro, nos encontramos ante el hecho concreto de que una parte de la comunidad de fans de J. R. R. Tolkien, el autor legendario del mundo en el que se basa -grosso modo- la serie, es también una de las más “puristas” y conservadoras respecto a cómo se adapten sus obras. Y si no, que se lo digan al propio Peter Jackson, quien, como sucedió con Los Anillos de Poder en redes, tuvo que sufrir lo indecible en su momento por, supuestamente, no saber canalizar el espíritu de la Tierra Media en sus cintas. 

Y si bien ese es un debate que se podría tener, que puede resultar interesante (al menos para con los argumentos que merecen rédito intelectual: nos dejamos fuera a los cafres del “inclusismo forzado” o “¿pero cómo puede ser que haya una mujer en una serie?”) y que podemos entender también en base al lío monumental de derechos de autor que tiene Amazon, creo que no importa. Lo más relevante, lo patente, lo que la serie más cara de la historia prometía, aun sin los derechos de El Silmarillion y con buena parte del fandom en contra, era ofrecer una historia de fantasía épica pura y dura. Y aunque el resultado final diste de ser glorioso, más o menos lo ha conseguido. 

Los Anillos de Poder, así, mediante un prólogo abrumador, nos introduce de lleno en la Segunda Edad de la Tierra Media, con una Galadriel (Morfydd Clark) obsesionada por encontrar a Sauron. El resurgimiento de este mal atávico, que de algún modo atraviesa todas las tramas, apunta a ser la columna dorsal de la historia desde el principio y está tratado de forma relativamente interesante, aunque quizá comentar los cómos sea incurrir muy pronto en spoilers. Dejémoslo en que Sauron es todo lo magnético y seductor que cabría ser, aunque todo sea tan apresurado y echemos en falta que se exploten más sus múltiples facetas a lo largo de la temporada.

Elrond y Durin protagonizan la trama mejor llevada de la serie.

La serie, por otra parte, tiene una factura técnica impresionante, y tanto los decorados como los efectos especiales, pero sobre todo su banda sonora (a cargo de Bear McCreary), están a la altura de lo esperado. Que no es poco. No obstante, donde sí podemos observar más fallos es en todo lo relacionado con su guion, que es irregular y está minado de pequeñas conveniencias y decisiones absurdas que no hacen si no lastrar el conjunto. Realmente, la cosa va de menos a más después de ese furioso inicio, e incluso así no todas las líneas argumentales funcionan; la de los Pelosos es bastante floja, por ejemplo, en contraposición con la de Elrond (Robert Aramayo) y Durin (Lloyd Owen), que es un goce absoluto y nos depara una amistad inolvidable.

Por lo demás, es curioso cómo para muchas personas está tan alejada de los escritos de Tolkien o de los filmes de Jackson más allá de narrar hechos que no son canónicos, pues se nota que cuanto menos en el tono y en otros muchos aspectos han hecho un gran esfuerzo por acercarse. Los diálogos no tendrán tanta calidad, pero los parecidos son evidentes, del mismo modo que se aprecia en la dirección, aunque no alcancen las cotas de bizarrismo y brutalidad de las películas.

Por no hablar de que las críticas habituales (la “lentitud”, los diálogos pomposos, las conveniencias de guion, etc.) que se le hacen a la serie, vaya, son las mismas que uno se ha encontrado siempre hacia los libros y las películas. Me planteo que quizá sí han sabido sobrellevar ese legado, para lo bueno y lo malo. Y para muestra, un botón: si escenas como la presentación de Valinor, la despedida entre Elrond y Durin o la canción para la travesía de los Pelosos (¿Joder, acaso hay algo más propio de Tolkien que una canción como ésta?) no son lo que esperábamos de esta serie, entonces no lo será nada.

Además, Los Anillos de Poder llega para llenar un vacío en el audiovisual, el de la épica más loca y disfrutona, que no sabíamos que echamos tantísimo de menos. Porque ni Juego de Tronos (que de algún modo pervirtió los códigos del género al introducir sus intrigas palaciegas y su “realismo”) ni la (y me duele decirlo) malísima The Witcher de Netflix son rivales para este universo en cuanto a simple y llana imaginería fantástica. 

En definitiva, aunque hasta ahora la serie ha estado plagada de defectos, también es cierto que estos errores no son capaces de quitarle todo lo bueno; quizá no sea -todavía- una grandísima serie en términos de calidad plenamente puros, pero sus puntos fuertes son tan geniales que no importa. De momento, merece nuestra indulgencia. Porque quizá no es la mejor serie del mundo, pero sí una cuya existencia me alegra la vida cada semana.

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Lo mejor: si te gusta la fantasía épica es un regalo. Es la Tierra Media, joder.

Lo peor: necesita pulir sí o sí su guion de cara a mejorar en las siguientes temporadas.

Nota: 7,5/10