La dura vida del seriéfilo (II)

Para nosotros las semanas si son interminables, las navidades un fastidio, los veranos se hacen eternos y Netflix es nuestro «peor» enemigo.

Como ya decía la semana pasada, los seriéfilos nos tenemos que enfrentar en muchas ocasiones a ciertos reparos por parte de la gente a la que confesamos que nos encanta la televisión porque los hábitos de consumo de series han cambiado mucho en los últimos años. Aunque ‘Perdidos’ esté en el apartado de series de todos los portales en los que podemos disfrutarla, la gente no valora que sea un contenido realmente televisivo porque ya no tienen que esperar una semana para ver como continúa la historia en la pequeña pantalla. Y esto es algo ciertamente sorprendente, ya que parece que en el momento en el que el público puede disfrutar de una serie completa y no tiene que esperar capitulo a capítulo para saber cómo continúa la historia, olvida esa característica que hace de las series de televisión algo tan frustrante a lo que estar enganchado: esos 7 interminables días.

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Hugo tampoco lleva bien lo de tener que esperar.

Algunos dirán que no es para tanto, pero la realidad es siempre la misma: si estas enganchado a una historia, lo que quieres es saber cómo continua, y la espera es siempre cuanto menos tediosa. Es cierto que en ocasiones tenemos la sensación de que los lunes llegan muy pronto y el fin de semana pasa demasiado deprisa, pero te garantizo que si la serie que estas siguiendo se emite los lunes, los fines de semana se te harán eternos. Y si la espera no es lo suficientemente inaguantable por sí sola, ahora no solo tenemos un avance del capítulo de la semana siguiente, sino también sneak peeks, lo que hace que el hype se vuelva incontrolable… tanto que hay veces en las que me da por pensar que las cadenas se divierten demasiado a nuestra consta cuando ven nuestras reacciones a ese pequeño fragmento sin importancia que cuelgan el youtube dos días antes de que se emita el capítulo para que la espera se nos haga aún más larga.

Pero si pensáis que eso es lo peor, no podéis estar más equivocados. La cosa empeora si vienes de haber podido ver seguidas varias temporadas de la serie y de repente te pones al día y te toca esperar, como me pasó a mi con ‘The 100’ hace poco, porque parar de repente el ritmo es mucho peor que si ya estás acostumbrado. Sin embargo, esas 22 semanas de espera entre los capítulos de una temporada completa de una serie media y el parón navideño -que cada año aguanto peor- no son nada en comparación con los veranos.

Creo que todo seriéfilo estará de acuerdo conmigo cuando afirmo que son, sin duda, la peor época del año para los que estamos enganchados a cualquiera de estas producciones. Y sí, a mi también me encantan las vacaciones, no estoy loca, pero eso de estar casi tres meses enteros sin saber nada de tus personajes favoritos después de un final de temporada brutal es una sensación horrible. El final de la última temporada de ‘Juego de Tronos’, el de ‘Sense8’ o el de ‘Orphan Black’ son los ejemplos más recientes que se me ocurren y los que los hayáis visto coincidiréis conmigo en que no son para nada malos ejemplos.

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Aunque ahora no este en sus mejores días, el final de la 4ª temporada de ‘Castle’ fue uno de los mejores momentos de la serie.

¿Y creíais que la cosa no podía ser peor que estar tres meses sin saber si ese personaje que te encanta ha muerto o si esos dos que se liaron en la season finale siguen juntos o han vuelto a su tensión sexual no resulta de siempre? Pues creéis mal porque aquí está Netflix para hacer recrudecer las cosas todavía más. Vale que tener que esperar cada semana para ver el siguiente capítulo es un fastidio. Vale que los parones navideños hacen que en ocasiones odies la Navidad. Vale que los veranos no se disfrutan igual sin saber si todo el salseo y el drama del final temporada van a seguir o se van a arreglar las cosas. Pero, ¿y si tuvieras que esperar un año entero para saber qué pasa? Exacto, Netflix no solo ofrece unas series brutales sino que saca todos los capítulos de una temporada en un solo día. Y sí, todos hemos intentado lo de racionalizarlos para que nos duren más pero, seamos sinceros, nadie aguanta ver un episodio de ‘Orange is the new black’ a la semana cuando tienes el siguiente a un click de distancia haciéndote ojitos.

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A mi se me queda también esa cara cuando acabo ‘Orange is the new black’ y me doy cuenta de que ahora toca esperar.

Así que, para los que decís que ser seriéfilo es fácil y que solo es sentarse delante de la televisión o el ordenador una vez a la semana os digo que probéis a hacerlo, incluyendo los parones navideños y las esperas veraniegas a ver qué tal os va la cosa. O mejor, engancharos a ‘House of Cards’, a ver que tal os va la cosa…