El martes pasado, se dio a conocer la noticia de que el Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) ha sido cancelado para su edición de 2023, posponiéndolo sin fecha determinada hasta la primavera de 2024. Este comunicado ha generado un impacto en la comunidad cinematográfica local, quienes han recibido la noticia con sorpresa. Las primeras reacciones frente a este anuncio no se han hecho esperar.
El equipo de Jóvenes Programadores del certamen, un grupo de cinéfilos con edades comprendidas entre los 15 y 19 años, que participan en la iniciativa del mismo nombre organizada por el Festival, han sido una de las voces que se han manifestado en contra de esta decisión.
Con el objetivo de movilizar a la población sevillana en contra de la cancelación e instar al Ayuntamiento de Sevilla a reconsiderar su postura o buscar alternativas, los Jóvenes Programadores han emprendido una campaña de recogida de firmas digitales bajo el lema #Queremos20SEFF, para manifestar su descontento y apoyar la continuidad del SEFF.
El SEFF, considerado desde hace varios años el festival de cine mejor valorado por el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), ha sido un evento destacado en la ciudad durante diecinueve ediciones consecutivas. Su prestigio, programación de primer nivel y la presencia de destacadas personalidades del cine nacional e internacional como Álex de la Iglesia, Juan Antonio Bayona o Daniel Brühl, lo convirtieron en un escaparate cultural y todo un orgullo para la ciudad.
La cancelación del festival se justificó inicialmente por el solapamiento con los premios Grammy Latinos, un evento que, según el consistorio hispalense, requería el uso de los mismos espacios escénicos. No obstante, esta explicación fue recibida con escepticismo, cuestionándose la falta de planificación y de conocimiento por parte del gobierno local sobre el evento y su relevancia para la industria cinematográfica y la imagen de la ciudad.
El Festival solía atraer a más de 75.000 espectadores en sus últimas convocatorias, así como a 500 invitados entre cineastas y miembros de la prensa. La posibilidad de competir con otros festivales importantes, como el de Málaga o Cannes, celebrados entre los meses de marzo y abril, podría también restar visibilidad y relevancia al SEFF.
El Festival de Cine de Sevilla ha sido una fuente de inspiración y oportunidades para muchos jóvenes interesados en el cine, con algunos de ellos encontrando en el evento su primer empleo o la ocasión de mostrar sus trabajos audiovisuales. La cancelación de este evento deja un vacío en la escena cultural de la ciudad y desafía la idea de que Sevilla es un lugar propicio para el desarrollo del arte cinematográfico.