Título original: La Place d’une autre
Año: 2021
Duración: 112 min.
País: Francia
Dirección: Aurélia Georges
Guión: Maude Ameline, Aurélia Geroges
Fotografía: Jacques Girault
Música: Héctor Castrillejo, Carlos Herrero
Reparto: Lyna Khoudri, Sabine Azéma, Maud Wyler, Laurent Poitrenaux, Didier Brice
Productora: arte France Cinéma, 31 Juin Films
Género: Drama, Años 1910-1919
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París, 1914. Nelie Laborde está sirviendo una taza de café al señor de la casa. Éste, empieza a rozar con su pie las piernas de la muchacha. Inmediatamente vemos como Nelie, nuestra protagonista, es echada a empujones de la casa en la que, hasta ese momento, trabajaba.
Así empieza Mi identidad secreta, la última película de la directora francesa Aurélia Georges que tuvo su première mundial en el Festival de Locarno y que se ha estrenado en la plataforma Filmin el pasado 8 de julio. Un drama histórico con tintes de thriller ambientado en la I Guerra Mundial en la que una mujer suplantará la identidad de otra para conseguir un mejor porvenir.
Consideramos que el argumento en esta película es lo de menos. La directora no quiere contarnos la historia de Nelie, de cómo suplanta la identidad de otra mujer, ni de los horrores de la I Guerra Mundial en Francia. El argumento es en este caso la excusa de Georges para hablarnos de aspectos tan intrínsecos a la naturaleza humana como la supervivencia, los límites a los que somos capaces de llegar para defendernos, la redención, la culpa o las diferencias de clase.
Y realmente consigue hacernos reflexionar con su obra, ya que son muchos los aspectos de la cinta que funcionan. Destaca por ejemplo la notable interpretación por parte de las mujeres protagonistas. Lyna Khoudri, quien trabajó anteriormente con Wes Anderson en La Crónica Francesa encaja a la perfección con el personaje, su aspecto aniñado choca visceralmente con la realidad del personaje. Sabine Azèma en el papel de Eleonor de Lengwil, la acomodada mujer que la acogerá en su casa, quien tras años de experiencia en teatro y cine no decepciona en esta cinta. Aunque nos ha sorprendido gratamente el trabajo de Maud Wyler, en el papel de la auténtica Rose Julliet quien creemos que es la que más consigue sobrecogernos con su actuación.
Visualmente también destaca una fotografía preciosista, de planos cuidados y claroscuros conmovedores. No es magistral, no sorprende por su innovación, pero consigue lo que se propone. Desde luego Georges sabe usar la cámara haciendo uso de unos planos detalle muy conseguidos para situarnos en espacios concretos o contarnos algo que solo se puede contar con imágenes.
Y si bien la película tiene infinidad de aspectos positivos no son suficientes para convertirla en un trabajo destacable. Existen pasajes que aportan poco al argumento principal, que, si bien refuerzan la idea principal, no apoyan la historia. Hablo del caso de la criada embarazada, por ejemplo. Está claro que intensifica la mirada feminista de la historia en la que se muestra la lamentable situación de la mujer, pero no aporta nada más.
A los personajes les falta fuerza, desarrollo y relación entre ellos. Cuando acaba el filme, éste pierde veracidad pues no te explicas cómo pueden actuar así unos personajes que, para nuestros ojos, apenas han intimado. Esto desconcierta y te deja con cierta amargura en la boca ya que como espectador puedes llegar a sentirte defraudado.
Para acabar, el guion no es malo, ni mucho menos, pero sí altamente predecible. Cabe destacar que se trata de la adaptación de la novela “La nueva magdalena” de Wilkie Collins (1973) y que el tema de la suplantación de identidad ha sido tratado en la gran pantalla en muchas y diversas ocasiones. Recordemos por ejemplo El Talento de Mr Ripley (Anthony Minghella, 1999) o Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002). Pero sin ser excusa, una vez más el espectador se encuentra ante la idea de no estar viendo nada nuevo.
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Lo mejor: Las diferentes lecturas que podemos extraer del film
Lo peor: La poca profundidad en guion y personajes
Nota: 5,5/10