Título original: 7 años
Año: 2016
Duración: 76 min
País: España
Director: Roger Gual
Guión: José Cabeza, Julia Fontana
Música: Federico Jusid
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Reparto: Alex Brendemühl, Paco León, Juana Acosta, Juan Pablo Raba, Manuel Morón
Productora: Netflix España / Cactus Flower Producciones / Metronome Musica de Peliculas
Género: Drama. Thriller
Ficha en Sensacine
7 años es la primera película de Netflix para España. Quizás conscientes de la fase aún embrionaria de la plataforma en nuestro país, la apuesta ha sido la de producir una película corta. con pocos personajes y centrando su acción en una sola localización. El director al mando de esta fórmula es Roger Gual (Smoking Room, 2002) y las claves de la misma residen en el guion de José Cabeza y Julia Fontana, suponiendo el debut de ambos en el largometraje.
Las caras visibles del proyecto son los cinco actores sobre los que cae el peso de toda la película: Alex Brendemühl (El médico alemán, 2013), Paco León (Kiki, el amor se hace, 2016), Juana Acosta (Acantilado, 2016), Juan Pablo Raba (Narcos, 2015) y Manuel Morón (El traje, 2002).
La película comienza jugando a la intriga. No está muy claro por qué, Marcel (Alex Brendemühl) convoca a los socios de su empresa a las oficinas de la misma en sábado. Estos primeros minutos nos sirven para conocer un poco a los personajes hasta que una vez reunidos, el CEO suelta la bomba: Hacienda les está investigando y es inevitable que les pillen por fraude al estar desviando fondos a un paraíso fiscal. Solo queda una solución para salvar a la compañía y a tres de sus socios: que uno pringue y asuma todas las culpas. Incapaces de decidir quién será o cómo resolverlo, deciden llamar a José Veiga (Manuel Morón), un mediador. Comienza así la partida de ajedrez en la que a contrarreloj, deberán elegir a uno de los cuatro para pasar los próximos 7 años de su vida en la cárcel.
Sí, 7 años es una película de trapos sucios, mentiras, rencores y orgullo. A través de un guion muy trabajado y unos personajes maravillosamente interpretados por todos y cada uno de los actores, la ruleta rusa emocional no deja lugar a la pausa. Con la pregunta clave lanzada, el resto del metraje se convierte en una sucesión de diálogos y giros con un ritmo espléndido. Difícil dejar de prestar atención a la pantalla con tantas cosas en juego para cada uno de los personajes. Quizás sea este el punto fuerte de la película, unos personajes que huyen de la caricatura del bueno y el malo (a veces olvidas que realmente todos son corruptos) para luchar por sus intereses, quitándose las caretas y mostrándose tal y como son. Y aunque, como ya decimos, la actuación del reparto entero es impecable, cabe destacar a un Paco León que demuestra una vez más su polivalencia y a una Juana Acosta cerca de la perfección.
Una película que también nos hace pensar en los límites de cada persona y, al fin y al cabo, los límites de la sociedad. En dónde los marcamos y en cuánto precio les ponemos. Es interesante hacerse las preguntas que plantea la historia y ponerse en la piel de sus personajes para pensar: ¿Qué hubiera hecho yo?
Lo mejor: El guion, que mantiene enganchado desde el principio con unos personajes trabajados hasta el detalle.
Lo peor: Que se pase tan rápido.
Nota: 7,5/10