Corpus Christi

‘Corpus Christi’, la gran olvidada de los Oscar

Título original: Boże Ciało

Año: 2019

Duración: 116 min.

País: Polonia

Dirección: Jan Komasa

Guión: Mateusz Pacewicz

Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine

Fotografía: Piotr Sobocinski Jr.

Reparto: Bartosz Bielenia, Eliza Rycembel, Aleksandra Konieczna, Tomasz Zietek, Leszek Lichota, Lukasz Simlat, Barbara Kurzaj, Zdzislaw Wardejn

Productora: Coproducción Polonia-Francia; Aurum Film, Canal+ Polska

Género: Drama

Ficha en Filmaffinity

Todo el mundo recuerda que Dolor y Gloria y Parásitos estuvieron nominadas la pasada edición de los Oscar. Si me apuras, hasta nos acordamos de Los Miserables, aquella película que adaptaba a Victor Hugo en la actualidad. Pero muy poca gente se acuerda de que había otra película más nominada, Corpus Christi, la historia de un joven juerguista de 20 años que quiere ser sacerdote.

Lo cierto es que la película robó el puesto a magníficas películas como Atlatics (Senegal), Beanpole (Rusia), Solo nos queda bailar (Suecia), La vida invisible de Eurídice Gusmão (Brasil) o Monos (Colombia). Se coló como nominada cuando no era de las favoritas para entrar a la nominación. Sin embargo, después de haber visto la película podemos decir que se trata de una pequeña joyita.

La película se vio por primera vez en la Jornada de los Autores del Festival de Venecia, pasando después por el Festival de Toronto, el Festival de Chicago y el BCN Film Fest. No llamó mucho la atención en estos festivales, pero sí se llevó algún pequeño premio. En Venecia el premio a Mejor Película Label Europa Cinemas y en el Festival de Chicago el premio a Mejor Actor.

La película del director Polaco, Jan Komasa, cuenta la historia de Daniel, un joven de 20 años que experimenta una transformación espiritual mientras vive en un centro de detención juvenil. Quiere ser sacerdote, pero esto es imposible debido a sus antecedentes penales. Cuando es enviado a trabajar a un taller de carpintería en una pequeña ciudad, a su llegada se viste de sacerdote y se hace cargo accidentalmente de la parroquia local. La llegada del joven carismático predicador es una oportunidad para que la comunidad local comience el proceso de sanción después de una tragedia que ocurrió allí.

El film de Komasa está basado en una historia real que ocurrió en Polonia. Se trataba de un adolescente que se hizo pasar por sacerdote durante unos meses. El autor del guión, Mateusz Pacewicz, escribió un artículo al respecto y así surgió la película. Una historia llena de dolor, rabia y muchas contradicciones.

Corpus Christi
Bartosz Bielenia encarnando el personaje de Daniel

Se trata de una película muy sincera. Parte de esa sinceridad se transmite a través del personaje principal, encarnado por Bartosz Bielenia. Él está espectacular. Tiene una de esas miradas penetrantes que favorecen tanto al cine, con unos ojos cristalinos que rebosan dolor, pero a la vez paz.

«No importa de donde vengo, solo a donde voy», dice el protagonista. Daniel trata de liberarse como persona y desligarse de su pasado. Y, en parte, tiene esa oportunidad, pero sigue siendo el mismo de siempre. A lo largo del film, vamos viendo como se va profundizando en el personaje de Daniel y este va evolucionando. Aprende que, mucha gente que va a la Iglesia está llena de dolor. La película cuenta en un momento que mucha gente va para aparentar, que no son creyentes, pero son humanos.

Estéticamente, la cinta de Komasa es muy notable. Tiene una estética típica nórdica con colores fríos que recuerda a los filmes de Joaquim Trier (Thelma; Oslo, 31 de agosto). Tanto los colores como la luz están muy bien cuidados. Esta última juega un papel crucial a la hora de dar ese misticismo religioso que se respira durante toda la película.

No creo que la película sea una protesta más sobre el problema del catolicismo en un país en el que la religión es tan importante. Simplemente muestra un pequeño pueblo escandinavo que choca con una forma de pensamiento muy puritana y que se queda atrás para llegar al mundo contemporáneo. De hecho, hay muchas reminiscencias a Rompiendo las olas, de Lars von Trier, la cual contaba la historia de una pequeña comunidad en la que la Iglesia está muy presente y una mujer decide hacer algo diferente, como nuestro protagonista.

Lo mejor: como está rodada la escena final

Lo peor: que pueda ofender a los más católicos

Nota: 8/10