Paradise is burning

‘Paradise is Burning’, el despertar de un final

Título original: Paradiset brinner (Paradise is Burning)

Año: 2023

Duración: 108 min.

País: Suecia

Directora: Mika Gustafson

Guion: Mika Gustafson, Alexander Öhrstrand

Fotografía: Sine Vadstrup Brooker

Música: Giorgio Giampà

Montaje: Anders Skov

Reparto: Bianca Delbravo, Marta Oldenburg, Dilvin Asaad, Mitja Siren, Safira Mossberg, Ida Engvoll

Compañías: Coproducción Suecia-Italia-Dinamarca-Finlandia; Hobab, IntraMovies, Toobox, Tuffi Films

Distribuidora en España: Stendhal Films

Género: Drama

Ficha en Filmaffinitty

Paradise is Burning, el debut en solitario de la directora sueca Mika Guastafson -galardonada a Mejor Dirección en la Sección Orizzonti de la Mostra de Venecia-, se estrena en salas de cines españolas el viernes 7 de junio gracias a la distribuidora Stendhal Films.

En un barrio de algún lugar de Suecia, tres hermanas conviven sin la presencia de una figura materna. La hermana mayor, Laura (Bianca Delbravo) de tan solo 16 años, deberá encontrar una sustituta materna para engañar a los servicios sociales ante una inminente reunión familiar. Mientras tanto, Steffi (Safira Mossberg) y Mira (Dilvin Asaad), de 7 y 12 años de edad respectivamente, disfrutan de un tipo de libertad que suele ser plasmada en el género coming-of-age.

En un tono cercano a la espléndida The Florida Project (2017) de Sean Baker, las adolescentes se mueven y conmueven bajo la luz de un verano que amenaza con apagarse. Tras un encuentro fortuito, Laura conoce a Hanna (Marta Oldenburg) una joven madre con la que irá manteniendo una relación de amistad en la que ambas, sin entrar explícitamente en el tema, explorarán los distintos tipos de relaciones maternofiliales. Una parte de la historia que se apreciará mejor evitando spoilers innecesarios.

La mayor carga dramática del film la lleva el personaje de Laura, una superviviente nata que protege cómo puede a sus hermanas, y que Guastafson retrata con bella delicadeza. Porque pese a que las discusiones sean constantes, Laura luchará para que la hermandad jamás sea dividida. Un argumento simple, pero con un guion trabajado que retrata las primeras veces de la adolescencia con sumo detalle. Todo transcurre de manera orgánica a lo largo del metraje, en el que la niñez va dejando paso a la temida adultez. Un hecho que queda patente en la siguiente frase: «Enhorabuena ya eres una mujer. ¿O debería decir, «lo siento»?».

El espectador irá descubriendo diversas metáforas que servirán para explicar con sutileza la tristeza que conlleva la búsqueda de una identidad propia, ya sea mediante el caminar solitario de un perro o con los ecos que deja la letra Oh Susie de la banda musical Secret Service en una escena que evoca al mejor Xavier Dolan. Con un gran manejo técnico y actoral, el mayor fallo está en una narrativa caótica que, en un principio, recurre a aclaraciones innecesarias. Este es un error muy común en las óperas primas por temor a caer en digresiones, pero que Guastafson en seguida logra subsanar centrando la narración hacia un problema social que normalmente no es representado por el cine sueco. Lo importante es que Paradise is Burning contiene diversos hallazgos de gran calidad cinematográfica que convergen sin necesidad de subrayar lo evidente.

Pocos olvidarán esta celebración a la vida en donde las mujeres son la luz en un final que Guastafson, a la que le espera una carrera prometedora, plasma astutamente aunando la tristeza con la alegría. Un trío protagonista en estado de gracia que traspasa la pantalla de los cines robando el corazón de cada espectador. No duden en verla. Ellas no dudan en vivirla. 

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Lo mejor: La sutileza con la que trata los temas más complejos.
Lo peor: Que este tipo de cine pueda pasar desapercibido en las salas de cine.
9