‘El caso Braibanti’, el recuerdo olvidado

Título original: Il signore delle formiche

Año: 2022

Duración: 134 min.

País: Italia

Director: Gianni Amelio

Guion: Gianni Amelio, Federico Fava, Edoardo Petti

Fotografía: Luan Amelio

Montaje: Simona Paggi

Reparto: Luigi Lo Cascio, Elio Germano, Leonardo Maltese, Sara Serraiocco, Anna Caterina Antonacci, Rita Bosello, Davide Vecchi, Maria Caleffi, Roberto Infurna, Valerio Binasco, Alberto Cracco, Luca Lazzareschi

Compañías: Kavac Film, IBC Movie, Tenderstories, Emilia-Romagna Film Commission, RAI Cinema

Distribuidora: Surtsey Films

Género: Drama | Basado en hechos reales.

Ficha en Filmaffinitty


Gianni Amelio, uno de los mejores directores italianos en activo, recurre a su talento innato para introducir de la mejor forma posible la vida de Aldo Braibanti, un dramaturgo, poeta, artista visual y también coleccionista de hormigas que, metafóricamente, conocen mejor la unión como colectivo que la propia humanidad. Injustamente condenado por el único hecho de amar a un joven en la Italia de los años 60, Braibanti no era más que un hombre de pulso firme y férreas convicciones en una sociedad subyugada por leyes que extirpaban el derecho a una libertad que nunca debería de haber sido un anhelo.

La narración podría estructurase, con algún que otro importante salto temporal, en tres partes diferenciadas: una introducción en la cual el amor termina abruptamente tras una dura escena que hiere el corazón de cualquier espectador con un mínimo de sentido común; un nudo más amplio en contenido, pero quizá menos profundo en sentimiento; y un largo desenlace como drama judicial que nace de una atmósfera opresiva que coloca en el sitio correcto la denuncia sociopolítica planteada desde el principio. Todo ello aderezado por un buen trabajo de diseño de producción y dirección artística que recrea con elegancia, y sin ningún tipo de anacronismo (con una buena sección musical que incrementa su austera belleza), la década comprendida entre 1959 y 1969.

Pero El caso Braibanti se sostiene en lo alto a lo largo de su metraje gracias a tres interpretaciones desgarradoras en diferentes tesituras. Luigi Lo Cascio, ofrece a Braibanti una luz cegadora que alterna con tristeza la incomprensión del observador que termina siendo observado. Leonardo Maltese transmuta de la inocencia hacia una juventud arrebatada con sorprendente solvencia a través de la mirada de Ettore. Y finalmente Elio Germano personaliza la empatía del periodista Ennio Scribani que va engrandeciendo un papel, que a priori parecía menos dramático, hasta convertirse en un digno coprotagonista. Mención aparte merecen las interpretaciones de las dos madres de la película (porque esta vez los padres también están ausentes como en la mayoría de la filmografía de Amelio) interpretadas soberbiamente por Rita Bosello y Anna Caterina Antonacci reflejando respectivamente el rostro del miedo a los que no saben amar y el de los que temen amar.

Gianni Amelio ha sabido encontrar como cineasta el momento idóneo para contar una historia que tristemente no parece alejarse de un futuro inminente. Porque si en la actualidad la sociedad continúa ignorando las evidencias de un odio que se incrementa en cada noticia, censura y discurso, ¿de qué sirve recordar un olvido si no es para retenerlo en la memoria?

Y sí, qué difícil es huir del maniqueísmo en el cine cuando la humanidad no diferencia entre el bien y el mal dejando así como resultado una especie de ordalía, de la cual, el director logra mostrar sus consecuencias en una inolvidable escena final.


Lo mejor: Luigi Lo Cascio como Aldo Braibanti y su distinguida brisa a buen cine.

Lo peor: La posibilidad, aunque sea mínima, de que este caso se repita en el presente.

Nota: 8/10