Anushka Sharma es uno de los nombres más famosos en la industria cinematográfica de la India. Ha protagonizado un total de diecinueve películas desde su debut, Rab Ne Bana Di Jodi (2008), junto a la superestrella Shah Rukh Khan y bajo el sello Yash Raj Films. Por supuesto, al tratarse de una comedia romántica de dudoso guión protagonizada por el Rey Khan, la cinta se convirtió en un blockbuster y consiguió lanzar la carrera de esta respetada actriz.
Como la mayoría de las actrices de Bollywood que no provienen de una familia ligada al mundo del espectáculo, Sharma comenzó en el mundo del modelaje antes de conseguir un contrato con la productora Yash Raj Films. Pese a su pasado como modelo, en numerosas ocasiones se la ha criticado por su físico, nada sorprendente viniendo de una industria que valora más el aspecto de una mujer que su valía como intérprete.
En 2015 Anushka Sharma recibe el guión de NH10, un thriller cuyo peso protagónico recaería únicamente en una mujer, algo insólito en la tradicional misoginia de Bollywood. Al considerarlo un proyecto importante, decide convertirse en productora de la cinta y decide fundar Clean Slate Films junto a su hermano, Karnesh Sharma. Precisamente este deseo de explorar la feminidad en el cine y de darle voz a las mujeres, más allá de los papeles de mujer florero habituales, motivan a Sharma para crear esta productora y estrenar películas ‘poco convencionales’.
En 2017 Clean Slate Film estrena su segunda producción, Phillauri, una comedia fantástica en la que la intérprete comparte protagonismo con Suraj Sharma. En esta ocasión la película no obtiene una respuesta tan positiva, y pasa totalmente desapercibida entre los títulos que se estrenan ese mismo año. Por supuesto, la actriz continuaría apareciendo en otros importantes proyectos ajenos a su productora.
Pero la terrorífica Pari (2018) devolvería el trabajo de productora de Sharma al candelero. Aunque también recibió críticas negativas, en esta cinta de terror se trata los controvertidos temas de la violencia de género y el abuso sexual, y se prohibió en Pakistán por “promover la magia negra”. Estrenar una película comercial sobre un tema tabú y cuyo peso argumental recae sobre los hombros de una mujer, no es económicamente rentable.
Anushka Sharma podrá no ser la más guapa, ni la mejor actriz, pero sin duda es una profesional comprometida con crear una industria más igualitaria, que ayude a la sociedad de la India a continuar avanzando hacia el progreso. Y como espectadores, necesitamos estar atentos a sus próximos proyectos como productora.
Namaste, amigos.