Esta semana llega a las carteleras A complete unknown, la esperada película de James Mangold sobre Bob Dylan, con Timothée Chalamet en el papel del legendario músico. La cinta nos transporta a los años clave de la transformación del músico, cuando, tras consolidarse como la voz de una generación en el circuito folk norteamericano, decide electrificar su sonido y enfrentó el rechazo de sus seguidores más puristas..
Siguiendo la senda de biopics recientes como Elvis (Luhrmann, 2022) o Rocketman (Fletcher, 2019), A complete unknown no solo es un retrato audiovisual más sobre la vida de un artista polifacético y ampliamente conocido en todo el mundo. Como ya demostró con Johnny Cash en En la cuerda floja (2005), Mangold busca capturar el espíritu de un artista joven y rebelde en un momento en el que redefinió la historia de la música.
La relación de Bob Dylan con el cine ha sido constante a lo largo de las décadas, tanto a través de documentales como actuando en algunas películas. Además, su música ha sido utilizada en infinidad de bandas sonoras. Con A complete unknown, el cine vuelve a rendir homenaje a una de las figuras más esquivas y fascinantes de la música del pasado siglo. Hasta la fecha, la relación que ha mantenido con la industria ha sido bastante estrecha, siendo acreditado como compositor, colaborador o interprete. Veamos las más destacadas.
10 películas para entender a Bob Dylan
1967 – Don’t look back
La esencia del Bob Dylan de los sesenta queda atrapada en este documental en blanco y negro de D. A. Pennebaker rodado durante la gira británica de 1965. La cámara acompaña al cantante en la carretera, en los camerinos y en los escenarios captando con naturalidad las conversaciones con su entorno y los silencios que construyen una figura enigmática. Mítico por contener, además, el que muchos consideran el primer videoclip de la historia: Dylan lanzando carteles con las letras de Subterranean Homesick Blues.
1972 – Eat the document
Con codirección de Bob Dylan, este film recoge su turbulenta gira europea junto a The Hawks, en pleno proceso de electrificación. Concebido inicialmente para televisión, el montaje final fue tan críptico que terminó siendo rechazado. Hoy en día, nos encontramos ante un bootleg. Un objeto de culto que, hasta la llegada de YouTube, pasaba de mano en mano entre sus fans más acérrimos. Una pieza audiovisual a medio camino entre el cine experimental y el arte conceptual.
1973 – Pat Garrett & Billy The Kid
En su primer papel importante en el cine, Bob Dylan interpreta a Alias, un enigmático forajido en el western crepuscular de Sam Peckinpah. Aunque su actuación es modesta, su contribución real está en la banda sonora, de la que nace Knockin’ on Heaven’s Door, una de sus canciones más icónicas. Peckinpah encontró aquí en Dylan un cómplice inesperado. No por su fuerza interpretativa, sino por el aura poética que su presencia añadía al filme.
1975 – Renaldo y Clara
Con cuatro horas de duración, esta película escrita y dirigida por Bob Dylan es un rompecabezas de ficción, documental y performance musical. Rodada durante la gira The Rolling Thunder Revue, la cinta mezcla actuaciones, escenas oníricas y momentos personales de Dylan con su entonces esposa Sara Lownds. Una obra inclasificable que, aunque recibida con confusión y críticas, sigue siendo un fascinante viaje a la etapa más teatral y camaleónica del cantautor.
1987 – Corazones de fuego
Un melodrama musical dirigido por Richard Marquand (Star Wars: El retorno del Jedi) que naufragó en taquilla y fue ampliamente ignorado por la crítica. Dylan interpreta a una estrella de rock retirada, pero lo hace con una apatía palpable, como si se parodiara a sí mismo sin demasiado interés. Lejos de ser una obra significativa, la película ha quedado relegada a una mera nota al pie dentro de su filmografía.
2000 – Jóvenes prodigiosos
Dylan se llevó un Globo de Oro y un Oscar a Mejor canción original por Things Have Changed, la canción original para este drama de Curtis Hanson. Su voz rasgada y su lírica cínica encajan a la perfección con la atmósfera melancólica del film, protagonizado por Michael Douglas. El premio marcó el reconocimiento tardío de la Academia a su legado en la música cinematográfica.
2003 – Anónimos
Con guion del propio Bob Dylan, Masked and Anonymous es una fábula distópica en la que Dylan encarna a un músico encarcelado y liberado brevemente para ofrecer un concierto benéfico en una América ficticia al borde del colapso moral, político y cultural. A pesar de su reparto coral compuesto por estrellas como Jeff Bridges, Penélope Cruz, John Goodman o Jessica Lange, fue una cinta incomprendida por muchos en su estreno, pero que ha ido ganando con los años una aureola de obra de culto.
2005 – No direction home
Martin Scorsese disecciona la carrera de Bob Dylan en los años 60 en un documental considerado por muchos como el mejor acercamiento audiovisual a la figura del Dylan joven y rebelde. Con acceso a material inédito y entrevistas reveladoras, Scorsese reconstruye su ascenso del cantante desde los cafés de Greenwich Village hasta su polémica electrificación en el Newport Folk Festival. La misma etapa que podremos ver reflejada en A complete unknown.
2007 – I’m not there
Todd Haynes hace lo imposible: retratar a Bob Dylan sin recurrir a una biografía convencional, sino a una visión caleidoscópica de su identidad cambiante. Seis actores, Ben Whishaw, Cate Blanchett, Richard Gere, Christian Bale, Heath Ledger y Marcus Carl Franklin interpretan distintas máscaras de Dylan. Blanchett brilla en el papel del Dylan eléctrico, con una interpretación que le valió un Globo de Oro, una Copa Volpi y una nominación a los Oscar.
2019 – Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story
Tuvimos que esperar casi 15 años para ver el nuevo acercamiento de Scorsese al universo dylaniano. Un falso documental de Netflix que mezcla realidad y ficción sobre la legendaria gira del mismo nombre. Con entrevistas inventadas y escenas alteradas, la película juega con el mito de Dylan y refuerza su condición de artista inasible. Una fantasía reconstruida tan real como el recuerdo colectivo que la sostiene.
La figura de Bob Dylan ha sido, durante más de medio siglo, una fuente inagotable de inspiración, interrogantes y relatos de todo tipo. Su relación con el cine, tan esquiva y fascinante como él mismo, ha transitado entre el documental, la ficción, la performance y el mito. A complete unknown llega ahora para sumar una nueva capa a ese legado. Una nueva adición a una filmografía que, aunque no ofrece una verdad definitiva sobre Bob Dylan, sí compone un mapa para quien quiera adentrarse en el misterio de su leyenda.