Título original: La casa de papel (Temporada 5)
Año: 2021
Duración: 50 min.
País: España
Dirección: Álex Pina (Creador), Jesús Colmenar, Miguel Ángel Vivas, Alex Rodrigo, Alejandro Bazzano, Koldo Serra, Javier Quintas
Guion: Álex Pina, Esther Martínez Lobato, Javier Gómez Santander, David Barrocal.
Música: Iván M. Lacámara, Manel Santisteban
Fotografía: Miguel Ángel Amoedo, David Azcano, Sergi Bartrolí, Mike Valentine
Reparto:
Álvaro Morte, Úrsula Corberó, Itziar Ituño, Alba Flores, Paco Tous, Najwa Nimri, Pedro Alonso, Miguel Herrán, Jaime Lorente, Esther Acebo, Hovik Keuchkerian, Rodrigo de la Serna, Enrique Arce,
Productora: Vancouver Media, Atresmedia Televisión. Distribuidora: Netflix.
Cinco temporadas después y dos robos, la serie que fracasó en 2017 en España, llena los televisores de ilusión en todo el mundo con el estreno de la quinta y última temporada. El Profesor y su banda están de vuelta.
Las expectativas eran tan altas, que siempre existió el vértigo de caer en el desagrado de un público que ya es familia. La llamada Resistencia.
En esta quinta temporada se vuelve a la estructura cíclica. A tener detalles del comienzo. Ese origen en el que nadie confió y que solo el público internacional de Netflix supo valorar.
La historia va por otros derroteros a los de la primera parte. La acción bélica es sustituida por la conexión emocional de los personajes, que esta vez sí, respiran un poco más y enseñan al espectador su motivaciones y lado más humano. Además de la variedad de paisajes, que hace que el público también respire y salga del agobio del banco.
En este aspecto, resulta irresistible no enamorarse de El profesor (Álvaro Morte). La segunda parte parece un claro homenaje al creador de todo esto, al jugador de ajedrez por excelencia que siempre va un paso por delante aunque sitúen al personaje contra las cuerdas en casi todos los capítulos.
La interpretación de Morte es magnífica, sabiendo mostrarnos cada faceta de su personaje en todas las circunstancias posibles.
El guión vuelve a la esencia de las dos primeras temporadas. Con giros coherentes que envuelven el regalo con un lazo mágico propio de un truco de ilusionistas. Pero adolece de no explicar el riesgo que se toma al final de la primera parte, ignorando el momento épico que supuso.
En este sentido, los guionistas nos sugieren que confiemos en lo poético/romántico para hacer justicia con el personaje de Tokio (Úrsula Corberó). Algo que sin duda, no caerá bien a muchos espectadores.
Destacar el capítulo ocho titulado «La teoría de la elegancia», donde a mi parecer, se explica la esencia tanto de Berlín, su hijo intepretado por Patrick Criado, como del espíritu de ladrones que caracteriza al Profesor y al plan que siempre tiene para ganar las partidas.
Por lo demás, todo sigue funcionando a la perfección. Un guión que carece de épica pero que pone toda la carne en el asador de lo emocional y en esa familia de ladrones que originó La resistencia.
En el origen está el motivo de todo. El por qué hace lo que hace el personaje interpretado por Álvaro Morte se resuelve de manera emotiva.
Un final casi perfecto que juega también con el sentimiento nacional. Con el estereotipo de lo que somos como país a vistas de Europa y el mundo y que, sin duda, me ha parecido una jugada maestra. Burlarse de nosotros mismos, haciendo el mejor atraco de la historia, pero a nuestra manera.
Como diría Machado, de changa y pandereta.
Nota: 9/10
Lo mejor: La presencia de lazos emotivos con El Profesor y los giros de guión.
Lo peor: La falta de epicidad y de una explicación lógica con lo ocurrido en el final de la primera parte.