‘La casa de papel: Berlín’. Diamante por pulir

Título original: La casa de papel: Berlín

Año: 2023

País: España

Dirección: Álex Pina (Creador), Esther Martínez Lobato (Creadora), David Barrocal, Geoffrey Cowper, Albert Pintó.

Guion: Álex Pina, Esther Martínez Lobato, David Barrocal, David Oliva.

Reparto: Pedro Alonso, Michelle Jenner, Tristán Ulloa, Begoña Vargas, Julio Peña, Joel Sánchez, Itziar Ituño, Najwa Nimri.

Fotografía: David Acereto, Miguel Ángel Amoedo, Sergi Bartrolí, Íñigo Iglesias.

Compañías

Vancouver Media. Distribuidora: Netflix

Género: Serie de TV. Thriller | Crimen. Spin-off.

Sinopsis: La historia se ambienta en el pasado, cuando en el mejor momento de su vida, Berlín planea robar una colección de joyas por valor de 44 millones de euros. O más concretamente, hacerlas desaparecer delante de los ojos de los vigilantes. Para conseguir esta hazaña contará con la ayuda de una banda.

 

Los creadores de la serie española más vista a nivel internacional vuelve con un spin-off que enseña sus diamantes pero que, al mismo tiempo, nos muestra sus grietas para poder pulir mejor en futuras temporadas.

La premisa de Berlín es buena. Interesante, divertida, atractiva. Sí. Lo es. El escenario, París, también lo es. Todo está envuelto en un papel dorado muy fino que atrae de primeras pero que se le ven las costuras a lo largo de los capítulos.

El espectador se encontrará con una confusa sensación. Esto es La casa de papel pero no es lo mismo. El que mantiene la conexión con la producción de Álex Pina allá por el 2017 es Berlín (Pedro Alonso). A partir de ahí todo gira entorno a su carisma la cual se degrada por momentos, momentos donde el guión exagera escenas de amor y sexo, tan presentes en la serie original pero que en ésta alcanza un grado mayor un tanto innecesario.

La trama pretende que el espectador entienda que el amor es el verdadero enemigo de esta banda. Los diamantes pasan a un segundo plano cuando todo avanza a esa tensión sexual entre personajes, aspecto que entretiene pero que desvirtúa la trama principal.

Aún así, admito que los nuevos personajes enganchan, en especial Cameron (Begoña Vargas) cuyo pasado es toda una incógnita y que a través de su mirada, invita al espectador a hacerse miles de preguntas.

El tono jocoso y divertido con el que juega la serie se transmite en cada detalle. Desde el color (más azulado y colores pastel que en la serie original) hasta la interpretación, pasando por diálogos y música que convierte a Berlín en un patio de recreo para los ladrones y los espectadores.

Este spin-off no es La Casa de Papel ni lo pretende. Intenta sentar las bases de un nuevo universo, con un nuevo estilo, y con un gusto francés en la estética que mejora considerablemente lo que ya habíamos visto. No goza de tanta pasión española, pero la suficiente como para encontrar conexión con personajes que son todo un misterio, diamantes en bruto, que aún falta por pulir.

 

Lo mejor: El nuevo estilo estético, París y Pedro Alonso.

Lo peor: La obsesiva forma que tiene el guión de decirnos que el amor es el enemigo de la banda.

Nota: 6,5/10

 

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