Carmen Sevilla Flixolé

FlixOlé presenta el álbum de películas de Carmen Sevilla

El sobrenombre ‘la novia de España’ da muestras de la popularidad y afecto que ha acompañado siempre a Carmen Sevilla. La admiración hacia la actriz, cantante, bailarina y presentadora de televisión andaluza sólo es comparable al cariño que el mismo público ha profesado a la última de una estirpe de folclóricas tan reivindicadas en la actualidad.

Con y sin bata de cola, Sevilla ha dejado en el cine patrio icónicas escenas que ahora la plataforma FlixOlé recopila en forma de colección, y a partir de este viernes, un especial con una treintena de películas que recorren desde las primeras soleares entonadas por la artista en pantalla grande, hasta alocados títulos del Destape y solemnes papeles con los que se despidió de los focos fílmicos.

Amadrinada por Estrellita Castro, uno de los grandes astros del momento, Carmen Sevilla era todavía muy joven cuando la fama la alcanzó, allá por finales de los años 40. Su cándida, y a la vez seductora, mirada cautivó pronto a la cámara, mientras que su salero natural hizo lo propio con el público.

Con los primeros largometrajes llegó el reconocimiento: La revoltosa (Díaz Morales, 1950), la más celebrada adaptación de la popular zarzuela tuvo como protagonista a la actriz andaluza, aunque su acento castizo madrileño lo tuvo que poner una dobladora.

Tradición, folclore y comedia blanca fueron elementos recurrentes en los personajes a los que dio vida en sus comienzos, catapultándola al éxito a partir de Violetas imperiales (Poittier, 1952), La pícara molinera (Klimovsky, 1955) o La fierecilla domada (Román, 1956). Así hasta compartir plantel con Vittorio de Sica en Pan, amor y Andalucía (Setó, 1958) y protagonizar la primera película española nominada a un Oscar: La venganza (Bardem, 1958), en la que fue su época dorada.

La fama alcanzada por Carmen Sevilla traspasó fronteras hasta llegar a Hollywood extendió. Sin embargo, ésta lo rechazó para seguir siendo ‘la novia de España’ y dar voz musical al typical spanish en los años 60. Los setenta supusieron un antes y un después en su carrera cinematográfica. Además del anecdótico bofetón que le plantó a Charlton Heston durante el rodaje de Marco Antonio y Cleopatra (1972), la década sirvió a Carmen Sevilla para dejar a un lado el cine de peineta y mantilla y probar con otros géneros. De esta manera, tuvo un affaire con el Destape y sus prolegómenos a través de El apartamento de la tentación (Buchs, 1971), La cera virgen (Forqué, 1972), y Sex o no sex (Diamante, 1974).

A estas cintas hay que sumar otros filmes de factura técnica y argumentativa de mayor calado. Títulos como Nadie oyó gritar (De la Iglesia, 1973), No es bueno que el hombre esté solo (Olea, 1973), La loba y la paloma Beatriz (Suárez, 1974 y 1976) demostraron que su arte no entendía de etiquetas ni de géneros, dejando de legado una filmografía digna de una estrella como pocas ha tenido el cine español. 

FlixOlé destaca igualmente el estreno del documental Cómicos nuestros: Carmen Sevilla (Verdet, 2021), homenaje que sus compañeros de profesión (José Sacristán, Concha Velasco y Antonio de la Torre, entre otros nombres) dedican a la también bailarina andaluza.