No podemos negar que ha sido un buen año para el cine internacional. Todos hemos oído hablar de Barbie (Greta Gerwig), la película más taquillera del año, Oppenheimer (Christopher Nolan), Napoleón (Ridley Scott), Megalodón 2 (Ben Wheatley) o Indiana Jones y el Dial del Destino (James Mangold). La aventura y la acción llenan las taquillas como de costumbre, y el espectador sale de la sala con una dosis extra de adrenalina. Son, desde luego, películas para no perderse en 2023.
En cambio, el drama, más discreto pero siempre presente entre nosotros, infiltra los festivales españoles. Ahí tenemos a 20.000 especies de abejas (Estibaliz Urresola), O Corno (Jaione Camborda), o Un amor (Isabel Coixet). Aunque muy distintas de la emoción de ver a un tiburón zampándose a un civil, este tipo de cine crea sus propias tensiones.
Aquí van cuatro dramas nacionales que brillan este año.
- Matria (Álvaro Gago)
La historia inspirada en el personaje real de Ramona y que ya en 2017 conmovió al público como cortometraje, vuelve pisando fuerte con una duración de 99 minutos. María Vázquez se luce en la piel de una mujer luchadora, pero a la vez sometida por sus propias elecciones: un marido alcohólico, una vida de trabajo frenético y una hija que amenaza con seguir sus propios pasos. El ritmo de la película nos hace prisioneros de su visualizado; solo al terminar conseguimos respirar por fin.
- O Corno (Jaione Camborda)
La ganadora de la Concha de Oro en el Festival de cine de San Sebastián denuncia de lleno el padecimiento al que se somete su protagonista, María (Janet Novás), cuando, en la Galicia de 1971, se ve obligada a huir por la práctica del aborto ilegal. Un tema también elegido por Sílvia Munt en Las buenas compañías, pero abordado de manera muy diferente. O corno desafía al espectador a la visualización de escenas incómodas, pero a la vez naturales como la vida misma.
- Amanece (Juan Francisco Viruega)
Por fin un poco de sur entre tanta tierra gallega. La ópera prima de Viruega narra el encuentro nostálgico de sus personajes (entre ellos, Aura Garrido) con un lugar lleno de recuerdos que no les dejarán indiferentes. La película, que ha sido premiada en el Festival de Cine de Almería, fue estrenada el pasado 17 de noviembre.
- Yo tenía una vida (Octavio Guerra)
Guerra, acostumbrado a mostrarse en cortometrajes, nos trae en esta ocasión un documental de lo más humano. Juan, tras años de dependencia de los servicios sociales, decide salir de sus redes para hacer una vida autónoma, aunque no le resultará nada fácil. “Lo que la gente tiene en la cabeza sobre las personas sin hogar es un prototipo, un prejuicio de lo que son” afirma el director. Y así lo filma en una serie de secuencias espontáneas e irrepetibles, que tiñen de identidad su nuevo trabajo.
