Japanese Film Festival Online 2022

Las diez perlas del Japanese Film Festival Online 2022

A finales del mes de febrero se celebró de manera simultánea en 25 países – entre los cuales, por primera vez España – la segunda edición del Japanese Film Festival Online. La iniciativa impulsada por la Japan Foundation proponía 18 títulos en versión original subtitulada y en formato online que permitió disfrutarlo cómodamente y de forma gratuita. El festival supone una ventana más hacia el cine japonés, en un momento en el que la cultura asiática está en auge.

De entre estrenos recientes, propuestas inéditas de los últimos años y clásicos asentados, nuestras colaboradoras Marina Ferrera y Gisela Giralt proponen a los amantes del cine nipón diez de las películas que que se han podido ver durante este certamen.

Recomendaciones de Marina:

  • ​​It’s a Summer Film! (Soushi Matsumoto, 2021)
Fotograma de ‘It’s a Summer Film!’

Cuando salió la lista de películas que estaban disponibles en esta edición del festival fui corriendo buscando It’s a summer film!. Tres amigas más que amantes del cine toman la decisión de rodar una película de samuráis para el festival de su instituto. Con este argumento todo puede salir o muy mal o muy bien, y siendo sincera, todo sale de maravilla. Soushi Matsumoto consigue reunir a un reparto muy versátil que encaja a la perfección en un grupo de adolescentes divertidos, locos, enfadados, frustrados y perdidos como solo se puede estar a esa edad.

It’s a summer film es una de esas películas que te dejan el “corazón calentito” al acabar, con una sonrisa en la cara y la sensación de que todo va a salir bien.

  • Oz Land (Takafumi Hatano, 2018)
Fotograma de ‘Oz Land’

Kurumi se encuentra con un despido por parte de su empresa y con la única opción de aceptar otro contrato por la misma firma de su anterior trabajo a las afueras de su ciudad. Tiene que pasar de la industria hotelera a formar parte del equipo de un parque de atracciones: Oz Land.

Para muchos estos cambios de aire tan radicales podrían ser una alegría, pero Kurumi siente que para ella todo se viene abajo. Su vida sentimental tiene que amoldarse a la distancia. De trabajar en una oficina a formar parte del espectáculo estrella del parque. Y es que dentro de Oz Land cada trabajador es único. Su personalidad, sueños y forma de vivir la vida se presentan delante de la protagonista, convirtiéndo la película en coral. Muchas risas y alguna que otra lagrimilla con una visión llena de globos de colores llamativos se vuelve realidad de la mano de su director, Takafumi Hatano.

  • Bread of Happiness (Yukiko Mishima, 2012)

Imagina poder abrir una cafetería en un pueblecito pequeño, donde todos los días a sus respectivas horas, vayan los mismos clientes. Bread of happiness crea una pequeña familia donde juntos se disfruta de dulces, alguna que otra comida y té. La directora Yukiko Mishima sitúa su película en la vida de una pareja de casados que dedica sus días a ayudar a extraños. Con una clara división de tres partes, los diferentes personajes se presentan, cuentan su historia y pasan a ser parte de la familia de la cafetería y del corazón del espectador.

El ideal de una vida pacífica, llena de sonrisas y buenas comidas en un pequeño pueblo se hace realidad en sus casi dos horas de pan calentito y tés.

  • Ito (Satoko Yokohama, 2021)
Fotograma de ‘Ito’

Confieso que elegí ver Ito por su cartel, una chica vestida de maid con un shamisen no podían defraudar. Ito, nuestra protagonista, tiene serios problemas para poder comunicarse con los demás, y en medio de un arrebato de locura decide ponerle fin. Comienza a trabajar en una cafetería maid donde sí o sí se ve forzada a interactuar y ayudar a los demás. Poco a poco se ve rodeada del apoyo familiar, su amiga del colegio y también amante del instrumento japonés (shamisen) y sus compañeros de trabajo y clientes habituales.

Vaya, que si el espectador busca una de esas películas japonesas agradables, donde todo el mundo hace piña para conseguir la felicidad y comodidad de un personaje, Ito es la película ideal. A esto hay que sumarle la maravilla de escenas en las que Ito o su abuela se ponen manos a la obra y nos deleitan con los maravillosos y únicos sonidos del shamisen.

  • Her Love Boils Bathwater (Ryota Nakano, 2016)
Fotograma de ‘Her Love Boils Bathwater’

Antes de ver Her Love Boils Bathwater hay que avisar al espectador: va a llorar como nunca antes lo ha hecho. Dicho esto, nos podemos adentrar en la vida de Futaba, mujer trabajadora y madre, que vive su día a día para ayudar a todos a quien le rodean a ser felices. El director, Ryota Nakano, presenta uno a uno a cada personaje que aparece en la vida de madre e hija dedicándole el tiempo necesario para que tanto la familia como el espectador, lo acojan en su vidas. Her love boils the bathwater, hace recordar a cualquiera la importancia de seguir vivo, lo influyentes que podemos llegar a ser en la vida de los demás y lo poco que cuesta hacerles sonreír. Futaba sigue siendo el centro de la obra, conduce la historia de todos en las sombras, encajando pieza por pieza cada pequeño detalle de la película.

Entre carcajadas, sonrisas, y lágrimas a borbotones intercaladas, Her Love Boils Bathwater llega para quedarse en el recuerdo de todos, para hacerse hueco en la lista mental de “películas que ver cuando quiera hartarme de llorar”. Todo el cariño puesto en cada pedacito de la vida de Futaba rebosa amor y calidez, que se hace notar de principio a fin. ¿Quién no querría estar sumergido en los baños de agua caliente de la familia?

  • The Chef of South Polar (Suichi Okita, 2009)
Fotograma de ‘The Chef of South Polar’

Si en la anterior edición del festival fuiste de los que fueron corriendo a ver A story of Yonosuke (2013), o Ecotherapy getaway holiday (2014), en esta edición no podías perderte The Chef of South Polar (2009).

Trabajar un año en el polo sur es el punto que une la historia de ocho hombres dedicados a investigar en una base japonesa. Sus días son pura rutina, heladas y nada emocionantes. Excepto por lo que pueda ofrecerles su chef en cada comida. Sus dispares y muy cómicas personalidades hacen de la película una gozada. Que, en momentos muy puntuales, rozan el drama por el recuerdo de sus familias, parejas, y animales. Además de las misiones encomendadas en la Antártida, preservar su cordura y actitud positiva es muy importante para no congelar sus vidas y poder avanzar descubriendo nuevas metas, pasatiempos y crear fuertes amistades de por medio. Al fin y al cabo, poco hay que se pueda hacer además de disfrutar de un plato bien caliente.

 

Recomendaciones de Gisela:

  • Awake (Yamada Atsuhiro, 2020)

Una de las propuestas más recientes del festival, Awake crea lazos entre la modernidad y la tradición. La historia sigue a un competidor oficial de shōgi, un juego de mesa tradicional japonés, que abandona su carrera porque no soporta la derrota. Al volcarse en sus estudios, descubre el mundo de la programación y en muy poco tiempo crea el primer programa de shōgi que pretende competir con jugadores humanos. En su primer gran torneo, se enfronta a un antiguo rival.

A través del match entre humano y máquina, el filme propone un debate recurrente. Mientras que otras historias buscan la humanidad en la inteligencia artificial, esta la encuentra en su creador, que aprende que en el shōgi, como en tantas otras cosas no solo se trata de predecir los movimientos del otro para planear una buena jugada. Destaca la interpretación de Ryō Yoshizawa, en la piel de un joven con un pie en el espectro.

  • Happy Flight (Yaguchi Shinobu, 2008)
Fotograma de ‘Happy Flight’

Si Aterriza como puedas (1980) tuviera versión japonesa – siempre teniendo en cuenta los códigos culturales y los límites del cine nipón y especialmente en comedia (nada de slapstick) – sería sin duda Happy Flight. El clásico de Shinobu Yaguchi fue una de las grandes perlas del festival.

Una azafata nueva, un piloto en prácticas, un problema técnico y un aterrizaje de emergencia. El metraje muestra una situación de alta tensión alternando entre el interior del avión y tierra. Mientras los pilotos y las azafatas hacen lo que pueden por llevar la situación en el aire, el personal de la terminal soluciona varios contratiempos y busca el origen de la avería. Por su lado, la torre de control y la sala de predicciones meteorológicas intentan asistir en el aterrizaje forzoso durante una visita escolar.

Y es que tras los entresijos de un vuelo y los protocolos de emergencia aviaria surge de nuevo el tema de la humanidad. Todos cometemos errores, todos tenemos un primer día de trabajo, todos dudamos de nosotros mismos… Por eso disfrutamos viendo las meteduras de pata de los demás. Al final, nos reímos de nosotros mismos.

  • Patema Inverted (Yoshiura Yasuhiro, 2013)
Fotograma de ‘Patema Inverted’

La animación post-apocalíptica suele ser un reclamo en los festivales. Por eso, Patema Inverted también destaca en la selección de esta edición. Se trata de una historia distópica, una crítica a la sociedad. Pero sobretodo, es un bonito cuento de amistad entre dos jóvenes que han sido educados para odiarse y temerse el uno al otro.

Un catastrófico experimento para aprovechar la energía de la gravedad de la Tierra ha dejado a la sociedad dividida. Patema vive bajo tierra, en túneles, y su población teme a los “hombres murciélago”, a los que ella jamás ha visto. Eiji vive en Aiga, una sociedad muy restrictiva y autoritaria que ha sido educada con la idea de que bajo tierra solo hay el infierno. Cuando ambos se encuentran, descubren que sus gravedades estan invertidas. Eiji intenta ayudar a Patema a escapar del gobierno de Aiga, que la quiere capturar, a la vez que intenta evitar que caiga hacia el cielo.

¿Dónde es abajo y dónde arriba? ¿Cuál es la gravedad correcta? ¿Importa? Aquellos que escriben la historia se toman la libertad de realzarse. Siempre hay alguien con ansias de poder y de control.

  • Rashomon (Akira Kurosawa, 1950)
Fotograma de ‘Rashomon’

Este absoluto clásico japonés debería ser un must en cualquier line-up festivalero. La doceava película y uno de los más reconocidos trabajos de Akira Kurosawa ha sentado escuela y es todavía fuente de inspiración de miles de historias, sobretodo en el ámbito del thriller.

Tres hombres del Japón medieval: un monje, un leñador y un peregrino, conversan sobre un juicio en el que dos de ellos se han visto implicados recientemente. Tras el asesinato de un samurai, cuatro testigos directos del crimen contaron cuatro versiones distintas de los hechos. El mismo asesinado – a través de un médium -, su mujer, el asesino y el leñador, que lo presenció todo. ¿Quién tenía la razón?

La trama en blanco y negro que nunca pasará de moda muestra que siempre hay varias versiones de una misma historia. Tras escucharlas todas, los hombres reflexionan sobre la verdad y la percepción personal de ella, así como de la naturaleza de las acciones humanas.

  • The God of Ramen (Innami Takashi, 2013)
Fotograma de ‘The God of Ramen’

El documental sobre el chef japonés Kazuo Yamagishi, es una carta de amor hacia la comida y hacia esta leyenda, que ha llevado su local durante 50 años. ¿Qué tiene de especial su ramen? ¿Por qué es tan estimado por todo el mundo?

El metraje rodado durante casi 10 años y narrado por el amante del ramen Shosuke Tanihara habla del pueblo en el que reside Yamagishi, de las personas que lo visitan, tanto asíduos como pasajeros y de sus trabajadores y aprendices. A través de todo ello, captamos la luz y la oscuridad de un hombre que ha dedicado toda su vida a elaborar el mejor ramen artesanal y a enseñar a otros a hacerlo y a sacar lo mejor de ellos mismos.

The God of Ramen no es únicamente un documental biográfico o culinario. Es el retrato de alguien apasionado por aquello que le gusta, tanto en sus mejores momentos como en la adversidad.