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10 actores norteamericanos que se hicieron un Rick Dalton

En Érase una vez… en Hollywood, la última película de Quentin Tarantino, el personaje protagonista se ve obligado en sus horas bajas a viajar a Italia a rodar spaghetti westerns. Esto es percibido por él como una verdadera desgracia y un paso atrás en su carrera.

Pero curiosamente, este fenómeno fue más que frecuente en las durante las décadas de 1960 y 1970 entre las superestrellas de Hollywood de capa caída. Algunos actores oscarizados y otrora idolatrados por el gran público se vieron obligados a rebajar enormemente su caché participando en westerns europeos de Serie B.

A pesar de sus modestos presupuestos, algunas de estas obras son hoy consideradas piezas de culto. Hoy os traigo una lista de 10 notorios actores norteamericanos que participaron a lo largo de su carrera en al menos un spaghetti western.

10. Clint Eastwood

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Empezando por lo obvio. Clint Eastwood fue el protagonista de todas las entregas de la Trilogía del Dólar de Sergio Leone. Antes de su participación en Por un puñado de dólares (1964), el joven Clint solo había conseguido pequeños papeles en películas de estudio norteamericanas y empezaba a ser conocido gracias a la serie de televisión Row Hide.

Eastwood no fue la primera opción de Leone para interpretar al vaquero del poncho. Nombres como James Coburn, Charles Bronson o Henry Fonda estuvieron encima de la mesa, pero fueron descartados por cuestiones presupuestarias. Tras protagonizar esta primera entrega, Eastwood se ganó el corazón de Europa y acabó participando en las dos siguientes películas de Leone, La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966).

9. Lee Van Cleef

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Este puesto en la lista es algo tramposo. Es cierto que el actor era norteamericano de los pies a la cabeza, pero la gran mayoría de los éxitos de su filmografía son Spaghetti Westerns. Van Cleef había sido un discreto pero funcional actor secundario de estudio en Estados Unidos. Llegó a participar con pequeños papeles en obras maestras de renombre como El hombre que mató a Liberty Valance o Solo ante el peligro.

Sin embargo, no fue hasta que Sergio Leone lo rescató para interpretar al Coronel Mortimer de La muerte tenía un precio que daría el gran salto hacia el estrellato. Volvió a trabajar con Leone en El bueno, el feo y el malo, y después de eso se empleó en otras obras imprescindibles del género como El halcón y la presa de Sergio Sollima u Oro Sangriento, Texas 1870 y Seis balas, una venganza, una oración a las órdenes de Gianfranco Parolini.

8. Eli Wallach

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El tercero en discordia. El feo de la ecuación. Wallach también dio el salto al Eurowestern de la mano de Leone, interpretando al mítico Tucco de El bueno, el feo y el malo. No obstante, su travesía por el subgénero no terminó ahí, ya que poco después protagonizaría Los cuatro truhanes (Giuseppe Colizzi, 1968) junto a Bud Spencer y Terence Hill, y ¡Viva la muerte… tuya! (Duccio Tessari, 1971) junto a Franco Nero. Eli Wallach siempre será recordado como el neoyorquino que conquistó los áridos desiertos de Almería.

7. Jack Palance

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Otro habitual del subgénero. El oscarizado veterano Jack Palance participó en una nada despreciable cuota de Spaghetti Westerns durante las décadas de 1960 y 1970. Sirvió como despiadado e histriónico villano bajo las órdenes de Corbucci en las dos primeras entregas de la trilogía de la revolución. Esto es, encarnó a los gringos psicópatas de turno en las absolutamente imprescindibles Salario para matar (Sergio Corbucci, 1968) y ¡Vamos a matar, compañeros! (Sergio Corbucci, 1970). También se desempeñó con soltura en títulos como Seis balas, una venganza, una oración, junto a Lee Van Cleef, o la encantadoramente estúpida Tedeum (Enzo G. Castellari, 1972).

6. Van Heflin

10-actores-norteamericanos-que-se-hicieron-un-rick-daltonOtro gran oscarizado que probó suerte en el Mediterráneo. Van Heflin fue una de las figuras más prominentes del Hollywood de los 1940 y 1950. Sin embargo, la década de 1960 fue algo menos lucida para esta antigua superestrella, y en 1968 viajaría a Europa para protagonizar su primer y último Spaghetti Western; Los profesionales del oro (Giorgio Capitani, 1968). El resultado fue una maravillosa película donde Heflin compartió protagonismo con Klaus Kinski, Gilbert Roland y George Hilton.

5. Gilbert Roland

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Aunque nacido en Méjico, Gilbert Roland vivió la mayor parte de su vida en Estados Unidos. Sus inicios en Hollywood fueron tremendamente prometedores, y llegó a recibir dos nominaciones a los Globos de Oro trabajando a las órdenes de directores de la talla de John Ford o Vicente Minelli.

Sin embargo, cuando el teléfono empezó a sonar con frecuencia menguante, Roland hizo las maletas y puso rumbo a Europa, lugar que convirtió rápidamente en su segundo hogar. En su filmografía militan títulos tan estimables como la antes mencionada Los profesionales del oro, Voy, lo mato, y vuelvo (Enzo G. Castelleri, 1967) o Johnny el vengador (Enzo G. Castellari, 1968).

4. Burt Reynolds

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Este mítico granuja setentero rodó solo un Spaghetti Western, ¡pero vaya western! Nada más y nada menos que Navajo Joe, uno de los ejes fundamentales de la carrera de Sergio Corbucci y una de las películas más influyentes en la filmografía de Quentin Tarantino.

Es cierto que Burt pasó décadas renegando de este trabajo de juventud, y en alguna ocasión incluso llegó a declarar que este era una de sus peores películas (lo que es una absoluta estupidez si tenemos en cuenta la cantidad ingente de bodrios infumables que componen su filmografía), pero quejas aparte, este inolvidable título convierte a Reynolds en un miembro honorífico de esta familia de artistas.

3. Woody Strode

Fue uno de los actores fetiche de John Ford y trabajó con otros directores del calado de Cecil B. DeMille o Stanley Kubrick, y hoy es recordado como uno de los actores afroamericanos más importantes de la historia. Con este envidiable currículum llegó Woody Strode a Europa, donde filmaría títulos de primerísima calidad como Hasta que llegó su hora (Sergio Leone, 1968), La quebrada del diablo (Burt Kenndy, 1970), Ciakmull (Enzo Barboni, 1970) o Keoma (Enzo G. Castelleri, 1976). Uno de los actores más injustamente infravalorados de todos los tiempos que, sin embargo, dejó su nombre para siempre impreso en los corazones de los amantes del Eurowestern.

2. Ernest Borgnine

El mismo año que se estrenó Grupo Salvaje (Sam Peckinpah, 1969) llegó a las salas europeas Los Desesperados (Julio Buchs, 1969), un enigmático western de estética cuasiandaluza que contó con el archiconocido y oscarizado Ernest Borgnine como villano.

A pesar de que este fue el único Spaghetti Western puro del longevo actor, su nombre fue muy habitual en la Serie B de la década de 1970 en adelante, participando en prominentes títulos de género tanto en Estados Unidos como en Europa. Para siempre quedará su mítico y entrañable papel de taxista psicópata en 1997: Rescate en Nueva York (John Carpenter, 1981).

 1. James Coburn

Dejando lo mejor para el final. El mitiquísimo (y también oscarizado) James Coburn estaba por delante de Eastwood en la lista de actores que Leone quería para interpretar al hombre sin nombre en Por un puñado de dólares. 

El dinero hizo que Coburn no pudiera participar en el proyecto, pero Leone y él terminarían trabajando juntos unos años después, en ¡Agáchate, maldito! (Sergio Leone, 1971), donde el espigado actor compartiría pantalla con el también norteamericano Rod Steiger. Además, también protagonizaría la muy molona Una razón para vivir y una para morir (Tonino Valerii, 1972), junto a Telly Savallas y Bud Spencer.