Los asesinos de la luna

‘Los asesinos de la luna’, maestro y maestría

Título original: Killers of the Flower Moon

Año: 2023

Duración: 206 min.

País: Estados Unidos

Director: Martin Scorsese

Guion: Eric Roth, Martin Scorsese. Libro: David Grann

Música: Robbie Robertson

Fotografía: Rodrigo Prieto

Montaje: Thelma Schoonmaker

Reparto: Leonardo DiCaprio, Lily Gladstone, Robert De Niro, Jesse Plemons, Tantoo Cardinal, John Lithgow, Brendan Fraser, Cara Jade Myers, Janae Collins, Jillian Dion, Jason Isbell, William Belleau, Louis Cancelmi, Scott Shepherd, Everett Waller, Yancey Red Corn, Tatanka Means, Tommy Schultz

Compañías: Appian Way, Apple TV+, Imperative Entertainment, Sikelia Productions, Apple Studios. Distribuidora: Paramount Pictures, Apple TV+

Género: Thriller. Western. Drama.

Ficha en Filmaffinitty

Ser uno de los directores más importantes de la historia del cine conlleva un complicado análisis objetivo de su obra debido a las altas expectativas creadas por crítica y público, y Martin Scorsese no está exento de ello. Teniendo en su filmografía grandes obras maestras, es el espectador quien exige una excelencia ya alcanzada y el crítico el que desea incluir la palabra «crepuscular» en su reseña. Ambos caen erróneamente en vincular la película al concepto de «cine clásico«; como si éste fuese un género en sí mismo. La solución a este error sería dejar de lado la objetividad y dejarse llevar hacia esa fluidez que no concede definiciones tan superficiales como la de «clásico instantáneo».

En la actualidad, pocos directores firman (y filman) con tan buen pulso cualquier tipo de proyecto que se proponga como Scorsese. Por ello, nadie mejor que la constatación de un icono cinematográfico para adaptar la novela Los asesinos de la luna de David Grann, en la cual nos sumergiremos en uno de los temas más interesantes, y quizá olvidados, de la historia estadounidense de principios del siglo XX en la cual la nación Osage sufrió todo tipo de atrocidades por culpa de la avaricia tras el hallazgo de petróleo en sus tierras.

El foco de la historia se centra en el matrimonio formado por Mollie Kyle (Lily Gladstone) y Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio). Una truculenta historia de amor orquestada por Willian Hale (Robert De Niro) únicamente para obtener una nueva riqueza que sólo le pertenece a Kyle. A través de diálogos punzantes y cruentos, en donde los límites de la maldad se reflejan casi sin imágenes explícitas, la historia consigue crear un extraño magnetismo, en donde la impecable actuación de Gladstone es clave para aumentar esa atmósfera tan absorbente. Y sí, DiCaprio ha vuelto a rebasar sus dotes interpretativas gracias a un personaje complejo en el que las ambigüedades de sus acciones se reflejan en un rostro capaz de sobrellevar diversos matices. Ambos traspasan la pantalla de forma fulminante, mirándonos directamente a los ojos.

Scorsese se toma el tiempo necesario para hilvanar una obra de extensa duración. Quizá el espectador más acostumbrado a la rapidez informativa y audiovisual del presente, no conseguirá centrar la atención en un único acontecimiento de tres horas y media de metraje. Pero grave error, porque por increíble que parezca nada sobra en un film que se extiende en el tiempo para poder profundizar al detalle en los pormenores de sus protagonistas.

La firmeza de Scorsese se apoya en una parte técnica que no adolece de ninguna fisura, siendo la dirección de fotografía de Rodrigo Prieto (increíble que después de este proyecto se pusiera manos a la obra con Barbie), y la banda sonora de Robbie Robertson. Una dupla intachable que se dan de la mano en dos escenas de gran impacto visual volcando la genialidad en elementos como el petróleo o el fuego.

Los asesinos de la luna es cine en mayúsculas. Una pieza elegante que transcurre sin pesadez y sin sentimentalismo. La confirmación de un maestro que guarda un as bajo la manga para lanzarlo en un final tan atrevido como desafiante. Esperemos que Hollywood no regale premios para blanquear sus propias consciencias, sino para otorgar a este espléndido trabajo el prestigio que se merece. Una obra maestra incontestable de un director que, después de tanto bagaje, sigue volviendo al pasado para mejorar el presente.

Lo mejor: Tras su visionado, Los asesinos de la luna no deja de crecer.

Lo peor: Que algún espectador busque esa epopeya «crepuscular».

Nota: 10/10