Título original: X
Año: 2022
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Director: Ti West
Guion: Ti West
Música: Tyler Bates, Chelsea Wolfe
Fotografía: Eliot Rockett
Reparto: Jenna Ortega, Brittany Snow, Mia Goth, Kid Cudi, Martin Henderson, Owen Campbell, Stephen Ure, Geoff Dolan, James Gaylyn, Simon Prast
Productora: A24, Bron Studios, MAD SOLAR
Distribuidora: eOne Films Spain
Género: Terror
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X parte de una premisa más que trillada en el cine de terror: varios jóvenes emprenden un viaje a Texas con la intención de grabar una película para adultos, encontrándose allí frente a frente ante el horror provocado por unos anfitriones muy singulares. Casi todo lo anterior lo hemos visto, pero pocas veces de una forma tan incisiva y libre de prejuicios como la que Ti West crea y recrea a la perfección, devolviéndole así al espectador una experiencia divertida a la par que terrorífica.
X es de esos tesoros escondidos entre estanterías de videoclubs que tras el paso del tiempo acaban por convertirse sin quererlo en obras de culto. A base de un acertado aire retro y setentero el film comparte múltiples similitudes con la magnífica La matanza de Texas (1974) de Tom Hooper. Porque la principal finalidad de West es homenajear a un género que, aunque siempre ha contado con la fidelidad de sus seguidores, nunca ha tenido el reconocimiento que se merece.
La primera parte de X se mueve con soltura entre la comedia y la sátira con un lenguaje que podría encajar a la perfección en Grindhouse (Robert Rodríguez & Tarantino, 2007), pero sin dejar de lado ciertas situaciones incómodas que nacen bajo una atmósfera que amenaza en estallar con un buen susto. Y llegando hacia la segunda parte es donde el gore cobra su mayor protagonismo mediante practical effects (porque es mejor el látex, las prótesis y la sangre hecha con sirope; que los efectos digitales para mantener la estética setentera) en escenas que se mantienen vivas en cualquier retina hasta tiempo después de su primer visionado; porque West no combina los elementos, sino que juega con ellos para llevarlos hasta una metáfora sobre el deseo y la sexualidad aterradoramente reflexiva.
En cuestión de interpretación es Mia Goth quien se convierte, sin quererlo, en una inusual Scream Queen representando sin fisuras dos roles protagónicos que son fundamentales en introducción, nudo y desenlace. Goth sí que tiene el factor X del que habla su director en la ficción, sirviéndose de él para llegar al olimpo de las dualidades en un baile (figurado y literal) que helará hasta la sangre del espectador más osado.
Sería imperdonable pasar por alto el apartado técnico compuesto por una excelente selección musical que se adapta a la banda sonora original con asombroso gusto; un montaje que goza de un ritmo electrizante (extrema atención a varias escenas clave en el guion); y algunos planos cenitales que crean imágenes de inmenso ingenio (ojo a la escena del cocodrilo en el lago porque podría ser un spin-off en sí mismo).
Con todo ello Ti West echa un vistazo al pasado sin pretensiones, y sin recurrir a ningún remake, para recuperar una nostalgia que no estaba olvidada a través de una película que contiene tantas referencias cinematográficas, como reinvenciones insustituibles.
Y sin precipitaciones se puede decir que los fans más acérrimos del género están de enhorabuena porque gracias a X podrán sentir el escalofrío más importante de los últimos años.
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Lo mejor: La necesidad inmediata que surge al salir del cine de querer volver a verla.
Lo peor: Algunos personajes secundarios quedan eclipsados por los hechos acaecidos en la historia.
Nota: 9/10
https://www.youtube.com/watch?v=uYn9XNjDuuI