‘Alcarràs’, la tierra de nadie más

‘Alcarràs’, la tierra de nadie más

Título original: Alcarràs

Año: 2022

Duración: 120 minutos

País: España

Directora: Carla Simón

Guion: Carla Simón, Arnau Vilaró

Música: Andrea Koch

Fotografía: Daniela Cajías

Reparto: Jordi Pujol Dolcet, Anna Otín, Xenia Roset, Albert Bosch, Ainet Jounou, Josep Abad, Montse Oró, Carles Cabós, Berta Pipó

Productora: Coproducción España-Italia; Elastica Films, Avalon P.C, Vilaüt Films, Kino Produzioni, Movistar+, RTVE, TV3

Distribuidora: Avalon, Elastica Films

Género: Drama

Ficha en Filmaffinitty

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Estiu 1993, la primera película de Carla Simón, consiguió elevar la calidad de los estrenos del cine español del 2017 gracias a un minucioso retrato sobre su niñez que supo emocionar por la forma sublime de mezclar la dura realidad con la luz de un verano lleno de esperanza. Y cinco años después, con Oso de Oro de Berlín incluido, Carla Simón estrena su segunda obra titulada Alcarràs con la que consigue consagrarse como una de las mejores directoras de nuestro país del nuevo siglo.

Una familia payesa propietaria de un campo repleto de melocotoneros en Lleida, perfectamente interpretada por actores y actrices noveles, tendrá que mantenerse unida ante el inminente final de una tierra que injustamente dejará de ser suya. Y aquí, en la última cosecha, es donde la directora nos muestra la vida de cada uno de los componentes de los Solé sin dejar a ninguno de ellos en el olvido a la hora de construir una historia totalmente coral.

Mediante una fotografía que expone cada plano en su grado más excelso de belleza, el metraje avanza con una lentitud sin bostezo hacia pequeños momentos que siempre acaban por convertirse en grandes debido a un especial cuidado en la naturalidad de sus actos. Sería injusto pedirle más rapidez y menos metraje a la historia cuando precisamente es ese ritmo tan pausado el encargado de crear, esta vez, un retrato generacional sin fisuras.

La tierra es la encargada de testificar desde el amanecer hasta el anochecer principales temas como: la inocencia de unos niños que corretean entre la gracia y la ternura; el despertar de una adolescencia que necesita ser explorada; el arduo trabajo de un padre que no quiere, ni necesita, conocer otra vida; pero sobre todas las cosas la mirada de un abuelo que observa en silencio a los que han olvidado el valor de la naturaleza.

Y aunque la película parezca intentar desligarse de lo político, existen ciertos elementos muy bien elegidos de dicha índole que engrandecen el relato sin entrar en digresiones. Porque aquí está presente el problema de la España vaciada, sutilmente o no, mediante el miedo de romper una familia que sufre de dos dolores: el de la espalda de un agricultor; y el del corazón de un tipo de vida que se está perdiendo.

Alcarràs es buen cine, del que se queda cuando reposa. Quizá Carla Simón no haya logrado la obra maestra de la que muchos hablan, pero porque básicamente ya es una maestría en sí realizar dos películas de tan alto nivel; no necesitamos todo cuando con tan poco se nos ha dado tanto.

En dos horas ha quedado muy claro que ningún idioma es un impedimento para comprender el buen lenguaje cinematográfico, y que tampoco lo es el lugar en el que uno se encuentre. En definitiva, la empatía de Carla Simón es hacer sentir como nuestro un problema que algunos no conocemos. Ahora, y más que nunca, siento como mío el anhelo de mi abuela por ensuciar sus manos con la tierra que solamente le pertenece a ella.

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Lo mejor: La dirección de actores, la primera parte, y el plano final.

Lo peor: Por huir del sentimentalismo, en determinadas situaciones el sentimiento parece perder fuerza.

Nota: 8/10