Series que son un buen negocio (XV): ‘La batalla por Uber’

La enésima adaptación a la pantalla de la historia de uno de esos unicornios tecnológicos que han llegado para cambiar el mundo. O cuanto menos para revolucionar el modo en el que lo vemos, y lo consumimos. Otra excelente serie de Showtime, como la recientemente comentada de Black Monday.

Super Pumped: La batalla por Uber (2022) es una serie con una segunda temporada ya confirmada para 2023, actualmente disponible en Movistar+. En esta ocasión nos narra tanto el desarrollo de la idea de negocio de Uber como todas las fases de crecimiento. Una pyme tecnológica (‘start-up‘) ya convertida en una de esas grandes empresas de altísima capitalización (unicornio). En consecuencia, en el punto de mira de los grandes del sector como Google y enormes fondos de capital riesgo.

El hilo argumental ilustra la historia corporativa con algunos fragmentos de documental simulado. Una entretenida producción con buena música y diálogos animados. Además la protagoniza Joseph Gordon-Levitt (Snowden, Looper, Origen, Sin frenos) en el rol de fundador visionario y director general (‘CEO‘ para los modernos), Travis Kalanick.

Hay una notable diferencia con lo que vimos en la alemana El código que valía millones, sobre la apropiación de Google del algoritmo que sirvió para crear Google Maps. En este caso, Uber sí ha conseguido hacer valer su aplicación, defenderse contra todos y patentar su idea.

Los germanos no supieron explotar comercialmente su algoritmo y dotar a la aplicación de una utilidad real o percibida por los usuarios. Uber por contra, ha sido capaz de crear una gran disrupción tecnológica y «democratizar el servicio del taxi». Una transformación en el sector del transporte urbano: «si revolucionas el transporte, cambias el mundo».

 

La serie, al menos en sus primeros episodios, se centra en las dificultades obvias de Uber para competir en un mercado regulado. Con todo tipo de trabas administrativas y la beligerancia de las asociaciones del taxi y vehículos de alquiler. Habrá de valerse de argucias legales y tecnológicas para convertirse en la app referencia del servicio de transporte.

Como sucede con todo proyecto emprendedor, la primera fase es absolutamente vital. Una vez bien desarrollada la idea y la aplicación, es crucial la captación de inversores y atraer a los grandes fondos de capital riesgo y especializados (‘business angels‘). Ahí es donde aparece Bill Gurley (Kyle Chandler), un afamado inversor y ángel de la guarda que ha de lidiar con todo y principalmente con el indomable Travis Kalanick. Algo que recuerda a la historia vital del fundador de Apple, con un proceso análogo como nos muestra una de las películas sobre Steve Jobs (Jobs).

Sobre el ecuador de esta primera temporada, ya se observan detalles muy instructivos. La estrategia llevada a cabo por Uber. Y cómo sortean cada uno de los retos y dificultades que se van encontrando a nivel más operativo. La financiación y el control de la empresa sigue siendo obviamente la cuestión principal.

 

No obstante, resulta interesante el planteamiento de su expansión inicial ocupando grandes nichos hasta llegar a NY y las grandes capitales europeas. Así como el capítulo dedicado a las complejidades, fraudes y obstáculos gubernamentales en su entrada en China. De igual forma, la segmentación del servicio (lujo y económico). La lucha contra la competencia para obtener socios comerciales (conductores). O mejorar la experiencia de los usuarios, casos de estudio empresarial de lo más ilustrativos.

La serie no se deja nada, los problemas de discriminación de las empleadas, casos de acoso. Los dilemas éticos por el uso de los datos y violación de la privacidad de la información. Incluso aborda proyectos como los vehículos autónomos, más que probablemente el siguiente caballo de batalla en el mundo del transporte.

Sin duda en lo que más se centra, por encima de todo, es en el personalismo (ego exacerbado) y liderazgo del fundador Travis Kalanick. Ello le generará no pocos problemas con sus principales inversores, con Google, con Apple y con los medios de comunicación. Para ello cuenta con una especie de guía espiritual o ‘coach’ en la figura de Arianna (Uma Thurman), creadora del Huffington Post. Intentará apaciguarle los ánimos, pero Travis es un retador de manual y no rehúye batalla alguna llevándole a un final prácticamente idéntico al del mencionado Steve Jobs en Apple.

A pesar de que la historia guarda similitudes con tantas otras respecto de las batallas en sectores ultra competitivos, la gestión del éxito y del ego se convierte en casi tan relevante o más que la propia gestión económica y financiera del proyecto.

Lo cierto es que se trata de una serie excelente para abordar todos los ciclos de vida que debe afrontar una empresa tecnológica disruptiva, desde su inicio hasta su crecimiento y maduración, y quién sabe si hasta su final…