‘Ride Like a Girl’: Un feminismo natural en tiempos de machistas.

Título original: Ride Like a Girl

Año: 2019

Duración: 98 min.

País: Australia

Dirección: Rachel Griffiths

Guion: Andrew Knight, Elise McCredie

Música: David Hirschfelder

Fotografía: Martin McGrath

Reparto: Teresa Palmer, Sam Neill, Sullivan Stapleton, Sophia Forrest, Henry Nixon, Aaron Glenane, Genevieve Morris, Zara Zoe, Charles Russell, Xavier Gouault.

Productora: Screen Australia / Magdalene Media / The Film Company

Género: Drama. Biográfico. Deporte. Hípica.

 

La directora australiana Rachel Griffiths debuta con un primer largometraje reivindicativo. Sin tocar la épica, agarra con mucho sentimiento el drama pero con un término medio necesario para no caer en la lágrima pretenciosa.

Si hay algo que se hace bien en esta película es el manejo de los tiempos. Un filme biográfico puede resultar muchas veces pesado, dada su naturaleza de contar la historia y vida de un personaje. Aquí no ocurre, manteniendo al espectador atento en todo momento.

Ride Like a Girl
Teresa Palmer y Stephen Cahill en una escena de Ride Like a Girl

En el caso de Corre como una chica (2019), película que se estrena en España el 26 de Junio, nos cuenta la historia de Michelle Payne, la primera jockey femenina en ganar la copa Melbourne. Siendo fiel a la realidad y no forzándola para que sea una película abanderada por el feminismo, todo en la cinta surge de forma natural y fluida.

Esto es gracias a las grandes interpretaciones de Teresa Palmer y Sam Neill (personajes de Michelle Payne y Paddy Payne respectivamente), además de un grandísimo Stephen Payne que se interpreta a sí mismo.

Sus diálogos y conflictos personales no recurren a un drama exagerado. Siempre contenido, la «lucha» que se propone entre un padre egoísta y una hija que desea conocer más sobre el mundo de la hípica y ser la mejor en ese deporte, hace que se cree un conflicto interno en el personaje de Michelle que funciona como motor emocional para empatizar con la protagonista.

Ride Like a Girl
Sam Neill y Teresa Palmer como Paddy Payne y Michelle Payne.

Por un momento puede parecer que en la película se hace publicidad a las carreras de caballos, incitando esto a múltiples críticos a valorar este último punto de forma negativa. Yo soy de los que piensan lo contrario, estas carreras donde por cierto ningún animal sufre algún daño, son simplemente una excusa para hablar de la fuerza de voluntad de una mujer que tiene que sobreponerse a un mundo de hombres.

Sin tener que atacar o manchar la imagen del hombre de forma simple y maniqueísta para valorar a la figura femenina, esta historia y cómo está dirigida es el ejemplo perfecto de un cine con un mensaje actual y social necesario sin recurrir a clichés que desvalorizan el producto.

Y cuando creíamos que los enemigos de Michelle Payne eran los hombres, aparece otro tipo de obstáculos que se encuentran a mayor escala y que finalmente se sobrepone también a esto para lograr su objetivo. La muerte y la enfermedad son vitales para entender el propósito de la protagonista y celebrar junto a ella toda victoria que haga en las carreras.

La película habla de muchas cosas, aún centrándose en contar la historia inspiradora basada en hechos reales de Payne. Habla de la superación tanto personal como de los prejuicios sociales y familiares. Habla de la incomprensión por una pasión en la que dejas tu vida en ello sin necesidad de hacerlo a pesar de los riesgos. Habla del egoísmo y del machismo. Habla de la muerte y de cómo nos cambia ésta cuando la vemos de frente.

En definitiva, Corre como una chica habla de lo maravilloso que es vivir cuando ya has encontrado tu camino. Un camino donde tú, con total libertad, decides cómo correr.

 

Nota: 7’5/10

Lo mejor: Las interpretaciones de Teresa Palmer y Sam Neill.

Lo peor: Un guión previsible hace que no se valore la película como su mensaje se merece.