‘La odisea de los giles’, Érase una vez… en Argentina

Título original: La odisea de los giles

Año: 2019

Duración: 116 min.

País: Argentina

Dirección: Sebastián Borensztein

Guion: Sebastián Borensztein y Eduardo Sacheri

Música: Federico Jusid

Fotografía: Rodrigo Pulpeiro

Reparto: Ricardo Darín, Luis Brandoni, Chino Darín, Andrés Parra, Rita Cortese, Verónica Linás, Carlos Belloso, Daniel Aráoz

Productora: K&S Films, Kenya Films, TVE, Kramer & Sigman Films, Mod Producciones, Telefe

Género: Drama, crimen, comedia

Ficha en IMDb

Desde el otro lado del Atlántico, y con asombrosa elegancia y lucidez, llega la divertidísima La odisea de los giles (Sebastián Borensztein, 2019). Esta maravillosa película ha sido para mí uno de los más agradables descubrimientos de la temporada. Todos conocemos el talento que tradicionalmente han demostrado los cineastas argentinos para aunar crítica social con delicado intimismo. Y es que cuando uno ve este pequeña maravilla, no puede evitar pensar (al menos de refilón) en obras como Un lugar en el mundo (Adolfo Aristarain, 1992). La ingenuidad de las gentes humildes, los atropellos del poderoso, el estoicismo ante los embites de la vida…

Con un guion endiabladamente entretenido, dinámico y más profundo de lo que pueda parecer, esta cinta es un ejercicio de mimoso afecto hacia los espectadores bienintencionados (que aunque parezca mentira, somos unos cuantos). Una de las mayores virtudes de la obra es la facilidad con la que se desarrolla empatía y cariño por sus personajes principales. Durante las casi dos horas que dura la película, me sentí anclado a la butaca. Me reí con Brandoni. Me emocioné con Darín. Me quité el sombrero ante Chino. Fui uno más de esta improbable banda de ladrones honrados. Sentí en mis carnes la excitación del robo justo.

La cinta muestra, además, una delicadeza superlativa para el desarrollo de los personajes. Haciendo gala también, no obstante, de un impecable manejo de la rapidez y la contundencia en las escenas de máxima tensión. Merece una mención especial el entrañable y magistral Luis Brandoni, uno de los más grandes actores argentinos. Aquí se deja la piel y el aliento con más vitalidad de la que cualquier veinteañero estándar podría llegar a soñar. Porque hay genios que realmente son incombustibles. Y Brandoni es, sin duda, uno de ellos.

Llena de referencias al cine clásico. Con escenas conmovedoras e interpretaciones superlativas. Una película enormemente disfrutable y agradable al ojo de cualquier tipo de espectador. La odisea de los giles es un canto a lo que el cine debería ser. Una exageración simpática de la vida. Unas carcajadas lanzadas al viento. Unos humildes campesinos aplicando la justicia poética. Un peronista y un discípulo de Bakunin discutiendo en la quietud de la Argentina rural. Un espectador saliendo de la sala con una sonrisa de oreja a oreja.

Lo mejor: Brandoni y los Darines

Lo peor: El aire caricaturesco del villano principal

Nota: 8/10