I Am Easy To Find, el cortometraje de Mike Mills (20th Century Women) que acompaña al nuevo disco homónimo de The National, es similar a un videoclip, pero como muchos álbumes visuales estrenados últimamente, las diferencias con ese formato son lo que lo hace especial. La película no está estructurada en torno al disco completo, ni tampoco a una canción; utiliza fragmentos de ellas, que no comienzan ni terminan, pero fluyen para convertirse en un todo con el que Mills crea una atmósfera diferente a la experiencia de escucha directa de las canciones.
En ningún momento es la música el núcleo de I Am Easy To Find, pero cuesta imaginarlo sin ella. El cortometraje abraza por completo sus múltiples métodos comunicativos: a veces se centra en los diálogos, otras en la música, otras en el texto; en ocasiones, todo ocurre a la vez. Otras veces, no hay nada en la pantalla más que un color.
Lo que ocurre en I Am Easy To Find es la vida, vista a través de los ojos de una mujer, interpretada por Alicia Vikander (La chica danesa, Ex Machina), desde que nace hasta que muere. Mills utiliza las narrativas fragmentadas, habituales de sus películas, para explotar al máximo el potencial de la historia que quiere contar; así, más que de escenas, compone la película de, como dice su tagline, 164 momentos de la vida de esa mujer.
Estos momentos pueden parecer normales o intrascendentes, especialmente tomados de forma individual, pero en el contexto de la película adquieren un significado completamente diferente, convirtiéndose en compases de la banda sonora de una vida.
Vikander, trabajando únicamente con gestos físicos, consigue retransmitir a la perfección las diferentes etapas de una vida: desde los primeros gestos que aprende y repite cuando es pequeña, hasta las miradas profundas una vez es una anciana. Como la presentación del mundo es casi minimalista, el peso que recae en las interpretaciones es enorme: cuando la casa o la oficina se llaman “un lugar donde vivir” o “un nuevo trabajo”, es la emoción que transmiten los personajes lo que vende la intención del cortometraje.
Y luego, los textos. Subtítulos para una vida de forma directa, como “ella nace” o “sus padres discuten por las mismas cosas”, que dotan a la película de una nueva dimensión, aportando intimidad dentro de una vida que existe más allá de lo que podemos imaginar o incluso ver: quién es la mujer, qué le preocupa, qué consigue y qué pierde, son todas cosas que aprendemos a través de esos textos, de una naturaleza sincera que recuerdan lo frágiles que somos como seres humanos.
Es una película construida a partir de la simplicidad, pero también la honestidad. Hay un amor por el simple hecho de vivir en cada plano, una apreciación por la capacidad de seguir adelante a pesar de lo que ha ocurrido anteriormente, que da vértigo ver cómo los años son cada vez más cortos y lo que recordamos es simplemente reminiscencias de lo que pasaba cuando la vida no avanzaba tan rápido. I Am Easy To Find es mi película favorita del año, y no puedo esperar a volver a verla.
I Am Easy To Find puede verse en YouToube desde el 13 de mayo.